Hablar las cosas con Dan me quitaron un gran peso de encima, ya estaba mas calmada. Aunque aún me quedaba una conversación pendiente.
Al terminar de charlar con Dan, salí en busca de crespitos.
No estaba en su habitación, bajo a la terraza y tampoco estaba, ni cerca de la piscina. Supongo que estará en la orilla de la playa, es parecido a mi, mirar el mar le da paz. Si fuera él estuviera justo ahí, donde tenga paz y tranquilidad.
Me decido a ir hasta la playa y a lo lejos puedo verlo acostado en la arena. Ya no está lloviendo pero aún está nublado y hay mucha frialdad. La piel se me eriza por la temperatura tan baja que hay.
Me siento en la arena y suspiro.
—Supongo que debes estar confuso. —comienzo a hablar y el escucha con atención. —Nunca dije nada porque era más que obvio la respuesta, sé que no sientes por mi lo que yo siento por ti. —suspiro.—Y eso está bien, tengo que aprender a vivir con eso, pero más que nada no te lo dije porque no quería perderte, no quiero que te alejes ni te sientas raro.
—Sabes...—me interrumpe.—Hubo un tiempo en el que estuve interesado en ti.—yo no podía creer lo que estaba oyendo.—Luego con el tiempo fui negando mis sentimientos hasta no verte de la forma en que antes lo hacía, me confirmé con solo ser amigos.
—Nunca dijiste nada.—reclamo.
—Tu tampoco lo hiciste.—responde y se acomoda a mi lado.—Supongo que ambos tuvimos nuestras razones, nos quisimos de la forma en que tanto queríamos pero no fue al mismo tiempo. —clavo mi vista en el mar, sé que venía después. —Es mejor dejarlo así, con la incertidumbre de lo que pudo ser y no será. Las cosas han cambiado, nosotros hemos cambiado y supongo que para ambos la prioridad es Dan.
Asiento.
—Es algo duro para mí, estuve tanto tiempo enamorada de ti, te desee con todas mis fuerzas y ahora que sé que en algún momento sentiste algo parecido a lo que yo sentí, duele mucho más que pensar que no era correspondida. —admito, ya era hora de hablar con el corazón. —Va a costar aceptar que no estábamos destinados pero tienes razón y estoy de acuerdo contigo, Dan es muy importante en la vida de ambos, no podemos ser egoístas.
El silencio se hace presente, más bien ambos estábamos pensando en todo lo que habiamos dicho. Recuesto mi cabeza en su hombro y permanezco ahí mirando el mar.
—Quiero que seas muy feliz enana, te lo mereces realmente porque eres maravillosa.—dice después de un rato. —Quiero que vivas tu vida sin el miedo de que nos vas a perder, nuestro lazo es de por vida y creo que mi hermano opina lo mismo.
—Ya conversé con él.—le cuento cómo arreglamos las cosas y sonríe.
—Espero que todo comience a ser menos incómodo desde el día de hoy. —se me queda mirando y baja la cabeza. —Volveremos a ser como antes, incluso mejores.
Tenía la esperanza de que sí. No era nada fácil, pero los tres estábamos dispuestos a mantener nuestro lazo por encima de cualquier cosa.
(…)
Nuestro momento se vió interrumpido por la lluvia, salimos corriendo juntos mientras nuestros cuerpos se empapaban.
Solo se escuchaban mis gritos y la risa de Andreu. Tan torpe que soy se me viró el pies y caí al suelo. Dejé salir un chillido de dolor.
—¿Estás bien?—crespitos se hacerca rápidamente. Sus ojos se quedan fijos en los mío esperando una respuesta. Mientras la lluvia seguía mojando nuestros cuerpos y yo deseaba cumplir ese beso tan cliché bajo la lluvia.
—Me duele un poco.—termino por decir intentando levantarme. Lo que se me hace imposible por el dolor.
Crespitos me coge en brazos y comienza a avanzar hacía la casa. Al llegar mi madre se alarmó.
—¡Dioss están empapados!—se nos queda mirando mientras Andreu me deja en el sofá. —¡Qué te ha pasado!
—Tranquila mamá solo me doblé el pies mientras corríamos para no mojarnos—deja salir un suspiro y se va buscar hielo.
—Toma una toalla.—Andreu me la lanza y comienzo a intentar secar lo que puedo. De todos modos tendré que ir a cambiarme de ropa.
Comienzo a temblar por la frialdad y el tobillo a su vez comienza a inflamarse.
Ay no, que mala suerte la mía.
Mi mamá me coloco un rato fomento, luego me ayudaron a subir las escaleras hasta mi habitación, necesitaba cambiarme de ropa o lo próximo sería una neumonía.
—Si necesitas ayuda me dices. —crespitos deja un pequeño beso en mi frente y se va.
Mi madre quien miraba la escena sonríe.
—¿Algo para contar?—niego.
—Anda no seas metiche y ayúdame a cambiarme de ropa. —digo en forma de broma. Y justamente eso hicimos.
Un final de vacaciones espectacular, encalada con un esguince en el pie derecho. Realmente mi suerte últimamente me estaba jugando una mala pasada.
¡Menudas vacaciones! necesita comenzar a dedicarme a superar este verano. Definitivamente es inolvidable, no del modo que quería pero me ha traído mucho aprendizaje. La vida me ha dado un desarrollo de personaje excesivo.
Supongo que uno no siempre tiene lo que quiere pero tenía fé de que vendrían mejores momentos, tenía que ser así. Suficiente ya tenía con todo lo que me había pasado para que ahora también tenga que pasarme los últimos días de vacaciones haciendo reposo.
De igual modo tendría tiempo para dedicarme a escribir. Quería escribir mi historia de amor fallida, un libro que conectará con las personas como yo lo he hecho con el libro que crespitos me regaló.
Agarro una libreta para comenzar a tomar notas.
¿Titulo?
Todo comenzó con estás vacaciones y mis ganas de enamorar a Andreu.
"UNAS VACACIONES PARA ENAMORARLO"
Sería el título perfecto.
Aunque más bien está historia siempre se trató sobre amor propio. Quiero trasmitir en este libro que mientras nos amemos y tengamos claro nuestro valor es más que suficiente.
Hay que luchar por amor, claro que sí. Pero sin forzar, hay que entender en que momento dejar de insistir.
Todo es un proceso en esta vida. Se trata de vivir cada reto que se nos presente, aceptar y aprender a seguir a pesar de todo.
La palabra amor es grande, pero vale la pena sentirla en todas sus extensiones. Sin duda alguna, no somos nada sin "amor".
Fin
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Unas vacaciones para enamorarlo ©
Novela JuvenilAmelia, hija de Anelim, Andreu y Dan hijos de Alexa y Dorian. Ambas familias son muy amigas y desde que sus hijos son pequeños van de vacaciones a una casa en la playa. Años tras años estos chicos pasan sus vacaciones juntos de pequeños Andreu y Am...