Perdí la cuenta de cuanto tiempo me quedé viéndola, realmente disfrutaba cuando su expresión lucía relajada y su respiración coordinaba con la mía.
Enterrando la yema en mis dedos sobre en su fino cabello, me concentraba en ver sus ojos cerrados, en sus ojeras y algunas líneas de expresión que se marcaban a lo largo de su frente y boca. En su nariz podía notar las marcas que le dejaban los lentes. Cuando dormía, era el único momento en que se los sacaba y eso mismo hacía que un pequeño huequito se forme.
Jamás había disfrutado tanto el silencio o mejor dicho casi silencio. Sus inocentes ronquidos me hacían reír por lo bajo, enterrando mis risitas en la palma de mi mano, tratando de aguantar mi alegría con todas las fuerzas.
-No hagas eso -susurró luchando contra el cansancio al tratar de abrir los ojos, para cerrarlos nuevamente, cayendo en la pereza que se causaba tener que salir de ese estado.
Seguro se había percatado que la única que seguía dormida en toda la casa era ella. Hasta nuestros gatos se despertaron antes.
-¿El qué? -pregunté con emoción al ver que estaba consciente. Mi mano se deslizó hasta su mejilla.
-Haces eso cada vez que duermo mucho -su boca formó una curva aún con sus ojos cerrados.
-Es que me gusta verte dormir -mi peso se apoyó sobre un brazo y me acerqué a su mejilla para dejar un beso -me relaja.
Su acción involuntaria generó una risa.
-Lo sé... -suspiró y su aliento chocó sobre mi hombro.
Seguí dejando besos en su rostro para tratar de despertarla, pero lo único que lograba era que se relaje aún más.
-Hay que levantarnos -dijo.
Escuché al instante como se quejó. Sus manos viajaron por las sábanas hasta agarrar mi cintura, presionando mi cuerpo contra el suyo. La sensación fría llegó a mi cuando mi espalda quedó descubierta y sus dedos comenzaron a dibujar formas.
-No, cinco minutos más -suplicó mientras bajaba su cabeza y se recortaba sobre mi pecho. Ahora mismo, lo único que escucharía serían los latidos de mi corazón acelerarse a cada instante.
-Que raro que Hange Zoë tenga prioridad por su novia antes que al trabajo -reí.
-El trabajo puede esperar -habló con seguridad y me miró.
Aún si la luz de la tarde noche no hacía un buen trabajo en iluminar la habitación, era lo suficiente para dejarme ver lo justo y necesario en su rostro.
-Vos no -completó.
-Entoces podemos quedarnos más de cinco minutos.
Sonreí y le dí un último beso. Mi cuerpo se movió y me dí la vuelta, invitándola a que me abracé por allí y así lo hizo, rápidamente su brazo me encerró por completo y aún si no lograba ser tan pesada, era lo suficientemente para sentir una presión contra el. Su mentón se apoyó en mi cabeza.
Me sentía tan protegida en sus brazos y cuidados y amaba tanto que me tuviera así y mi suplicara por un poco más de sueño.
Su respiración cambió rápidamente lo que me dió a entender que se había vuelto a dormir, estaba tan casada que dos segundos eran suficientes para hacerla caer en un profundo sueño.
Y así me quedé, junto a Hange y sintiendo el vultito en los pies de nuestros hijos. Nuevamente, un poco más de tranquilidad.
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Lovers rock | hange (oneshots)
Fanfictionラヴァーズロック En donde somos profundamente felices junto a los brazos de Hange y en donde el amar, es lo más importante. F!reader 2022| tedemannzanilla.