Capítulo 13: Eres Mi Amigo

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El azabache camina a paso lento, sin rumbo. No se atrevía a volver a casa, se le notaba demasiado en la cara que no se encontraba bien, y su madre, que era experta en eso, le haría todo un interrogatorio que a Donghae no le apetecía aguantar.

Se detuvo un segundo, le dolía. Maldijo a Hyukjae por milésima vez en lo que llevaba de recorrido, y eso que aún no había caminado mucho, apenas acababa de salir del jardín. Ese jardín el cual no volvería a pisar nunca.

Se apoyó en un escaparate, pensando a dónde podía ir...


El volar de las aves anunciaba la llegada del atardecer. Kibum se sentía inquieto y no supo descifrar por qué. Quizá porque la conversación con Donghae el día anterior no había parado en nada. Sacudió la cabeza, ¿Qué le pasaba?, ¿Desde cuándo se preocupaba tanto por él? Y sin embargo el presentimiento de que algo había sucedido, no se le quitaba de la cabeza. Y esa era la razón por la cual caminaba hacia casa del azabache una vez más. Quizá si ahora le hablaba con mucha más calma y no haciendo comentarios toscos, el chico entendería que Lesage era peligroso.

Llegó a una cuadra de la escuela y observó el edificio. No sabía por qué le daba tanta grima pasar por allí cuando no había alumnos. Era como si el lugar estuviera embrujado. Aceleró el paso y cruzó la calle, consultando una vez más su reloj.

Donghae siguió caminando, hacia su casa, aunque no pensaba subir. Cuando llegó a su calle, se sentó en un banco cercano a su portal. Estaba sumido en sus pensamientos, recordando una y otra vez cada una de las palabras que habían salido de la boca de Hyukjae. Y cuanto más lo pensaba más le costaba creerse todo lo sucedido.


Kibum cruzó la esquina y observó a una conocida figura sentada y con la mirada perdida. Era Donghae. Se acercó con su casualidad de siempre, dándole una palmadita en la espalda.

-Eh, Donghae- dijo sonriendo- justo iba a tu casa....

El azabache se sobresaltó más de lo natural al sentir la palmada en su espalda, y miró a Kibum, completamente sorprendido. Un gran alivio le inundó al ver al moreno, pero a la vez no quería habérselo encontrado en aquella situación.

Forzó una sonrisa bastante falsa.

-Hola Kibum.

El moreno quizá no era muy observador con su alrededor, pero sí conocía al azabache de hacía ya tiempo. Y aquella respuesta le pareció muy seca.

-¿Qué pasó?- dijo Kibum mirándolo serio.

-¿Eh? Nada.- dijo Donghae poniéndose nervioso. Rezó para que Kibum no se sentara a su lado, no sabía cómo ocultar las marcas de su cuello. Eran bastante visibles, él mismo se había percatado de ellas al verse reflejado en escaparate.- ¿Qué iba a pasar?

-¿Nada?- dijo sentándose junto a él- mírate... hasta tienes un ligero temblor en el cuerpo... ¿estás bien?, te veo más pálido que de costumbre......

Donghae deseaba que Kibum se fuera. Cerró los ojos y suspiró, tratando de controlarse.

-Sólo... sólo discutí con Hyukjae.

Kibum observó lo fuerte que había apretado los puños el azabache cuando había dicho aquello. ¿Una discusión?, ¿desde cuándo una discusión lo iba a dejar así?

-¿Tan importante es Hyukjae para dejarte así por una discusión?- dijo entrecerrando los ojos.- ¿Qué me ocultas, Donghae?

Donghae desvió la mirada, no le gustaba mentir a Kibum

-Nada.... Sólo discutimos y ya no nos volveremos a hablar.

El moreno se cruzó de brazos y bufó. No le gustaba cuando el azabache guardara cosas sólo para sí. Quizá era porque él vivía contándole toda se vida y milagros a Donghae. O al menos, gran parte de ella.

Una mente oscura [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora