Capítulo 62: Asesino.

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Dave entró en la casa con la copia de sus llaves. Al estar en el interior, se dio cuenta de que Kibum ni siquiera se había molestado en encender la chimenea. Sabía que Donghae no estaba y al no oír ningún ruido, supuso que el moreno se hallaba en la habitación.

Se acercó a la puerta de ésta, que estaba cerrada, y se detuvo pensando bien en sus movimientos. Se preguntó si los chicos ya habrían hablado. Decidió que por ese día tendría que contener sus ganas de tirársele encima al moreno. Quizás debiera tratar de ganárselo primero pues si habían hablado, no estaría de buen humor.

Entonces llamó a la puerta, algo extraño para él tratándose de Kibum.

-No quiero molestias.- se escuchó desde el interior.- no quiero ver a nadie...

-Kibum...- murmuró Dave, fingiendo preocupación, aunque realmente no quería que el moreno estuviera así.- No quiero molestar... sólo quiero saber si estás bien. Donghae me contó ayer....

-Ah sí, supongo que ya sabes que me ha mandado a buscar a otro... ¿Vienes a ofrecerte de voluntario? ¡Déjame en paz!

Dave abrió la puerta con la mirada baja. Quizá esta vez se había pasado un poco.

-No... sólo venía a tratar de animarte. No me gusta que estés así....

-No quiero ver a nadie... luzco deplorable.- dijo sin darse la vuelta, ya que sus ojeras estaban marcadas por no dormir nada.- no tengo apetito... no quiero saber nada de la vida....

Dave se mordió el labio inferior y se acercó a la cama, sintiéndose culpable de aquello. Sí, definitivamente se había pasado pero... lo hecho, hecho estaba.

-No estas deplorable...- le dijo con esa voz dulce que ponía cuando quería.- sólo estas triste... yo te entiendo.

-No seas hipócrita.- dijo aun de espaldas a él.- seguro te alegras mucho... y ríes de verme en este estado después de lo que juraba por él.... la vida es una mierda...

-No me estoy riendo.- le contestó serio, sentándose en la cama cerca de Kibum.- Kibum no te... pongas conmigo a la defensiva.... Hoy no quiero molestarte, soy tu primo y quiero ayudarte. No quiero verte triste.

Kibum se quedó en silencio y no dijo nada más. No estaba de humor para ver si Dave era o no sincero. Lo único que necesitaba en ese momento era gritar, llorar y huir de todo aquello. Si de por sí empezar de cero le estaba costando noches en vela, ahora que no tenía a Donghae era peor.

-Déjame solo.- dijo en un sollozo ya sin poder contener las lágrimas.

-No Kibum. Si te dejo solo te quedarás aquí deprimido, sin comer, sin moverte, pensando todo el rato en lo mismo.- dijo Dave desviando la mirada al oírle sollozar. No podía creerse que se estuviera arrepintiendo de lo que había hecho, jamás le había pasado.

Se recostó a su lado y lo abrazó por la espalda, acariciándole el cabello con cariño.

-No voy con doble intenciones...- le susurró al ver que este se tensaba.- No quiero que pienses que estas solo ¿Vale? Me tienes aquí, aunque sea para llorar en mi hombro si es lo que necesitas.

Kibum apretó los puños y cerró los ojos, sintiendo las lágrimas corriendo por sus mejillas. Se giró y se abrazó a Dave como un niño pequeño, llorando por algo querido que ya no tenía más.

-¿Por qué cuando acepto lo que soy, no puedo tener lo que amo?- dijo llorando.

-La vida no siempre es justa.- le dijo apoyando su barbilla en el cabello de este, sin dejar de acariciarlo.- Pero todo se acaba curando Kibum.

Una mente oscura [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora