CAPÍTULO 8

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SEUNGKWAN

– ¡Mira! – Joshua sacó algo del enorme tocador en la habitación infantil – Les conseguimos a los niños algunos trajes de cumpleaños – Una enorme sonrisa se extendió por su rostro mientras me presentaba los nuevos mamelucos. Realmente se veían como trajes pequeños.

– Son adorables – Sonreí cuando Chan volvió a tirar de mi cabello. No parecía interesado en lo que iba a usar. Minho, por otro lado, casi se cae del agarre de su padre tratando de alcanzar la tela.

– Cuidado con eso – Joshua colocó a su niño en la mesa para cambiar pañales – Vamos a sacarlos de sus onesies.

Fui a colocarme a su lado y puse a Chan abajo también, lo cual no fue fácil porque todavía tenía un puñado de mi cabello que no quería soltar. Joshua se rió mientras desvestía a su hijo.

– Sabes que ayer le dije a Seokmin que si tiene tantos problemas para distinguir a los niños, solo tiene que esperar a que uno de ellos empiece a buscar su cabello.

– ¿Realmente no puede distinguirlos?

– Oh, está bien la mayor parte del tiempo, pero a veces se equivoca. No lo entiendo, realmente. No se parecen tanto, ¿verdad?

Miré desde el bebé a quién le estaba quitando el onesize, hacia su hermano que estaba a su lado

– Lo siento. Se ven iguales para mí – Especialmente por la forma en que Joshua los vestía con ropa idéntica.

Joshua suspiró. Entonces una expresión de alegría se hizo cargo de sus facciones.

– Ellos tienen sus diferencias, ¿sabes? No solo en apariencia. Minho es más quisquilloso – Y tan pronto como dijo eso, sopló una pedorreta en el vientre desnudo de su hijo. Minho chilló de alegría y trató de agarrar la cara de su padre con las manos.

Me reí ante la vista. Hicieron una imagen tan hermosa.

– Está bien – dijo Joshua, volviendo a levantarse – Ahora a meterlos en sus nuevos trajecitos. Tendrás que ayudarme a obtener buenas fotos más tarde.

– ¿Para tu pared?

Él sonrió.

– Para presumir ante todos los desafortunados que se encuentren conmigo.

– Por supuesto – Sonreí – Me encanta cuando me envías fotos, ¿sabes?

– Bien, porque no voy a parar – Me miró con una sonrisa conspiratoria – Y sabes que tarde o temprano voy a hablar con Seokmin para que intente uno más.

Me reí.

– Estoy seguro de que lo harás.

Su expresión se volvió seria, incluso mientras me entregaba el traje para vestir a su hijo.

– ¿Recuerdas cómo te dije que iba a buscar dragones para emparejarte cuando llegaras aquí?

Asentí con la cabeza, mi boca se secó de repente.

– No lo he olvidado tampoco. He estado manteniendo los ojos abiertos casi todo el tiempo. Y he invitado a todos los que pensé que podrían ser un buen partido para esta fiesta.

Tragué saliva, pero mi garganta estaba tan apretada que casi dolía.

– Tu… qué…

Él realmente estaba tratando de emparejarme. Con un dragón. Esta noche. Oh Dios. No estaba preparado para esto.

– No tienes que ponerte tan rojo – Joshua me dio una palmadita en la espalda – Estarás bien, ¡créeme! Todos son buenos chicos. Sé que estás buscando tu propio príncipe azul.

EDDSS - VERKWANWhere stories live. Discover now