Capítulo "Cinco"

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El ambiente rápido va subiendo de nivel. Llegan muchas más personas la música está demasiado alta, la fogata está desprendiendo su fuego en medio de la arena.

Me topé ya con mi madre la cual me dió una charla muy extensa en la que tuve que salir huyendo para no morir de aburrimiento y entonces los vi.

Estaban muy cogidos de la mano en la cola para el algodón de azúcar. Le mando un mensaje a Sebastián indicando donde nos encontrábamos, esperé hasta verlo cerca de la zona para empezar a ir hacia su dirección y activar el plan.

-Crespitos necesito tu ayuda. -le suelto sin ni siquiera mirarla a ella.

-¿Es urgente?-me pregunta.

-¿Te pasa algo?-habla la metiche.

Si, me pasa que me estorbas.

La ignoro y vuelvo mi vista hacia Andreu.

-Enserio necesito tu ayuda. -lo miro con carita de perrito enfermo y terminó por asentir.

-Bien vamos.-mira a la rubia y se dirige a ella.-Esperame aquí en la cola regresaré rápido.

Salimos juntos alejándonos de ella y todo iba saliendo perfectamente miro por encima de mi hombro y veo a Sebastián entrando en acción.

-Bien, ahora puedes decirme que te pasa.-habla ya estando un poco alejados.

-Lo que me pasa es...

No había pensado en que le diría cuándo llegará este momento. Rápido Ame piensa en algo.

-¿Lo que pasa es?...

-Que me gusta un chico.-suelto de golpe.

-¿Y cuál es el problema?-dice poniendo una cara algo rara.

-Que no sé cómo decirle.-bajo la cabeza.

-No lo pienses tanto, solo dilo si te corresponde bien y sino es un tonto, un completo idiota porque se estaría perdiendo una gran chica.

Mis ojos se pasean por su boca mientras me habla y les juro que muero por besarlo.

-Muchas gracias.-sonrío.-Ya podemos regresar.

Señaló y el asiente, pasa su mano por mi hombro y vamos así hasta llegar al lugar de los hechos.

Justo como lo habías hablado cuando Sebastián nos vio acercarnos la besó.

Andreu y yo estamos mirándolos fijamente, al parecer la muy hipócrita también le tenía ganas al Sebastián porque se están dando menudo beso.

Andreu sonríe pero es más como una mueca, da la espalda caminando en la dirección opuesta.

Ella se percata rápidamente y sale corriendo detrás de él.

Sebastián me guiña el ojo.

-Muy bien.-le sonrío.

-¿Crees que será suficiente como para que se dejen?-asiento.

-Conozco demasiado a Andreu como para saber qué no la perdonará. -este sonríe.

-Eres muy malvada ¿Lo sabías?

-No soy mala. -reclamo.

-¿Hacer esto?

-Esto que hice se llama amor.

-¿Pero no te has parado a pensar si le hará daño a él?

La verdad no me había detenido a pensar en eso.

Y ¿Si realmente él la quería? O ¿Le dolerá mucho verse traicionado? ¿Qué conciencias traerá esto para el?

A veces suelo ser egoísta pero de todos modos le hice un favor ella no era sincera. Ya sabía yo que esa cara de mosquita muerta no me la creía.

Unas vacaciones para enamorarlo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora