Y ahí estaba, plantado ante su puerta. No sabía exactamente en qué maldito momento se le había ocurrido la gran idea de acercarse hasta allí, pero ya no había marcha atrás.
Había tratado de no pensar en él, de dejarle su tiempo para pensar. Pero los labios de Kyuhyun era algo difícil de olvidar, necesitaba aclararlo todo ya. Sungmin no sabía qué le pasaba, y ahora se arrepentía de haber actuado sin pensar.
Todas esas cosas pasaban por su cabeza mientras se hallaba plantado ante la puerta de policía, debatiendo sobre si llamar al timbre o no. Tragó saliva y sin pensárselo más llamó al timbre.
Kyuhyun tenía la vista fija en el trayecto de autos justo frente a su edificio. Su apartamento nunca había parecido más frío. Después de despertar en la cama junto a Sungmin, su vida parecía haber dado un giro magistral. Frotó sus brazos y bufó. Nunca pensó que su "descontrol" de una noche terminaria en algo como eso. Pero debía aceptar que aquella experiencia había sido demasiado intensa como para dejarla de lado. Había descubierto aquello que tanto temía aceptar: realmente le gustaba más la compañía de un chico.
El timbre sonó. Quizá sería otro de los tantos vendedores que desfilaban ante su puerta.... Como si él alguna vez comprara algo. Tenía en su apartamento simplemente lo esencial. Caminó desganado hacia la puerta y abrió sin pensarlo. Se quedó helado cuando vio al rubio dibujarse ante su mirada.
Sungmin le dedicó una sonrisa tratando de disimular el hecho de que no sabía qué responder cuando a Kyuhyun le preguntara que qué hacía allí.
El moreno desvió la mirada y se apartó, haciendo ademán al rubio para que entrara. Lo que menos deseaba en ese instante era que sus vecinos se enteraran de su vida privada.
-Habla- dijo colocándose frente a su ventana nuevamente.
Sungmin pasó al anterior, echando una rápida mirada alrededor. El piso era más o menos como lo imaginaba, pero no se entretuvo con ello.
-Qué agradable eres.- le contestó, sentándose en el sofá como si estuviera en su casa.
-Me duele la cabeza.- dijo sin despegar la vista del panorama que le ofrecía su ventana.
-Será la resaca- Sungmin sonrió fanfarronamente, sin perderse la expresión de Kyuhyun.
-Claro que es eso.- dijo con pesadez, sentándose frente a Sungmin- entre otras cosas.... Estarás satisfecho.
-No me culpes a mí, si no sabes beber es tu problema.- se carcajeó.
-Sí, y veo que te hace mucha gracia- dijo masajeándose las sienes. ¿Has venido a burlarte? No estoy de humor para ser tu payaso....
Sungmin se puso serio, y se pasó una mano por la nuca.
-No.... En realidad, no sé por qué he venido.- reconoció.
Kyuhyun desvió la mirada y se cruzó de brazos. Aquella era una situación que no podía manejar. Justo estaba lidiando con el dilema de tener que encontrarse el lunes con el Rubio, y allí estaba Sungmin, en sus puerta, una tarde de domingo.
-Será que piensas que me traje algo de tu casa.- intentó bromar el moreno.
Sungmin le sonrió.
-Ahora hablando en serio.... No se si te has dado cuenta de que no me gusta callarme las cosas.
-¿En serio? Si no me lo dices, jamás me hubiera dado cuenta- dijo levantando una ceja.
Sungmin comenzó a juguetear con sus manos, sin saber bien por dónde empezar. Normalmente aquellas cosas no le costaban en lo más mínimo, pero esta vez era diferente.
ESTÁS LEYENDO
Una mente oscura [EunHae]
FanfictionUna Mente Oscura Sinopsis Hyukjae Lesage no es un chico popular y en cambio su hermano Siwon es cómo cualquiera querría ser. Pero.... ¿Quizás lleven unas máscaras? ¿Realmente son así? Kibum, reportero del Instituto Lesage también se plantea esa duda...