Capítulo "UNO"

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Ya estoy aquí, la casa de la playa está realmente hermosa. No se por qué este año le encuentro algo diferente, está renovada. Realmente no sé, pero de lo que estoy segura es que estás vacaciones marcarán un antes y un después en mi vida.

Como ya deben de saber me he propuesto a enamorar a Andreu Masker. Sólo de pensar en él me da un cosquilleo en el estómago, esas mariposas que dicen la gente.

Para ser sincera muero porque llegué ya, mi mamá habló con su familia y dijeron que llegaban en la tarde.

¡Qué haré aquí sola todo este tiempo!

—Ame.—miro a mi mamá.—Arregla tu habitación y las de los chicos esta vez te dejaré que escojas la que más te guste.

Mi mamá cómo leyendo mi mente me da algo en que entretenerme pero no solo eso, sino que me está dando la opción de escoger la habitación en la que dormirá cada cual.

—Ok, eso haré.—me levanto del sofá y voy a la planta superior de la casa.

Miro las puertas de los cuartos, me voy a pedir la habitación que el año pasado fue de Andreu el casi siempre escoge la mejor habitación para él, por varios años ha tenido siempre la misma y Dan y yo las cambiamos para sentir la diferencia.

Este año será mía.

Entro a dicha habitación y realmente comprendo por qué siempre se la queda. Es realmente espaciosa y parece que está diseñada para él. Miro cada detalle de ella, las ventanas, el color azul cielo que pinta sus paredes, el cuadro que está frente a la cama mostrando una foto en la que salimos los tres; Dan, Andreu y yo. El estante de libros que está medio vacío pero en él se encuentran algunos de mis favoritos y suponiendo que está habitación ha sido de él por varios veranos seguro deben ser suyos.

Paso mis dedos por el marco del gran espejo que me permite ver todo mi cuerpo. Esta definitivamente debe ser mi habitación.

Comienzo a tender la cama con las sábanas y corchas que habían en el clóset. Bajo rápidamente a la sala y subo mis maletas con mil trabajo. Cuando por fin logro tenerla dentro de la habitación empiezo a organizarla en los percheros y las gavetas.

Al abrir la última gaveta de abajo me encuentro con nada más y nada menos que una de sus camisetas. ¡Mierda! Esta se le veía tan bien.

La hundo entre mi rostro y la huelo, aún tiene un leve olor a él. Me la quedo seguramente no se acuerda de ella o le digo que me compré una igual. Así que después de admirarla en mi cuerpo unos segundos en el espejo la doblé junto a mis cosas.

Al terminar de organizar mi habitación pasé a la que está justo al lado de la mía. Obviamente está tendrá que ser la de él así estaremos más cerca, ya que la otra habitación que queda en está planta está después del baño que le sigue a la de Andreu.

Y así fue como lo organicé, primero yo, luego Andreu y por último Dan. Al terminar de organizar todo estaba exausta. No pensé que organizar las habitaciones me cansaría tanto. Subo a la última planta donde se encuentran las habitaciones de nuestros padres en busca de mamá.

—Mamá.—no responde.—¡Mamá!—le grito y sale en cuatro patas de su habitación. —¿Qué haces?

—Estaba guardando en cajas todo lo que queda de tu padre.

A diferencia de nosotros sus habitaciones siempre son las mismas.

—¿Quieres que te ayude?

—No tranquila, yo puedo.

—Vale estaré en el patio voy a prepararme un sándwich ya tengo hambre.—esta asiente y me tira un beso.

Bajo las escaleras hasta llegar a la primera planta. En esta se encuentra la sala de estar, la cocina comedor y un cuarto de lavado. No se los había mencionado pero frente a mi habitación hay una puerta que es una sala de juegos. Realmente esta casa es enorme y muy hermosa.

Me preparo el sándwich y salgo a la terraza, en esta hay una gran piscina y a su alrededor varias camillas para acostarse o pasar el rato, también hay un pequeño bar donde se preparan tragos y diferentes bebidas.

Pero lo mejor de esta casa es la vista que tiene, la terraza da directamente con la playa; es decir que avanzó un poco y ya tengo los pies en la arena de mi playa favorita.  Realmente es hermoso ver los atardeceres desde aquí.

Salgo de mis pensamientos al escuchar el ruido de un auto y el pitido del portón abrirse.

¡Ya llegaron!

Suelto el sándwich y me apresuró para llegar a la puerta. Veo a mi madre disponiéndose a abrir la misma y yo me miro rápidamente en el espejo y estoy impecable. Llevo un mono corto de colores y el pelo suelto junto con unos tenis blancos. Paso mi mano por el pelo y lo acabo de alizar.

Ahora sí ya puede entrar mi futuro novio.

Los primeros en cruzar la puerta es el señor y señora Masker.

—Amee, estás hermosa.—pronuncia Alexa besando mi mejilla.

—Estas más grande desde la última vez que te vimos, ya eres toda una mujercita. —le sonrío a Dorian y siguen a saludar a mi madre.

Ahí está, con sus crespos como de costumbre, trae un pulóver rojo que hace que su piel resalte.

—Ame.—pronuncia mi nombre y no sé por qué desde su boca se escucha más lindo.—Estas muy grande.—me abraza y me levanta del suelo.

¡Qué no acabe este momento, que no acabe!

Bueno acabó, ya me ha dejado de nuevo en el suelo.

—No te creas lo de que estás grande sigues siendo mi enana. —le sonrío como tonta sin saber que responderle.

El se aleja de mi en busca de mi madre.

Miro hacia la puerta y aparece Dan junto a una chica de pelo rubio.

—Hola Ame.—este me abraza igualmente y me deja un beso en la mejilla.

—¿Y esta quién es?—señalo a la chica que al parecer está algo incómoda.

—Ella es...

—Mi novia —Andreu interrumpe a Dan acercándose a la chica.

¿Novia? ¿Novia? No, esto no puede estar pasando ¿Escuché mal cierto?

—¿Tu qué?

—Estas quedándote sorda Ame, acabo de decir novia.—ya me morí.

—Ah.—dejo salir una mueca que la disimulo al darme cuenta que todos me están mirando.

—Me llamo Karen, un gusto conocerte Ame.—se presenta.—Me han hablado mucho de tí.

—Amelia, dime Amelia.—la saludo y doy la espalda. Hasta dónde está mi madre.

—Bueno vamos a mi habitación.—le dice Andreu para romper el silencio a la tal Karen.

—Lo siento crespitos este año me la he quedado yo.—este me mira sonriendo.

—Vale Ame puedes decirme cuál has dejado para cada uno. —sale caminando con las maletas de ella en las manos.

—Con gusto los guío.—finjo una sonrisa y me coloqué delante de él.

Mierda todo mi plan se ha ido a la verga.

¿Cómo que tiene novia? Eso no estaba en mis planes.

Una imagen de la novia de Andreu

Una imagen de la novia de Andreu

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Unas vacaciones para enamorarlo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora