EDDSS - VERKWAN

CAPÍTULO 33

HANSOL

Había pasado casi dos semanas con mi hermano ahora, y, a decir verdad, me estaba frustrando un poco. No con él, ni con su pareja, en particular -y ciertamente no con su adorable grupo de niños pequeños- sino con mi hermano y su pareja juntos. Ugh. En cualquier momento se encontraba y se atacaban el uno al otro. Me pedían que cuidara a los niños y a veces tenían la cortesía de dejar la casa, pero otras veces no, y podía escucharlos.

Estos niños pequeños iban a crecer traumatizados de por vida, sin nada que pudiera hacer al respecto. Afortunadamente, eso no pareció quitarles la felicidad general a los niños.

Me encantaba estar cerca de mis sobrinos -eran los mejores. No es que fuera parcial ni nada por el estilo. De ningún modo. Era un tío orgulloso y, probablemente, estaba celoso.

Supuse que era parte de mi frustración.

Cada vez que veía el obvio amor entre Seokmin y Joshua, me resultaba mucho más difícil mantenerme firme y trabajar en mi problema antes de poder arreglar las cosas con el hombre con el que mi corazón había decidido estar.

Y por mucho que cambiara de forma ahora, no estaba logrando demasiados progresos conectándome con mi bestia interior o aceptándolo. 

Era la violencia inherente a su naturaleza lo que me asustaba.

– ¿Cómo lo haces? – Le pregunté a Seokmin una noche, tumbado en el techo de la casa con una cerveza. Se había unido a mí unos minutos después de que yo había subido, aunque porque, no podía decirlo. La mayoría de los días él todavía prefería ignorarme.

– ¿Hacer qué? – Mientras estaba acostado de espaldas, él estaba sentado con las rodillas ligeramente levantadas, mirando el oscuro bosque que rodeaba la casa.

– Vivir con el conocimiento de que una parte de ti es intrínsecamente un monstruo.

Él se rió solo una vez.

– No soy un mariquita como tú.

Resoplé.

– ¿De dónde sacaste esa palabra?

Él se encogió de hombros.

– Los programas de Joshua – Después de un momento preguntó – ¿Podrías respirar fuego ahora, sin cambiar?

– Si, aunque sin controlarlo.

El asintió.

– Pensé que sí, pero ya que puedes hacerlo bajo ciertas… circunstancias, creo que tienes la habilidad; simplemente la estás bloqueando.

– Tal vez sea así – Tomé un sorbo de mi cerveza.

– Asumo que una vez que seas capaz de controlar las habilidades de tu dragón en tu forma humana, serás bueno. Tú tendrás el control. Hombre o monstruo, no tendrás nada de qué temer.

– Gracias, pero todavía no sé cómo lograr eso. Toda esa mierda filosófica de aceptarse a sí mismo no parece estar ayudando.

Él pareció pensar por un momento.

– ¿Sería suficiente para ti si pudieras asegurarte de que Seungkwan estuviera a salvo?

– ¿A qué te refieres?

– Imagina que tu fuego no pudiera hacerle daño. ¿Eso resolvería tu problema?

– Bastante.

– No quería mencionar esto porque pensé que sería mejor para ti llegar a un acuerdo con tu parte dragón, pero a la luz de los acontecimientos recientes, siento que debo decirte que hay otra cosa que podrías hacer.