CAPÍTULO 9

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HANSOL

Conduje a Seungkwan a través de una puerta de vidrio en la parte posterior de la sala de estar, la cual se abría a una pequeña terraza que daba al patio trasero.

El ruido de la sala de estar se apagó una vez que la puerta se cerró detrás de nosotros, y me permití exhalar.

Había sido sofocante e incómodo allí, y no solo porque algo en mí había odiado ver a Seungkwan hablar con esos dragones -especialmente el último. Miró a Seungkwan como si fuera un pedazo de carne. El impulso de alejarlo del chico había sido casi abrumador.

Los dragones que miraban a los humanos desprevenidos de esa manera eran desagradables. Es por eso que lo protegí. Iba a seguir diciéndome eso, al menos.

– Gracias – Seungkwan habló detrás de mí, su voz casi tímida.

Girándome hacia él, suspiré. Se veía tan malditamente adorable mirándome, mordiéndose el labio inferior, un ligero rubor en sus mejillas. Era fácil ver por qué los charlatanes pensaban que era una presa fácil, y el por qué sacaba un lado protector de mí que no sabía que tenía.

¿Alguna vez me alegré de que mi hermano lo hubiera rechazado? Esos dos no habrían ido bien juntos. Me senté en un banco de madera en la terraza y palmeé el lugar vacío a mi lado.

– Siéntate conmigo – Él vaciló – No muerdo – le aseguré – Tampoco tengo rabia, lo prometo. Y no me abalanzaré sobre ti.

Él se rió de la última parte y negó con la cabeza.

– Lo siento. No estaba pensando eso. Supongo que estoy irritado – Pero la tensión desapareció de sus facciones y el rubor desapareció cuando me sonrió.

Era adorable cuando estaba avergonzado, pero también era jodidamente asombroso cuando no lo estaba. Decidí que no quería que se sintiera incómodo a mí alrededor en este momento, así que me moví un poco para dejar espacio para él cuando se sentó en el banco.

– Me disculpo en nombre de mi gente – dije.

Seungkwan me despidió.

– Está bien. Sé que no eres así.

– Creo que mi hermano presentó una nueva idea fascinante a sus vecinos cuando se apareó con un ser humano.

– ¿Tú crees? Tu madre se apareó con un humano, ¿no es así?

– Sí, pero creo que aquí los muchachos ahora se están dando cuenta de que pueden procrear con algunos machos humanos, omegas, y aún tener descendencia sana. Ya sabes que las hembras dragones son una mercancía rara.

– Y los dragones machos no pueden tener bebés.

– No, solo los omegas humanos pueden. Así que te miran y piensan…

– … en una máquina para hacer bebés.

Lo miré, sorprendido, cuando completó mi oración así.

– ¿Qué? – Preguntó – ¿No era eso lo que ibas a decir?

– No exactamente, no, pero creo que tienes razón.

– Así es como me sentí ahora.

– Lo siento – Lo miré de nuevo; no pude evitarlo – Tienes la figura perfecta – Un poco de carne en las caderas; no demasiado, pero lo suficiente para ayudarlo a superar ileso un embarazo de dragón – Y tampoco ayuda que seas de buen ver a los ojos. Todos y cada uno de los que están allí te querrán – Asentí con la cabeza hacia la sala de estar.

Seungkwan siguió mi mirada, algo distante en la suya.

– Todos los hombres que están allí, ¿eh?

EDDSS - VERKWANWhere stories live. Discover now