CAPÍTULO 39 - EPÍLOGO

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SEUNGKWAN

Fue alrededor de siete meses después del nacimiento de nuestra pequeña que fuimos por primera vez a nuestra residencia de verano en la Isla de los Dragones. Nos habíamos instalado en una linda casa cerca de la casa de Joshua para que nuestros hijos jugaran juntos cuando fueran un poco mayores. Y, por supuesto, la casa tenía espacio suficiente para poner una biblioteca personal junto con una sala de cunas y otra que pudiéramos utilizar algún día para otro niño. Tal vez. Todavía no estaba listo para pensar en tener otro parto.

Sin embargo, mi amigo Joshua era otra historia. Cuando él y Seokmin vinieron a visitarnos, echó un vistazo a nuestra pequeña princesa y quedó completamente embelesado.

– ¿Tenías que tener una chica? – Oí que Seokmin le preguntaba a Han – Ahora nunca se va a callar acerca de tener otro niño.

Han se rió.

– Oh, estás celoso porque mi hija es la bebé más linda que haya existido nunca. Es más inteligente,  también. Ella ya estaba gateando a los cinco meses.

Sonreí para mis adentros mientras Han presumía sobre Yeojin de nuevo.

Nuestra princesa lo tenía completamente envuelto alrededor de sus pequeños dedos.

– Espero que ella corra – Dijo Seok.

Me encogí un poco, pensando en todos los problemas en los que una Yeojin corriendo podría meterse. Estábamos bastante seguros de que ella había heredado tanto la curiosidad natural de mi como de Han, la forma en que siempre miraba a su alrededor con los ojos muy abiertos. Ojos del mismo color que el mío, aunque parecía obtener la mayoría de sus otras características de Han.

En este momento, estaba tratando de imitar los sonidos que Joshua estaba haciendo mientras jugaba con ella.

– Entonces – Han le dijo a su hermano – ¿estás seguro de que están bien por cuidarla un rato? No tardaremos mucho.

– Por supuesto. Buena suerte.

Han me miró y luego a Seok, como si en silencio se preguntara si realmente quería dejar a su pequeña niña al cuidado de otra persona. Al principio pensé que sería una dificultad para él quedarse en casa cuando comenzara la escuela más tarde este año, pero el papel del padre cariñoso parecía ser natural para él.

– Gracias – Dijo finalmente – Si ella se pone quisquillosa, puedes leerle un libro. A ella le encanta eso.

– Podemos manejarlo – Llamó Joshua desde la cuna – Mucho más fácil que los torbellinos en que se han convertido nuestros gemelos.

– ¿Están con su abuela? – Le pregunté.

– Sí. En realidad es realmente agradable tenerla alrededor a veces.

Sonreí.

– Nos aseguraremos de utilizar eso en el futuro.

– Está bien – Han tomó mi mano – ¿Listo para salir?

Besé su mejilla.

– Absolutamente.

Juntos salimos de la casa, y tan pronto como estuvimos fuera Han cambió a su forma de dragón, que era tan hermosa como la recordaba. La próxima semana, después de que nos hayamos acomodado un poco más aquí, mi hermano se quedaría con nosotros por un tiempo, tal como lo prometieron. No podía esperar para mostrarle a mi dragón, y sabía que iba a pasárselo bien. Probablemente disfrutaría volando más que yo -todavía estaba un poco aprensivo de todo, pero con Han, al menos, me sentí seguro mientras subía a su espalda.

Me llevó a través del aire nocturno hasta la cima del volcán. En unos días, íbamos a bautizar a nuestra hija aquí, pero esta noche era para algo diferente. Esta noche, nos íbamos a vincular.

Estaba más que un poco emocionado cuando me bajé de Han y me quité la camisa, como habíamos discutido. Al parecer, el proceso requería que usara sus garras para esculpir algunas runas antiguas en mi piel y luego sumergirme en su fuego para cauterizar la herida, lo que sí sonaba un poco atemorizante, pero Joshua había salido indemne, así que esperaba que yo también lo hiciera. – Después de todo, yo fui quien presionó por esto.

– ¿Listo? – Preguntó Han, su voz baja y gruñendo en su forma de dragón detrás de mí.

Tomé una respiración profunda.

– Sí – Porque no iba a estar más listo al prolongar la espera. Después de otro momento, sentí su garra tocar mi piel, y luego aplicó presión. Me dolió un poco, pero no tanto como me había preocupado. Cerrando mis ojos, me mantuve quieto mientras mi dragón me marcaba como suyo.

– ¿Estás bien? – Preguntó.

– Sí – De hecho, la herida me hizo cosquillas de una manera divertida, no de una manera dolorosa – ¿Estás listo para la siguiente parte? – Le pregunté porque imaginaba que podría sentir aprensión por tener que lanzarme fuego.

– Estoy listo – No había ni una pizca de duda en su voz, y me sentí orgulloso de él. Realmente había recuperado el control sobre su forma de dragón y ahora confiaba en sí mismo, y yo también confiaba en él.

Así que tomé otra respiración profunda y dije.– Continúa.

Al momento siguiente, me envolvió un cálido resplandor. Sentí el calor tan confortable en mi piel que tardé un segundo en darme cuenta de que estaba siendo rociado en llamas. Llamas de Han.

Cuando disminuyeron, un torrente de emociones se precipitó en mí.

Amor, gratitud, felicidad. Eran las emociones de Han. Podía sentirlas, entremezclándose con las mías. Estábamos unidos ahora, y la sensación, esta abrumadora sensación de pertenencia, era increíble.

Y solo se profundizó cuando volvió a su forma humana y me besó. Él era mío, y yo era suyo, y en un momento, volveríamos a cuidar a nuestra bella y curiosa hija.

Hace apenas un año, no había sido más que un omega con una obsesión por los cuentos de hadas.

Ahora, yo estaba viviendo mi propio cuento.

Fin.

Fin

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EDDSS - VERKWANWhere stories live. Discover now