HANSOL
Por seis semanas después de que me fui de la isla, pasaba todas las noches devorando los libros que había sacado de la biblioteca de mi madre sin que ella lo supiera. Bueno, probablemente ya lo había notado, pero aún no me había llamado para quejarse, así que no me importó. Necesitaba encontrar la forma de resolver mi problema si alguna vez quería volver a tener relaciones sexuales, y, lo que era más importante, si alguna vez quería volver a ver a Seungkwan. Seis semanas, y aún no había podido dejar de pensar en él.
Estaba convencido ahora de que este enamoramiento u obsesión, lo que sea que fuera, no iba a desvanecerse con el tiempo. Lo cual no era bueno porque todavía no podía encontrar una manera de estar con él y garantizar su seguridad al mismo tiempo.
Dejé caer la frente sobre el libro abierto que estaba sobre mi escritorio y suspiré. Otro libro estúpido que no tenía ninguna respuesta.
Las palabras de Seungkwan volvieron a mí acerca de los compañeros predestinados. ¿Era eso lo que era este sentimiento? Al principio no había querido pensar en ello, pero las últimas semanas habían reducido mi resistencia. Algo definitivamente era especial sobre Seungkwan. Nunca me había obsesionado por un amante en el pasado como este. No sabía demasiado sobre el negocio de las parejas predestinadas, porque nunca pensé que tuviera una. Hasta que Seokmin se había apareado con Joshua el año anterior, creía que todo eran cuentos de hadas. Y luego resultó que mi madre y mi padre también estaban predestinados, aunque nos lo habían ocultado. Parte de la razón por la que se habían separado era que no podían acordar si realizar o no un antiguo ritual de unión como el que mi hermano y su pareja habían realizado. Mi padre había querido, pero mi madre no.
Debe haberlo matado por dentro. Ahora que entendía lo que era alejarse de tu pareja predestinada -si Seungkwan lo fuera para mí- no sabía cómo mi padre había logrado separarse de mi madre y criarme solo durante todos esos años.
Antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo, busqué mi teléfono y llamé a mi padre, con la esperanza de que tuviera algún tipo de consejo para mí.
Tardó un rato en contestar la llamada, pero cuando lo hizo, sonó alegre.
– ¡Han! Estaba empezando a pensar que nunca volvería a tener noticias tuyas.
– No tienes tanta suerte, papá – Murmuré en el teléfono, enderezándome.
– ¿Cómo van las cosas en Las Vegas?
– Pronósticos meteorológicos de lluvias de alcohol y depravación, como siempre.
– Y sin embargo, no parece que vayas a salir de fiesta.
– No, papá, yo... – ...hace semanas que no me apetece festejar – En realidad llamé porque necesito algunos consejos.
– ¿De tu viejo papá entrometido? ¿Qué pasa, hijo?
Me reí suavemente.
– En realidad, no me importaría que te entrometieras en este momento. ¿Has... eh... escuchado de Joshua últimamente? – Porque estaba seguro de que Joshua todavía estaba en contacto con Seungkwan, y yo estaba totalmente incomunicado, pero realmente quería saber cómo estaba “Fairytales”.
– No últimamente – Dijo mi padre – Creo que están ocupados con los gemelos. Aparentemente Chan está cambiando ahora también – Él se rió entre dientes – Ellos tienen sus manos llenas.
– Lo imagino.
– Puedo decirte que Joshua está enojado contigo.
Arrastré mis dedos por mi rostro.
– Claro que lo está.
– Él no sabe por qué te fuiste así.
– ¿Tú sí?
Estuvo callado por un momento, luego dijo.
– Creo que tengo una idea. ¿Ocurrió de nuevo?
– Sí – Me levanté de mi escritorio y me dejé caer en mi cama, agradecido de no tener que explicarlo. Todo el asunto ya era lo suficientemente vergonzoso.
– Para ser sincero, siempre pensé que podría pasar de nuevo.
– ¿Por qué no dijiste nada?
– ¿Habrías escuchado? Desde el principio tu manera de tratar con esto nunca fue saludable, pero al mismo tiempo, no había mucho que pudiera hacer.
– Hice lo mejor que pude para enfrentar el problema.
– Has sellado una parte de ti mismo. ¿Pensabas que eso iba a funcionar a largo plazo?
– Bueno, ¿qué sugieres que haga entonces? – Estallé – Lo estuve haciendo bien hasta Seungkwan.
– Así es como es amar a alguien con todo tu ser. Todo de ti, incluyendo las partes que desearías que no estuvieran allí.
– No lo amo – ¿Cómo podría? No lo conocía el tiempo suficiente para eso.
– No suena como si lo creyeras tú mismo. Recuerdo cómo fue conocer a tu madre. La amaba desde el momento en que la conocí, incluso si no quería admitirlo.
Me pellizqué el puente de la nariz.
– ¿Cómo lograste parar?
– ¿Parar qué?
– El dejar de amarla.
– Nunca lo hice – Mi padre hablaba suavemente – Pero ella es tan terca como tú. Heredaste eso de ella. Prefiere vivir sola que ir en contra de la forma en que fue criada.
– Eso debe haber sido difícil para ti.
– Me las arreglé. Te tuve que cuidar. Suspiré. ¿Se suponía que debía encontrar yo también una distracción?
– No seas como tu madre, Han – Dijo – No en esto.
– No sé lo que se supone que debo hacer. He intentado investigar, pero no se me ocurre nada. No quiero lastimarlo, papá.
– Lo sé – Hizo una pausa – Regresa a la isla. Haz las paces contigo mismo.
Eso sonaba muy parecido a lo que mi jefe había sugerido, que necesitaba aceptar a mi dragón. ¿Cómo iba a hacer eso? Cerré mis ojos. La mayor parte de mi vida, había suprimido mi mitad dragón porque no quería ser un monstruo, ¿ahora me decían que tenía que hacer lo contrario para dejar de hacerle daño al que amaba?
– Piénsalo – Dijo – ¿Cómo puedes controlar una parte de ti mismo que niegas que existe?
Bueno, él tenía un punto. Y realmente, ya no tenía otras opciones. Si esto tuviera alguna posibilidad de permitirme ver a Seungkwan de nuevo, lo intentaría.
– De acuerdo – Le dije, resignándome – Voy a buscar vuelos.
YOU ARE READING
EDDSS - VERKWAN
FanfictionCONTINUACIÓN DE BEHDD - SEOKSOO El dragón de sus sueños... Seungkwan siempre ha deseado un dragón. Hansol siempre deseó no serlo, pero cuando llega el momento, ¿puede llegar a ser el dragón que Seungkwan necesita que sea?