Capítulo "Dieciséis"

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Me enferma verlo reír con otra. Ojalá y se le caiga los dientes. Si, se que dije que no iba a comportarme más como niña chiquita pero es que se me hace imposible no morir de celos.

Gracias a Dios y el ensayo terminó creo que vomitaría de tanta repugnancia.

Decidí irme sola a casa, es que no quería ni mirarle a la cara. Estoy sentada en un banco en medio de la plaza cuestionando nuevamente mi existencia. ¿Por qué tiene que gustarme él? ¿Por qué no puede gustarme otro? Es que todo sería más fácil si no sintiera nada por Andreu Masker.

Me siento tan estúpida de creer que podría tener algo con él. No, mejor dicho. De creer tan siquiera que yo podría enamorarlo.

Suelto una sonrisa de medio lado. Es mejor sonreír que llorar.

Levantó mi vista del suelo y me quedo observando mi alrededor. Tantas personas, algunos con parejas sonriendo, otros tan solos y undidos como yo. Niños, su única preocupación es divertirse. Y pensar que solo deseaba crecer y ahora me doy cuenta que esa etapa de mi vida era la mejor; en la que no dolía nada, mis padres estaban juntos y felices, que sólo soñaba con algún día ser una gran ingeniera. No había corazones rotos, ni noches de desvelo. ¿En qué momento he dejado de ser mi prioridad?

Cierro los ojos por un momento y disfruto de la melodía tan única que producía las copas de los árboles moviéndose con el viento, acompañada del cantar de las aves y ni hablar del olor a rositas que provenía de un puesto cercano que pude notar apenas llegué.

Según una frase que leí por ahí : "La idea es estar loco por alguien que esté loco por ti"

No vale la pena que me siga desgastando emocionalmente por un chico que no puede verme de la misma manera que yo. Tengo que enfocarme en mí, ser mi prioridad. Voy yo primero.

Salí de aquella plaza renovada, tener una pequeña conversación conmigo misma me ha echo bien. Ya era hora que abriera los ojos y no fuera detrás de Andreu. Soy una chica espectacular y cualquiera moriría por estar conmigo. Me va a costar dejar de mirarlo con los ojos de idiota enamorada pero no puedo permitir seguir haciéndome daño con ideas que nunca llegarán a nada.

Al llegar a la casa lo primero que hago es prepararme una limonada, el calor me está matando. Dejo mis cosas encima de una banqueta y me voy a disfrutar de mi fría limonada en una de las hamacas del jardín.

¿Adivinen lo que me encontré tirado en el suelo?

Pues nada más y nada menos que el celular de Andreu. Lo agarro para dárselo cuando termine de tomar mi limonada, debe estar como loco buscándolo.

La curiosidad de entrar a chismosear quería apoderarse de mi, pero resistí. Es su espacio.

Cuando casi estaba terminando mi limonada el celular suena. Y vuelve a sonar. Y otra vez.

Son mensajes.

¡A la mierda con su espacio! No me culpen es que de todos modos no iba a entrar, solo a mirar las notificaciones en la pantalla.

Cristal: Hola.
Cristal: Está noche habrá una fiesta en casa de una amiga y me preguntaba si querías venirte. Va a ser divertido!
Cristal: Aquí te mando la ubicación, espero verte en la noche.

¡Zorra! Me alegro que te pegaran los cuernos.

Tranquila Ame, recuerda que ya no debe importarte.

Respiro profundo y vuelvo a colocar mi risa fingida. Si ella quiere invitados, pues invitados va a tener. Pincho la ubicación y me la envió. Después borré el mensaje para que no lo notara.

Me devuelvo a la casa dejando el baso vacío sobre la meceta y agarro mis cosas. Voy directo a su habitación no me conviene tener su móvil mucho tiempo o terminaré espiando todo.

-¿Se puede? -pregunto dejando unos pequeños golpes sobre la puerta.

-Si, pasa.

Al entrar lo veo acostado en su cama en toalla.

-Acabo de salir de la ducha estos calores están para morirse. -se levanta hacia mí y aprovecho para hacerle la vacilada del año. -¿Qué necesitas?

¡Que me folles!

-Me encontré tu cell abajo y vine a entregártelo. -estiro mi mano mostrando el teléfono.

-Pensé que lo había perdido en el ensayo. -se pasa la mano por pelo dejando caer unas gotas de agua en mi cara.

-¡Ricitos me mojas!-digo pasando la mano que me quedaba libre por la cara. -¡Toma tu teléfono y no me mojes más!

-Pensé que tenía calor.-dice risueño agarrando su pertenencia.

-De echo si, pero para eso están las duchas. No necesito que me andes salpicando.

-No seas mal geniada, solo jugaba. -me da un beso en la mejilla y se da la vuelta dejando caer el celular en la cama. -Voy a cambiarme te quedas o que...

-No, ya me voy. -trago saliva y me retiro.

Recuerdo que él está bueno pero yo también lo estoy.
No es el único chico de la tierra.

Me despojo de toda la ropa y entro a ducharme, de por sí hay calor y con esas vistas mucho más se siente.

Al salir me coloco un tope dorado junto a un short negro de hilo. Es mejor ropa fresca para estos calores. Mientras pienso en si decirle a Dan para que me acompañe a la dichosa fiesta y así no tengo que irme sola.

Apenas me vestí salí hacia su habitación aún con el pelo sin peinar. Veo su puerta abierta así que entró sin tocar.

-¡Ah! ¡Que maldito susto! -grita con su mano aún en el pecho. -Serias una ladrona espectacular tus pasos no se sienten, no te vi llegar.

-No seas exagerado.-cierro la puerta tras de mí.

-Y con ese cabello cualquiera moriría del susto.

-No seas payaso y escucha. -me siento en su cama quedando de frente a él quien estaba sentado en la silla jugando en la computadora. -Me invitaron a una fiesta hoy y no quiero ir sola. ¿Quieres venir conmigo?

-Eso no se pregunta, claro que voy. ¿A qué hora? -dice con toda la disposición del mundo.

-A los ocho estar listo. -asiente. -Me voy que tengo un libro buenísimo por leer.

Salgo pasándome la mano por el cabello para aplicarlo un poco pero es en vano.

¿A qué no saben quién está justo en el pasillo observando mi salida de la habitación de Dan?

Dieron en el clavo.

Ricitos se me queda mirando todo serio a lo que yo sigo mi camino toda relajada.

-No me mires con esa cara, tener el pelo así no es para tanto. -menciono pero no espero respuesta ya que he cerrado mi puerta apenas la atravesé.

Unas vacaciones para enamorarlo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora