41- La mejor sorpresa

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➪𝐌𝐚𝐫𝐚𝐭𝐨𝐧 𝐏𝐨𝐫 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐢𝐫 [1/5]
𝐋𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐦𝐞𝐭𝐢𝐝𝐨 𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐮𝐝𝐚 𝐦𝐢𝐬 𝐜𝐡𝐮𝐥𝐚𝐬.
𝐃𝐢𝐬𝐟𝐫𝐮𝐭𝐞𝐧𝐥𝐨
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Narra Leilani:
Termine mi pintura y justo llegó Gisselle junto con Amelia.

Entraron a mi habitación como si fuera su casa, eso me molestó un poco y más porque no es como que me caigan bien.

Gisselle: Ay, primita, ¿Te puedes ir a la sala? Amelia y yo vamos a estar aquí.

Leilani: -Me empecé a reír- ¿Es una broma, no? Es obvio que no me iré a la sala, es mi habitación y yo quiero estar aquí. En ese caso ustedes vayan a la sala.

Gisselle: No seas inmadura, Amelia y yo queremos aprovechar los últimos días que tendrá antes de irse a España.

Leilani: ¡No puede ser! Amanecí súper preguntona hoy.

Amelia: Como me cae mal está morra.

Gisselle: Dímelo a mi, yo tengo que dormir con ella.

Leilani: Pues porque quieres, tranquilamente te puedes ir a la sala eh, sin problema alguno.

Amelia: Hoy amaneciste muy graciosita, ¿Verdad?

Leilani: Supongo.

De la nada esos mareos regresaron, no tan fuertes como los de hace rato pero si para provocarme un desequilibrio en la silla.

Gisselle: Ándele, caete por grosera.

Leilani: ¡Cállate Gisselle!

Amelia: Ni aguantas nada.

Me estaba sintiendo horrible y la voz tan irritantes que tienen estás niñas solo empeoraban todo y me empezaba a punzar la cabeza. Agarre una botella de agua que tenía en mi escritorio y las moje para callarlas.

Amelia: ¡Leilani! ¡¿Qué chingados te pasa?!

Gisselle: ¡Te voy a acusar con tu mamá!

Las dos se salieron enojadas de mi habitación y yo empecé a hacer ejercicios de respiración para calmar mis nervios y mi malestar.

Lily: ¡Leilani! ¡Ven para acá!

Rodé los ojos con frustración, mugres chismosas.

Me dirigí a la sala donde estaba mi mamá sentada y Gisselle con cara de mosquita muerta a su lado, al igual que Amelia.

Lily: ¿Por qué mojaste a las niñas?

Leilani: Porque me querían sacar de mi habitación, están mal de la cabeza mamá.

Gisselle me miró mal, se ofendió.

Lily: ¿Y por eso tenías que mojarlas?

Leilani: Eso fue porque me sentía mal, me empecé a marear y sus voces solo aumentaban mi dolor de cabeza.

Lily: No quiero que andes de grosera Leilani.

Leilani: No mamá, pero tampoco voy a tolerar que se aprovechen de mi amabilidad.

Lily: Prestales ropa para que no estén mojadas.

¿Prestarles ropa a estás nacas? La mejor idea para ellas, la peor idea para mí.

Leilani: Maa, todo menos-

Lily: Que les prestes ropa, sin renegar.

Ni estaban tan mojadas, fue una botellita de agua. Me fui a mi habitación y elegí la ropa que menos me gustará, sabía que esa ropa no volvería a mi armario.

𝗛𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗟𝗮 𝗣𝗿𝗼́𝘅𝗶𝗺𝗮 𝗩𝗶𝗱𝗮, 𝗠𝗶 𝗔𝗺𝗼𝗿 (Lukas Urkijo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora