El hijo de un peligroso mafioso es visto y grabado en un bar gay, bailando borracho y seductoramente en el pole dance.
Uno de los presentes, Jeon Jungkook, casualmente el enemigo número uno del mafioso presencia el acto. Jungkook no duda en aprovech...
―Quisiera no tener que incluir a Taehyung en esto, después de todo es su padre.
―Esa cucaracha no tiene sentimientos ―musita Yoongi, pensativo―. ¿Has hablado con él?
―¿Con la cucaracha o con Taehyung?
Yoongi le dedica una severa mirada. ―Con Taehyung, por supuesto.
―Aún no ―admite.
―Te has ablandado ―admira Yoongi―. No te culpo, él es alguien fascinante. Debería invitarle a un trago luego de esto.
―Ni se te ocurra ni pensarlo ―profiere Jungkook dedicándole una mirada amenazante.
Yoongi suelta una risa. De un segundo a otro sus facciones se vuelven sombrías. ―Si sigues jugando con él de esa manera lo perderás. ―El menor se muerde la lengua. Min Yoongi tiene razón, y Jungkook sabe que podría perder a Taehyung de ambas maneras, teniéndolo o no. El mayor continúa―: Sé lo que piensas y, lo duro que debe ser tomar esa decisión. Así que, Jungkook, mi recomendación es que lo dejes en paz.
No hay malicia en su tono de voz, no pareciera haber segundas intenciones; es más, Min Yoongi le está dando un consejo, una advertencia que puede llegar a funcionar.
Jungkook se reclina en la silla. Lanza un resoplido al aire.
―¡Maldición! —masculla.
―¿Te has encariñado con él? O, ¿ha pasado algo más entre ustedes dos? Porque tu fantasiosa historia no me la creo. Es mas, juraría que eres tú quien acecha a Taehyung y no al revés.
El chico menor no admite ni desmiente la presunción, por lo que Yoongi asume ha dado en el clavo.
―¿Sabes? ―prosigue Min―. Aunque intentemos evitar el amor este siempre nos perseguirá. Es un decreto de vida. He leído gran cantidad de libros, desde novelas policiales hasta thriller psicológico y en cada uno de ellos, el protagonista encuentra alguien a quien amar. No siempre se trata de amor romántico, ¿pero entiendes lo que te digo? La soledad no está hecha para ningún ser humano.
―¡Agh, simplifica las cosas, no le des tantas vueltas al asunto!
―Tu miedo irracional por volver a perder un ser querido eventualmente te alejará de tu humanidad; mantenla a flote ahora que puedes. Por cierto, Jungkook, tú y yo no somos amigos, si le rompes el corazón a Taehyung, no tendré piedad.
Jungkook bufa. ―Hablas de él como si le conocieras de toda la vida.
―No es así, pero sé distinguir una joya auténtica ante una falsificación. Y, algo más que agregar: en las novelas de acción los criminales siempre pierden aquellos que les rodean, tarde o temprano.
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Sus nudillos golpean suavemente la puerta de madera lisa. Mantiene las manos en los bolsillos de su suéter debido al frío de aquella tarde. Vaho sale de su boca cada vez que exhala.
