Contaba con los dedos de sus pequeñas manos los días restantes para su cumpleaños número cinco cuando el invierno llegó con un regalo especial. La ingenuidad de un niño no le haría pensar que algo malo estaría por ocurrir; que aquellos fríos meses invernales serían los últimos en los que apreciaría la hermosa y soñadora sonrisa de su madre.
Había mucha nieve al norte de Corea, pero eso no les impedía detener su paseo hacia Sokcho. Al llegar a dicha ciudad, los recuerdos aún persistentes en su memoria de un muelle largo, un pabellón tradicional que concluía en el lago Cheongchoho le daban la bienvenida en un majestuoso escenario.
―Cariño, mira esto. —La melodiosa voz de su madre le trajo de vuelta su atención—. Quédate ahí.
El pequeño Taehyung espera confundido a su madre al inicio del muelle atendiendo su palabra. La joven mujer comienza a caminar de una extraña manera ante los ojos del niño, mas percibe la belleza en aquellos firmes y alargados pasos.
Él sonríe, porque ama ver a su madre hacer cosas graciosas. Ella lo llama con un gesto de mano, por lo que el pequeño decide imitar la caminata de su madre.
La mujer se muestra sorprendida, mas aplaude cuando su hijo llega hacia ella.
―Mamá, eres graciosa, ¿por qué caminabas así? Fue divertido ―comenta él, soltando risitas.―Eso se llama “modelar” ―murmura ella en respuesta―. Te contaré un secreto. Solía hacer eso en los festivales de textiles en nuestra ciudad, y me pagaban por ello. Es divertido, ¿no? Y tú lo haces muy bien. Fue un sueño que no se pudo cumplir, puesto que me casé con tu padre y a él nunca le gustó la idea. Después descubrí que el mundo podría ser nuestra pasarela.
―¿Nuestra? ¿Yo también puedo?
―Sí, ¿por qué no?―La mujer se agacha para quedar a la altura de su hijo―. Pronto nos mudaremos a la cabaña, ¿te parece? Pero no le diremos a papá.
―Mamá, ¿papá es malo? —inquiere el pequeño Taehyung.
―Él… sólo vive una vida alegre para él mismo —responde ella de la manera mas llevadera.
―¿Qué significa eso? —Él le ve confundido, haciendo una mueca tierna en su rostro.
―Que no lloraría si un día nos fuéramos de casa, así que no te preocupes por eso. Estaremos bien. Él también estará bien.
Repentinamente el cielo de Corea se ha nublado, haciendo caer gotas de lluvia que gradualmente se vuelven pesadas, encerrando a un mortificado Kim Taehyung en la habitación 505 del motel. Siente incertidumbre, mas no hay lágrimas por derramar. Sentado con la espalda pegada sobre la puerta, enciende su teléfono. Ignora los cientos de mensajes y notificaciones de llamadas perdidas que caen en instantes para se dirige a sus contactos en búsqueda de un nombre en específico.
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Become a gun ➴ 𝐤𝐨𝐨𝐤𝐯
FanfictionEl hijo de un peligroso mafioso es visto y grabado en un bar gay, bailando borracho y seductoramente en el pole dance. Uno de los presentes, Jeon Jungkook, casualmente el enemigo número uno del mafioso presencia el acto. Jungkook no duda en aprovech...