Algo inesperado

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Duele. Mucho. Ahh!! No puedo, lo juro. Cecilia a llamado a mi madre. Pero es que.. Duele. Los medicos me hacen caminar, mi madre y Cecilia estan a mi lado sujetandome. Despues me ponen en una pelota para bota en ella. Es divertido, pero... Duele. Me toco la barriga y deseo que esto acabe. Me han cambiado y tengo una manta. Le digo a mi madre que me traiga un chicle. Porque de rabiar me voy romper los dientes. Mi madre me dice de llamar a Angel, pero le digo que no hasta las 8 nada. Son las 7.30, asi que lo llamaré luego. Pero a las 7.45 me llaman, mi madre me pasa el Smartphone y lo cojo. Es Angel.

- Amor?- Hace una pausa.- Donde estas?

- Mi vida... No te asustes...

- Si me dices eso, me asusto.- Me interrumpe.

- Amor... Grrrr....

- Te duele?- Dice mi madre.

- Amor que pasa?- Dice preocupado

- Mamá esque tu tambien.- Le riño.- Amor, estoy en el hospital, no te he querido molestar por tu reunion importante.- Respiro

- La niñas estan bien?

- Si, tranquilo.

- Y tu?- Dice impaciente.

- Yo? De parto.

- Y porque no me llamas?- Dice enfadado.

- ¡QUIEREES VENIR YA!?- Le grito y cuelga.

Seguimos paseando. El chico de la ambulancia, se llama Erik, es muy majo, me ayuda y está conmigo. Intenta relajarme. Y me cuenta chistes para que no piense en el dolor. Angel viene, le da las gracias y el muchacho se va a por agua.


- Porque no me has llamado?- Dice agarrandome de las manos.

- Porque llevabas semanas hablando de esa super reunion. Y yo pues... No se... No queria molestar, mi madre insistia, e insistia. Pero decia que no.- Entra el enfermero, creo que es Gay.


- Bueno vamos a ver cuanto has dilatado, tumbate aqui.- hago lo que me pide- Mmm... Has dilatado 9cm. Venga unos botes más y para el paritorio.- Me vuelvo a la pelota. Boing, boing y boing. Me cansado me pongo de pie, con el barrigos y camino. La doctora viene y me dice que me suba a la camilla que trae el enfermero, me ayudan a subir entre Angel y Erik. Me llevan al paritorio.

- Haber señora Garmendia suba aqui las piernas.

- 1. Vale, 2. Soy señorita Rosalindez.-Asiente. Yo hago lo que dice.

- Nombre?- Pregunta

- Tara.

- Vale, hechese para delante. Le voy a poner la epidural. No lo notará, pero si notará que almenos los dolores no seran para tanto.- Lo hago, noto como la aguja entra y que pasa un liquido. - Ahora, empuje, cuanto antes salga uno, rapido saldrá el otro.


Pasa una hora, y sigo igual pero con más presion con que salgan. Angel, me agarra la cabeza. Me besa. Y me dice que pase lo que pase estará conmigo. Pero que porfavor que le suelte la mano y le agarre el brazo que se lo estoy magullando. Y cuando me doy cuenta tengo carita de arrepentida. Hace un gesto que es de no pasa nada. Asiento y sigo empujando.


- Cariño te digo lo mismo de antes. Empuja. Venga. Tu puedees mi amor, tu puedes, sigue.- La enfermera ve los pelitos. Y nos lo comunica. Estoy es muy lento.


Son las 12 de la maldita noche. Estoy agotada, hinchada. Dolorida. Le ve una parte de la cabeza, pero no sale mas. Pasan los minutos, y sigo igual. Dios!! Angel se desmaya de tanta presion, lo sacan, y oigo vomitonas, pobrecillos. Entra mi madre. Mi madre y mi padre estan ami lado animandome, soñé con un momento así. Ellos estan conmigo. Me alegro de que esten en un momento como este. Me agarran de las manos y paso otra hora igual de mal. Ya está la cabecita fuera. Y duele. Y sale!!


- Enhorabuena, es niña. Su nombre?- Pregunta. Y yo sigo empujando.

- Annie!- Digo en un susurro

- Es preciosa.- Dice se la pasa a mi padre. La abraza y la niña llora. Me la entrega y es que es la mas bonita del mundo.

Mi padre llora de alegria y se la entrega al enfermero para que la limpie y le dice a Angel que entre. El está conmigo. Y me abraza. Me dice que la niña es preciosa. Pero aun queda la otra. Le ve los pelitos y esta vez le dice a Angel que lo vea, se queda muy emocionado.

- Mi amor!!! Venga que falta poquito. Pero muuy muyy poquito!!- Me besa el cabello y me sigue dando animos.

- Amor, en una temporada nada de hijos ee..- Me rio y el sonrie.

No tengais hijos, y suerte que son dos porque el tercero ya no podria. Sigo empujando y empujando. Noto como la cabezita. Y cuando va saliendo su cuerpo, duele muchisimo, pero mucho. Y cuando sale, estoy tan pero tan agotada, que estoy por desmallarme. Me quitan la placenta. Me limpian, me cosen. Y cuando ven al bebé.


- Enhorabuena, señora de Garmendia, es un niño.


Niño? No debe de ser un error, no, debía ser niña. Y poco a poco voy perdiendo la conciencia. Y caigo en un profundo sueño. Y oigo llantos y llantos. Que preciosidad de sonido. El llanto de mis bebés.

La historia de amor jamás escritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora