CAPÍTULO 10

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SEUNGKWAN

Hubo una gran conmoción en el comedor cuando volvimos. El pastel estaba sobre la mesa, pero nadie comía. En cambio, la gente miraba en la esquina superior derecha de la sala y hablaba en voz alta y excitada.

– ¿Qué está pasando? – Le pregunté a Hansol.

Señaló la parte superior del armario que contenían las agradables tazas de té, con una gran sonrisa en la cara. Joshua estaba de pie frente al armario tratando de alcanzar algo, y encima de ésta... entrecerré los ojos. ¿Eso era…?

– Vamos, cariño. Baja de ahí – Joshua hizo señas al pequeño dragón negro que estaba sentado encima del armario.

Mis ojos volvieron a la mesa. Uno de los gemelos estaba sentado en su silla alta, pero la silla contigua estaba vacía.

– Parece que Minho cambió – Hansol me susurró.

¿Cómo podía él decir cuál de ellos era quién? Yo no tenía idea de si el chico que permanecía en la mesa era Minho o Chan, pero él parecía seguro.

– ¿No es algo pronto? – Le pregunté. Todo lo que había leído sugería que la mayoría de los dragones no tenían su primer cambio antes de que tuvieran al menos dos años.

Hansol se encogió de hombros.

– Todos los niños se desarrollan a su propio ritmo. Creo que este quería volar.

Joshua trató de alcanzar a su hijo otra vez, y el pequeño dragón salió disparado y voló a un armario diferente al otro lado de la habitación. Él era adorable. Apenas era más alto que cuando estaba en su forma humana, pero la longitud de sus alas era impresionante, incluso si la forma en que las aleteaba aún parecía un poco insegura. Cuando llegó al otro lado de la habitación, hizo un ruido feliz y se puso de pie, como si estuviera orgulloso.

Su papá dragón sin duda se veía orgulloso desde su asiento en la mesa.

– Déjalo jugar – le dijo a Joshua – No se está lastimando a sí mismo ni a nadie más.

– Realmente es pronto – dijo la madre de Seokmin. Ni siquiera ella podía ocultar la orgullosa sonrisa en su rostro mientras sorbía su té.

– Incluso antes que Seokmin – agregó su padre, mirando con asombro al joven dragón.

– ¿No soy un padre afortunado? – Murmuró Joshua mientras su bebé volvía a tomar el vuelo para rodear la mesa.

La forma en que los otros dragones en la habitación miraban a Minho ahora, me hizo darme cuenta de que lo que Hansol había dicho antes era cierto. Muchos de ellos querían el tipo de descendencia que Joshua le había dado a Seokmin, y algunos de ellos podrían pensar que podrían obtenerlo de mí. La idea se quedó grabada en mi mente mientras veía volar al pequeño dragón.

Solo salí de mi pensamiento cuando el dragón arqueó su espalda y dejó caer algo. Algo marrón, que aterrizó en la cabeza de Seokmin.

Oh Dios, ¿eso era...?

Todos miraron a Seokmin, luego al bebé dragón que no estaba usando un pañal, y después todos comenzamos a reír.

Joshua casi se dobló por lo fuerte de su risa.

– ¡Tanto por no lastimar a nadie!

– Voy a limpiarme – murmuró Seokmin antes de salir de la habitación.

– No tardes demasiado – Joshua le dijo después – O no obtendrás nada de pastel – Se secó los ojos, todavía sonriendo.

Minho estaba posado en uno de los armarios de nuevo y miró hacia la mesa. Extendió sus alas, saltó y se zambulló. Pensé que podría apuntar al pastel, pero en su ansiedad se desvió de la mesa y aterrizó en el piso con un aullido.

EDDSS - VERKWANWhere stories live. Discover now