Capítulo 81: Nada Es Lo Mismo.

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Dave miró a Kibum desde el sofá, de brazos cruzados, con un mohín de desagrado.

-No puedo creer que le dejaras pasar aquí la noche.- murmuró a un distraído Kibum.

-Ajá.- contestó al descuido mientras terminaba de peinas sus cabellos. Se había puesto unos jeans ajustados de cadera pero flojos de piernas, una camiseta blanca sin manga bastante ceñida y unos zapatos deportivos.

-Kibum, te estoy hablando.- Protestó el menor, persiguiéndolo por toda la casa.- Además, ¿Por qué te arreglas tanto? ¿Me perdí de algo?

-.... Él me agrada. Yo necesito distraerme. No, no estamos enrollados ni tampoco se acostó conmigo.-Sonrió al ver la carito de su primo, pues ya sabía que aquella era la gran interrogante en su cabecita.

Dave lo miró acusadoramente.

-Te gusta.- Declaró, casi ofendido.- ¡Después de dejarte llegar a ese estado!

-Me cuidó y me trajo a casa.- Se defendió.

-Sólo quería acostarse contigo, se notaba a leguas.- Contraatacó.

-¿Estás celoso primito?- Kibum le jaló la orejita de nuevo.

Dave protestó tratando de librarse de él.

-¡No!- Dijo enseguida.- Pero no quiero que te hagan daño, y él es muy mayor para ti, además.

-Tampoco es un viejo.- lo soltó.- Anda gato, que no me estoy cansando con él. Pasará mucho para que yo pueda fijarme seriamente en otra persona.

-Pero... además... ¿Qué voy a hacer yo esta semana si las vas a pasar con él?- Protestó.

-Anda, no es que vaya a estar todos los días con él.- Sonrió tomando su chaqueta.- Hoy quedé en ir a buscarle. Bueno... me voy.

Dave bufó y se volvió a tirar en el sofá, encendido la tela con el mando a distancia.

-Que te diviertas.- dijo con ironía.

Henry se miró al espejo y luego miró el reloj que tenía en su muñeca. Se rió a sí mismo, parecía un adolecente, pero hacía mucho que no estaba de aquella manera con nadie.

-Kibum debe estar a punto de llegar.- Murmuró con una pequeña sonrisa.

El moreno llegó hasta el lobby del hotel y se sentó en la salita. Consultó su reloj y sacó su móvil, marcando el número de Henry.

Henry sintió vibrar el teléfono en el bolsillo de su pantalón y se apresuró a recoger las llaves de la habitación antes de salir de allí. No tardó demasiado en llegar al lobby, a pesar de que se impacientara en el ascensor. Vio al moreno sentado, con el teléfono en la mano, y no pudo evitar sonreír al ver que este incluso se había arreglado. Le sonrió al llegar hasta él.

Kibum le observó y guardó el móvil con una sonrisa.

-Agradezco que no me hicieras esperar mucho.

-Suelo ser puntual.- le dijo.- Y bueno... ¿A dónde quieres ir?

-Ven, es algo así como una sorpresa.

Henry alzó las cejas sorprendido y le sonrió, acercándose a él. No sabía bien cómo comportarse después de lo que habían hablado y aunque se moría de ganas por volver a probar esos labios, decidió no ser tan impulsivo. Debían tomar las cosas con calma.

-¿Y qué tipo de sorpresa es?- Preguntó con gran interés.

-SI te lo dio ya no será sorpresa.- Salieron del hotel y el conserje le entrego al castaño una bolsa llena de cosas.

Una mente oscura [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora