Capitulo "Veinticinco"

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Apenas terminé de ducharme comencé a arreglarme, tenía un gran trabajo que hacer, estaba demacrada seriamente.

Trato de esconder con corrector las ojeras y parece una misión imposible. Dejo salir un suspiro y continuo tratando de hacer un milagro.

Pasan los minutos y los minutos, por fin puedo decir que me veo bien. El maquillaje ha escondido las ojeras, mis noches de llantos y la chica triste. Me veo divina.

Cambio de música, y me pongo una rolita de Bad Bunny.

Es increíble la sensación de paz que me da su música, sonrió y comienzo a colocar el espectacular vestido rojo que mi madre ha comprado para mí.

-Es precioso.- comenta Dan desde la puerta.

-¿Qué haces aquí? No podemos vernos hasta la fiesta -bromeo.

-Ni que fuera nuestra boda.-se burla.

-Tu tampoco estás nada mal.-lo halago mientras veo el traje negro que trae puesto. -A ver dame una vuelta para verte mejor.-agarro su mano y lo obligó a girar mientras trato de silbar.

-Alguien se ha levantado de buen humor.-chilla.

-Ni tanto.-lo dejo en paz mientras vuelvo a mirarme en el espejo. ¿Qué hago con mi cabello?-pregunto para cambiar de tema.

-Dejalo así suelto, te queda bien. -asiento pasando mis manos por el tratando de alisarlo.

-Pásame la plancha de cabello, está en la segunda gaveta. -le ordeno ya que él estaba más cerca.

Agradezco mientras me pongo mano a la obra, solo quería alisarlo un poco.

-¿No has visto a mi hermano? -niego inmediatamente.

-¿Por qué lo vería? -digo sin dejar de planchar mi pelo.

-¿Me vas a venir con mentiras a mi?-lo miro.-Yo que lo sé todo y lo que no sé, lo sospechoso.-bromea, pero sé a lo que se refiere.

-Estuvo aquí en la mañana, después de eso no lo he visto más. -asiente. -¿Crees que esté mal? Sabes, lo de nosotros.

-Ustedes se aman, nada puede estar mal en eso.-sonríe.-La vida sin amor, no es vida.

-Hasta poeta te haz vuelto.-ambos reímos mientras nos damos un abrazo. -Gracias.

-Tengo órdenes de llevarte a Breken.-lo miro extrañada.-Asi que no te demores tanto que seremos los últimos en llegar.

-¿Órdenes? -afirma.

-Todos se han ido y Anelim me dijo que te llevara.-me resultó raro que no me esperó pero no le di mucha importancia.

-Aun no es ni medio día, la ceremonia comienza a la una. No me metas presión.-lo obligo a volver a sentarse en mi cama y termino de arreglar mi cabello.

Después de unos largos minutos pronuncié el: estoy lista. Dan que no faltaba mucho para quedarse dormido en cama se levantó inmediatamente.

-Ya era hora.-dice algo cansado.- Qué manía la de las mujeres de tardar en arreglarse.

-¿Pero a qué valió la pena?-digo con una gran sonrisa mientras me doy un último vistazo en el espejo.

-Igual la hubiera valido hace media hora, eres linda arreglada y sin arreglar. -le di una sonrisa genuina y terminé por agarrar mi teléfono y salimos de la habitación.

Realmente le tengo mucho aprecio a Dan, es un amigo extraordinario y un chivo súper divertido siempre que estoy junto a él en mi rostro hay sonrisas.

Unas vacaciones para enamorarlo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora