Solo Mía~ -Giyuu Tomioka +18 Hot

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~La finca mariposa…

La pareja se encontraba saliendo de la finca de _____ en la mañana para ir a la finca mariposa, Tomioka a regañadientes se levantó para ir, no le gusta la idea de estar cerca de Shinobu.

—¿Encerio tenemos que ir a la finca mariposa? —preguntó el chico por cuarta vez.

—Sip, solo iremos a ver como se encuentra Rengoku.—dijo la chica jalando la mano del chico para apresurar su paso—. No iremos a ver a Shinobu tranquilízate.

—¿Tranquilizarme? Creo que hubiera preferido follarte anoche —susurro.

—¿Dijiste algo? —le preguntaste para voltear a verlo el solo negó rápidamente.

—Pero, es que Shinobu siempre se la pasa molestandome diciendo que todos me odian y es algo odioso e irritante —se quejo el ojiazul mientras apretaba tus manos del enojo—. En especial cuando nadie me odia.

Tú solo miraste tus manos y luego lo miraste a él. Él mantenía su mirada en el suelo mientras tensaba su mandíbula.

—Hey tranquilo no dejaré que te diga eso —lo tranquilizaste para ponerte frente a el mientras aún sostenía tu mano— qué no te importe eso hielitos, tu mismo sabes que nadie te odia —dijo la chica para que el ojiazul se acercará a ella haciendo que la chica choque en su pecho y ambos se mirarán a los ojos.

—Tienes razón —dijo el azabache con una sonrisa para inclinarse un poco, ambos quedaron a tan solo centímetros de distancia. Sus narices rozaban y el las movía para que lo hicieran hasta que cortó la distancia besándote.

—Giyuu-san me gustas mucho —dijiste con una sonrisa a la hora de separarte del beso.

—Tú también me gustas mucho ______   —respondío el ojiazul devolviendo la sonrisa ibas a besarlo de nuevo cuando escucharon un crujido de un arbusto, intercambiaste mirada con Tomioka y el lentamente se acercó junto a tí.

Al llegar a los arbusto Tomioka se agachó para ver tu hiciste lo mismo solo que a paso lento.

—¿Quién anda ahí? —preguntó el ojiazul para luego mover los arbustos un gato negro salto directamente hacia el haciendo que caiga sentado al suelo. El ojiazul abrió los ojos de par en par para luego comenzar acariciar al animalito.

—Awww que lindo —dijiste para acercarte hacia ellos, acariciaste al gato haciendo que quede viendo para después irse.

—Ouh, no quería que se fuera —dijo el ojiazul, tú lo ayudaste a levantarse—. Gracias.

—Era un lindo gatito ¿De quién será? —te cuestionaste para luego comenzar a caminar junto a el.

—No lo sé, me hubiera gustado quedarmelo.

—Sabes pensé que alguien estaba escondido escuchándonos y viéndonos.

—Yo igual, pero al parecer fue un lindo gatito, oye veo que ya puedes caminar bien —dijo el chico viendo las piernas de la chica con picardía.

—Ehh p-puedo caminar pero eso no significa que no me duelan, aun me siguen doliendo, siento que en algún momento dejarán de funcionar.

—¿Y si hacemos que ya no funcionen? —preguntó el ojiazul, la chica solo le dió un golpe en el hombro provocando una risa de la chica.

—Ya, solo bromeaba —dijo sonriendo.

—Que pervertido eres Tomioka —dijo la chica— no sé porque pensé que eras muy tímido.