Una mente oscura [EunHae]

Capítulo 50: Sangre.

Sungmin suspiró por enésima vez. Kyuhyun le había dejado demasiado trabajo, aún no había aparecido y después de lo de esta mañana, la vista de Seohyun, apenas tenía ánimos para continuar con aquello.

Se levantó des escritorio y se sirvió una taza de café, pensando en las palabras de Kyuhyun. Quizá el abandonar ese caso sí era lo mejor que podía hacer. A lo mejor necesitaba alejarse un tiempo del moreno... pues en ese estado era incapaz de ver las cosas con frialdad.

La puerta sonó levemente, dibujando la silueta de Seohyun con su cálida sonrisa de siempre.

-Hola de nuevo.- dijo entrando e inspeccionando el lugar, dándose cuenta que Kyuhyun no estaba.

"Lo que me faltaba" pensó el rubio poniendo los ojos en blanco, aun de espaldas a la chica. Al fin hizo el esfuerzo de darse la vuelta y dirigirse a su escritorio.

-Kyuhyun no ha llegado aún.- dijo, aunque fuera obvio.

-¿Te molesta si lo espero?- dijo caminando hacia su escritorio.

-Tú misma....- contestó con sequedad, dándole un sorbo al café.

Seo hyun notó cierta hostilidad en la voz del rubio y se preguntó por qué sería aquello ¿Estaría ella fuera de lugar?, bueno, era obvio que estaba fuera de lugar yendo a buscar así a su "novio"... quizá no había sido una buena idea.

-Te incomodo.- dijo bajando la mirada algo cohibida.- discúlpame... es sólo que me preocupo por Kyuhyun... ha trabajado sin cesar estos días....

Sungmin observó a la mujer y sintió algo de pena. Al fin y al cabo... ella no tenía la culpa de nada...

-No eres tú... es sólo que no estoy pasando uno de mis mejores momentos.- le contestó con una amarga sonrisa.

-Oye.- dijo sentándose frente a él- sé que apenas te conozco de hoy, pero... si te hace bien hablar... puedo escucharte....

Sungmin se encogió de hombros.

-No creo que fuera una buena idea hablarte de ello.- le contestó apoyando la cabeza en su mano.

-Anda, soy buena dando consejos.- dijo sonriéndole.- mis amigos dicen que soy buena escuchándolos... anda... quizá te sientas mejor....

Sungming suspiró un tanto agobiado. Si se lo contaba estaba seguro que Kyuhyun no le iba a dirigir la palabra en la vida, pero la chica parecía tan insistente que no se iba a quedar contenta hasta que se sincerara.

-Mal de amores, como casi todo el mundo.- le dijo con una sonrisa triste.

-Ohh cielos.- dijo acercándose más, apoyando sus brazos en el escritorio.- ¿Qué paso?

-Que metí la pata y lo perdí.

-¿Lo... perdiste?- dijo Seohyun un tanto extraña.- es.... ¿un chico?

-Sí.- contestó Sungmin tan tranquilo.

-Ya veo.- dijo sonriéndole compresiva.- ¿Pues qué hiciste para perderlo?

-Pues... pensé que me había traicionado y acabé borracho y con un desconocido.

-No.- dijo llevándose una mano a la boca.- y él se enteró....

-De la peor manera, vino a mi casa y el otro chico le abrió la puerta.- dijo Sungmin pasándose una mano por la cara, agobiado de tan solo recordarlo.

-Dios mío.- dijo entristeciendo el rostro.- pero.... ¿Has hablado con él?, es decir... tú lo amas, ¿no? ¿No hay oportunidad de... que él te perdone?