50- Chantaje

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Narra Lukas:
No puedo explicar lo horrible que se sintió ver a mi niña tirada en el suelo, el miedo me consumía y no sabía cómo reaccionar, que hacer, como explicarlo, como calmarme.

El saber que fue una broma me hizo sentir tan…

Voltee a ver a Leni y ví como tenía una mueca de dolor que intentaba disimular pero no funcionaba.

Lu: ¿Te pasa algo?

Leilani: No no, estoy bien.

Respiró ondo, conozco a Leni, algo no está bien.

Lu: No me mientas. ¿Te duele algo?

Leilani: Solo tengo un leve dolor en el pecho pero todo bien.

Lu: ¿Todo bien? -Pregunte incrédulo- Por dios Leni, deja de no darle importancia a tus malestares.

Leilani: No es que no le de importa a eso. Simplemente…no quiero preocuparte, ni a ti, ni a nadie.

Lu: No se trata de eso, Leni. Debes de ser más egoísta y pensar en ti.

Leilani: Yo no soy egoísta.

Narra Leilani:
Lu empezó a regañarme sobre porque debía de poner más importancia a mis malestares. A mí ya se me había pasado el dolor, ya no sentía nada.

Me quedé viendo sus labios…son muy lindos, él es muy lindo.

No sé en qué momento deje de escucharlo, solo veía cada parte de su carita linda.

Lu: ¿Me estás escuchando? -Frunció el ceño molesto-

Leilani: Si si, dale. Le pondré atención a mis dolores, etc.

Lukas me rodó los ojos.

Lu: No mames flaca-

Sin dejarlo decir nada más me balance sobre él y lo empecé a besar.

Se dejó completamente y al separarnos solo suspiro.

Lu: No hagas eso. -Susurro-

Leilani: ¿Qué cosa?

Lu: El que me beses mientras te regaño, es chantaje.

Solamente sonreí y lo abracé por el cuello.

Leilani: Ya te dije que no volverá a pasar.

Lu: Te odio. -Susurro mientras cerraba sus ojos para después poner sus manos en mi cintura-

Leilani: No lo creo.

Seguido de eso me junto más a él y me besó, sonreí entre el beso por su poca fuerza de voluntad.

[•••]

Después de estar un buen rato en el depa de Lu se hizo de noche y eso significaba tener que regresar a mi depa.

Me despedí de él y al salir también me despedí de mi suegra, Lu me acompaño a la puerta y me fuí.

Llegué a mi departamento, mi mamá estaba bañando a Emma, me fui a mi habitación y me dí una ducha rápida. El pequeño dolor en mi pecho volvió. Pero lo ignore.

Después me acordé de lo que había dicho Lu sobre preocuparme más por mi misma.

Supongo que debo de cuidarme más, ¿No?

¿Pero que caso tiene?

Si no me cuido da igual. Digo…lo preocupante no es la anemia, son los problemas en el corazón. Eso no hay forma de pararlo o curarlo. Y no es como que todos los días las personas donen corazones.

𝗛𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗟𝗮 𝗣𝗿𝗼́𝘅𝗶𝗺𝗮 𝗩𝗶𝗱𝗮, 𝗠𝗶 𝗔𝗺𝗼𝗿 (Lukas Urkijo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora