31 || Serpiente

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Años atrás, de regreso a casa tras uno de sus tantos deshonestos trabajos, Jungkook vio una extraña escena ante sus ojos. Un auto lujoso estaba mal aparcado obstruyendo el pase hacia un callejón. Había personas alrededor quejándose del hecho, mas no hacían nada al respecto, sólo criticar y cuchichear.
¿Por qué no simplemente llamaban a la policía para notificar del caso y asunto arreglado?
Porque no se trataba de una persona común.

La intuición de Jungkook lo llevó a dar un salto, arrastrándose ágilmente por el capó del vehículo hacia el otro lado. Volteó sobre su hombro para observar cómo las personas se asomaban curiosas.

Miró al sujeto, quien mantenía con dificultad la espalda pegada en la fría pared y la cabeza gacha. Una botella de alcohol en su mano.

―¡Agh, hyung, te dije que no tomaras demasiado esta vez! ―proclamó en voz alta para los curiosos, quienes poco a poco se dispersaron―. Te llevaré a casa en el auto, pero, ¿dónde dejaste las llaves esta vez?

El público se tragó el cuento, por lo que en cuestión de segundos los dejaron solos.

Jungkook revisó los bolsillos del abrigo del sujeto, quien ante el toqueteo levantó la mirada, dejando al descubierto un bello rostro de revista.

No obstante, el halago se lo llevó Jeon.

―¿Qué es esto? ¿Un ángel? ¿Vienes a salvarme? -musitó, fuera de sí.

―Vengo a robarte ese bonito auto que abollaste ―admitió en un murmullo melodioso, hurgando en los bolsillos interiores. Se topó con un papel, el cual sacó y leyó con descaro―. «Carta de despido, agencia K Model». ―Jungkook esbozó una sonrisa burlona. Aquello anunciaba que el chico había cometido algún acto inmoral y, no sólo eso, sino que debía de traer algo de dinero consigo―. "Kim Seokjin"... Los modelos son algo detestables, tienen el ego tan grande y se creen mejor que la gente promedio. Te has salvado de ese mundo, ¿eh?

―¿Un demonio? ¿O la muerte? ―Jungkook no entendía sus balbuceos, hasta que apuntó un objeto que sobresalía de su cadera, entre su pantalón―. ¿Vienes a acabar con mi sufrimiento?

El menor encontró las llaves, sin embargo en vez de huir respondió :

―Podría hacerte el favor ―comentó, mordaz. Con un movimiento de mano se compuso la camisa, ocultando la parte sobresaliente del arma―. Pero no hago favores gratis. Me pregunto, ¿qué podrías ofrecer?

Jungkook no era del tipo que mataba por placer, únicamente le gustaba bromear acerca de ello, y tampoco tenía intenciones de acabar con la vida de Kim Seokjin. Sólo quería su auto y su dinero, puesto que en el trabajo anteriormente realizado le habían estafado.

Mas una cosa llevó a otra.

―... y nos besamos ―concluye―. Creo que luego de eso nos vimos un par de veces más, pero fue algo fugaz. Descubrió mi "oficio" y se mofó de él. Es gracioso como acabó siendo la mano derecha del líder de los Kwan cuando me recriminó que mi trabajo era deshonesto.

―¿Dolió? ―inquiere Taehyung, curioso. Jungkook parece no comprender su pregunta, por lo que se explica mejor―: Cuando tú y él dejaron de verse.

Jungkook chasquea la lengua.
―Me dio igual, nunca llegué a tener sentimientos reales por él.

Taehyung se muerde la lengua. El nombre que ronda en su cabeza grita en su cabeza cada vez más y más fuerte.
―¿Y con Bangchan?

Jungkook se queda inerte. No dice nada durante algunos momentos.
―¿Qué? —se crispa.

―El chico que dicen que matas-...

El menor suelta una risilla que pronto se convierte en una mueca de fastidio.
―Has pasado con Min Yoongi mucho tiempo, ¿cierto? ―Los ojos de Jungkook parecen cuchillas filosas directo a los de Taehyung, quien de pronto se siente indefenso. La bebida de dudosa procedencia hace estragos en su interior, inhabilitando sus movimientos, los cuales se tornan torpes y lentos―. Entonces, ¿qué demonios haces aquí? ―Él parece querer reprimir la furia en su interior―. Yoongi... tiene una serpiente tatuada en su espalda «simboliza pensamientos y acciones venenosas», ¿la has visto? Supongo que sí, ya que parecen ser muy cercanos... Y tu silencio dice mucho.

―No, Kook- ―se apresura hablar, mas de un segundo a otro Jungkook se encuentra de pie.

―Dije claramente no querer verte cerca de él, ¿no lo dije? ―Al no responder Jungkook se impacienta―. Lárgate, Kim.

Taehyung se siente pequeño ante la imponente figura demandante de Jungkook y sus celos. Mas no planea irse, no le teme, es más, esa actitud suya le provoca sensaciones de placer.

―No me iré, así que cállate ―ataca Taehyung retador, sólo para provocarlo―. No soy de tu propiedad, así que si veo la espalda desnuda de Yoongi-hyung es muy problema mío.

Jungkook toma agresivamente a Taehyung de la muñeca, obligándolo a levantarse, guiándolo hacia algún lugar entre los espesos arbustos de flores.

Frente a ellos se encuentra una enigmática y sorpresivamente romántica escena. Un lecho de flores delicadas que planeaban ser destruidas cuando el fuego de la pasión arraigara sus cuerpos, danzando tras caricias delicadas, besos hambrientos y suspiros de goce.

―Bien ―habla Jungkook, sacando a Taehyung de sus fantasías, o más bien de lo que serían las intenciones del menor―, si crees que por matar y mentir no puedo ser dulce y querer hacer el amor contigo... me pregunto si vales la pena, Taehyung, o sólo eres alguien que se enfiesta y se emborracha hasta perder la conciencia porque en tu interior estás tan vacío que quitarse la ropa es tu verdadera percepción de intimidad. ―No hay respuesta, al menos no al instante, por lo que sin decir más, Jungkook deja el lugar, abandonando a Taehyung, dejándolo sólo con el arrepentimiento e incertidumbre.

―¿"Hacer... el amor"? ―se pregunta en un murmullo, viendo con lástima cuan cómodo y especial se presenta el lecho ante él.

•••

―¡Maldito hijo de puta! ―exclama, pateando algunas cajas que aún no lograba desempacar en su nueva habitación.

Lentamente la puerta del armario se abre. La figura cohibida de aquel desnutrido chico se muestra.

―No confía, ¿no es así? ―profiere con malicia.

―Es culpa de Min ―sostiene, sentándose al borde de la cama―. Estoy seguro.

―¿Lo matarás? —cuestiona el chico, removiéndose con algo de entusiasmo.

―La muerte no es el castigo adecuado para los pecadores y traicioneros; te lo he dicho miles de veces.

―Oh, olvidaba las razones por las que estoy aquí —admite, rígido.

―Aún con esa droga... Taehyung no confía en mí.

―Porque está la «verdad absoluta», y la verdad que tu cerebro idealiza como tal, Kookie. Lo que ves no es lo que hay.

―Deja de decirme así.

―¿Por qué? ¿Dejaste que él también fuera cariñoso contigo? ¿Te encariñaste con el enemigo?

Jungkook se deja caer en la cama.
―Báñate ―le ordena, comenzando a quitarse la faja de sus pantalones.




•••



Atent@s que se viene drama del bueno.

Espero no les vaya aburriendo la trama, me gustaría saber qué piensan.

He pasado días difíciles, por eso no había podido actualizar.

Les quiero por el sólo hecho de leer esta pequeña historia <3

Become a gun ➴  𝐤𝐨𝐨𝐤𝐯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora