Furtuber2020

Día 15: Estrella.

Martillos golpeaban fuertemente contra la madera. Con diligencia, un grupo de animales tiraban de una cuerda para levantar un muro de madera mientras recibían casi de lleno los rayos refulgentes del sol.

Así pasaron la mayor parte del tiempo hasta que el astro rey, igual de cansado que todos los trabajadores, empezó a ocultarse. Fue cuando decidieron encender una fogata para intentar contrarrestar el frío que anunciaba la llegada de la noche.
Pero aún así no se detendrían. ¡Que se congelen sus huesos! Porque ni aún así iban a frenar sus labores.

Una vez que el gran manto de oscuridad cubrió los cielos, todos se reunieron cerca de la fogata. Poco después llegó un toro de gran altura y corpulencia cargando dos baldes llenos de agua recién sacada del pozo. Los demás se acercaron con un vaso para servirse, incluidos obviamente los pequeños que ayudaron en tareas menores, lo cual no les restaba mérito alguno en esa gran labor.

En medio de las risas y murmullos, el toro se aclaró la garganta para atraer la atención de todos.

—¡Hermanos y hermanas! Aprovecho esta oportunidad para agradecer por la cooperación en la que todos somos parte. Pronto cambiaremos las tiendas de acampar por techos de madera. El suelo por la comodidad de una cama, y haremos vigilancia desde balcones con ventanas de cristal. Tan solo debemos seguir siendo perseverantes.

»Perseverantes y diligentes como lo hemos sido desde que emprendimos este viaje lleno de adversidades. Y así como esas dificultades dieron como fruto que pudiéramos encontrar este lugar en ruinas, estoy convencido de que nos espera una recompensa mayor cuando logremos edificar nuestro propio reino lejos de los inmundos hechiceros.

Luego alzó su vaso al cielo para exclamar:

—¡Brindemos por nuestra estrella guía!

—¡Brindemos! —repitieron los demás, acompañándolo en su gozo.

Aún les quedaban fuerzas para estar sonrientes. Para estar emocionados, agotados en cuerpo, pero enérgicos en espíritu a sabiendas que el esfuerzo de sus manos florecería para ser la envidia de cualquier otro reino.