Un grupo de animales jóvenes se desplazaba por el interior de un museo, guiados por una cabra. La próxima exhibición a la que llegaron fue un enorme cuadro.
El escenario era un desierto con pequeñas partículas de arena levantadas por el viento.
De pie sobre la arena, un fénec alzaba el puño al cielo como si quisiera que los dioses bajaran la mirada para admirar su postura.
Las fauces del animal estaban abiertas como si estuviera realizando un grito de victoria o declarando la guerra al enemigo.
Su pecho estaba descubierto, mostrando marcados pectorales donde tenía trazados símbolos con pintura roja.
Su única vestimenta era una falda hecha con hojas grandes atadas con una cuerda.
Entre el grupo de jóvenes, un Tigre no prestaba atención a la explicación de la cabra porque se quedó apreciando aquella pintura, fijándose únicamente en un detalle que le parecía interesante. Por eso cuando volvió de su trance alzó la mano.
Cuando la cabra le permitió la palabra:
—¿Por qué no tiene colmillos? —inquirió el felino.
—Oh, interesante observación. De hecho casi iba para eso jeje.
La cabra se aclaró la garganta.
—Los miembros de aquella tribu de nombre desconocido hasta el momento solían arrancarse los colmillos porque no los necesitaban para intimidar a sus enemigos. Con sus puños era suficiente —respondió.
Aparecieron algunas murmuraciones tras decir aquello, aunque no tan invasivas como para evitar que la cabra siguiera con su explicación:
—Hay evidencia que apunta a que ellos poseían un poder mágico muy fuerte. De hecho, se cree que los hechizos que usan como base el umbral espiritual vienen de ellos. Sin embargo, como ya mencioné, ellos preferían valerse de su propia fuerza para enfrentarse a sus enemigos.
»Unos atribuyen esto a que no eran conscientes de sus propias habilidades, pero yo en lo personal no creo eso. Creo con toda certeza que en esa tribu había un fuerte respeto por la figura del guerrero.
Luego de escuchar eso hubo otro par de murmuraciones, y surgieron otras preguntas donde se pudo sentir genuino interés por aprender más.
La cabra estaba feliz por aquello, ya que ellos habían entendido como un pequeño detalle podía simbolizar mucho.

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Furtuber2020
FantasíaReto de subir un cuento por cada día de octubre. Debí haber subido esto hace un tiempo pero por vagancia no lo hice.