15 || Confundido

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—Que locura. —Jungkook sonríe de forma leve—. ¿Por qué querías eso?

Taehyung pierde el contacto entre miradas. Su vista sube con lentitud hacia el cielo nocturno. Deja escapar un suspiro.

—¿Sería una locura algo tan inocente como eso? Después de lo que ha pasado entre ambos... Nosotros prácticamente nos involucramos de forma sexual.

Después de un prolongado silencio, Jungkook habla:
—Eso no debió pasar.

Taehyung voltea a verle, mas nota que Jungkook evita el contacto visual. Después de todo, no reconocería que siente algo por un chico, ¿o sí? Se ocultará bajo la barata excusa de que fue un error y continuará con su vida. No obstante, en algún punto se lamentará puesto que situaciones que se supone no deben suceder debido a la oposición de las leyes naturales del hombre en la sociedad, son las más seductoras tentaciones que se viven en el mundo exiguo y prohibido. Una vez la gota cae en la punta de su lengua, el sabor de lo indebido se vuelve una necesidad.

—Estuve con esta chica hoy en la tarde. Hablo de lo que escuchaste. Me sentí tan fuera de lugar —admite—. No estaba enfocado.

—No me cuentes tu vida sexual —repone Jungkook, empezando a fastidiarse.

—Escucha primero —pide, con gentileza. No quiere hacerlo enojar—. No sentí con ella ni la mitad de lo que sentí cuando estuve contigo.

Jungkook sostiene una mirada retraída y las comisuras de los labios ligeramente caídas.

—Sólo estás confundido, Tae.

Dicho esto, negándose a escuchar algo más que le haga querer quedarse, se incorpora.

Negar y ocultar sus sentimientos le salvarán de una vida de penuria. Ya lo ha hecho antes.
Camina decidido a abandonar aquel lugar, alejándose sin querer hacerlo, de quien se suponía debía convertirse en su arma. Pero no contaba con que las armas así como son de poderosas y útiles, pueden corromper a su usuario.

Taehyung no voltea. Mantiene su vista en el paisaje, sintiendo el abandono irreversible de Jungkook y negándose a verle marchar. ¿Quién pensaría que alguien como él, un modelo de renombre, con fama, dinero y relaciones indirectas con la mafia acabaría atraído por un delincuente;  quien en un principio planeaba matarlo para vengar a su familia y, recapacitando, posteriormente sería amenazado e involucrado en situaciones nefastas?

¿Eso lo convertía en un masoquista? O, como dijo Jungkook, ¿sólo estaba confundido?

Si era así, si el capricho era tan grande, ¿por qué se negaba a moverse de ese sitio, donde prevalecía el aroma y el aura de un vulnerable Kookie?

No te vayas... Por favor.”

Déjame ir, Tae.”

Últimamente Jimin se ha sentido acechado, sea donde sea que vaya. Ha intentado permanecer la mayoría del tiempo acompañado. Hoseok y Taehyung le han servido de mucha ayuda, ya que Jungkook no ha atendido sus llamadas y, tampoco se encuentra en su apartamento.

El gran centro de compras parecía ser un lugar seguro un jueves por la tarde. Sin embargo, cuando toma un pasillo en busca de ciertos utensilios para remodelar su oficina, se encuentra cara a cara con Min Yoongi.
En cuanto le ve se congela, sus piernas tiemblan y no sabe si huir o actuar como si nada pasara.

Sin razón aparente, Yoongi comienza a botar utensilios uno por uno sin despegar su vista del chico. El sonido de las cosas caer al suelo llaman la atención de algunos clientes. Yoongi parece indiferente a estos, mas Jimin se muestra avergonzado. En cuanto el mayor está por tocar unos envases de vidrio, Jimin corre y le detiene.

—Hyung —le saluda con amabilidad—. ¿Se te ofrece algo?

Jimin sólo puede recordar haberlo ofendido tras haber sido llamado enano, por lo que estando solos teme por las consecuencias de sus palabras.

Sin embargo, Yoongi responde, deteniendo su acto.

—¿Dónde está Jungkook?

El chico ríe con nerviosismo.
—Ojalá supiera. Empiezo a preocuparme porque no responde mis llamadas.

—¿Quiere decir que ha salido de la ciudad? Taehyung debe saber algo, dame su número telefónico.

Jimin ve insinuante lo que su mayor a causado, incitándole arreglar el desastre.

Yoongi se encoje de hombros, entonces sale sin más.
Jimin bufa, frustrado. Ve que aún hay personas viendo la escena, por lo que hace reverencias en forma de disculpas y proseguir acomodar los utensilios que yacen en el suelo.

Una vez realiza y paga sus compras, sale del local. Fuera, en el estacionamiento, Yoongi le espera. Este se encuentra fumando un cigarrillo.

—Hey, hola otra vez.

Yoongi ignora su saludo.
—El número.

—¿Cuál número? —se hace el desentendido, metiendo las bolsas de compras en el maletero de su auto.

—Escucha, Park, yo no olvido. Si quieres arreglar tu desastre te conviene salir de esto de una vez.

—Tae... Su número es privado.

—Me sé un truco para averiguarlo —admite. Con atrevimiento se acerca a Jimin, le saca el móvil del bolsillo de su pantalón y coloca la pantalla en el rostro de este para desbloquearlo. Revisa sus contactos y da con quien buscaba—. No vuelvas a mentirme. No me gustan los chicos mentirosos.

—Hyung, sinceramente me da igual que tipo de chicos te gusten.

Yoongi le dedica una mirada filosa que hace que Jimin se muerda la lengua.

—Si encuentras a Jeon dile que me contacte. Dile que Taehyung corre peligro. Los Kwan están yendo hacia él y ahora que no tiene respaldo no tendrán piedad.

—¿Por qué quieren destruir a Tae? Es una buena persona que no haría daño a nadie.

—Mas allá de la envidia están los conflictos con su familia. Y tengo la leve sospecha de que no es Seokjin el genio tras esta operación. Ese sujeto... Kim Namjoon.























Become a gun ➴  𝐤𝐨𝐨𝐤𝐯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora