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Mientras el pequeño trío de cazadores se marchaba del restaurante... pero no era exactamente porque habían terminado de comer, sino más bien porque los habían echado del restaurante, nuevamente.

Y vaya que estaban haciendo un gran récord de ser sacados de cuatro restaurantes este día. Es más de lo que habían pensado.

—Ahh~ tengo mucha hambre todavía! —habló el rubio quejándose mientras se acariciaba su estomago.

—¡Pues chupa tu dedo grande JA-JA! —le respondió el pelinegro haciendo que Zenitsu lo fulmine con la mirada, haciendo que Inosuke lo mire raro.

—Ya basta los dos, seguiríamos comiendo ahí, ¡Si no fuera por ustedes que no se pueden quedar quietos ni un segundo! —habló Tanjiro callando a sus amigos que se quedaron quietos y en silencio, sorprendentemente.

Parece que el de cabello carmesí se había enojado lo suficientemente como para explotar de esa forma, algo raro viniendo de él siendo tan calmado y pacífico.

—Ahora sí se enojó Konpachiro —habló Inosuke mientras miraba exaltado al mencionado y Zenitsu asentía.

—C-Creo que deberíamos irnos, antes de que sea más tarde —habló Zenitsu mientras miraba el cielo, que se encontraba despegado y sin ninguna estrella, era demasiado tarde —. ¡Ja! Que gallina eres, mientras yo esté aquí no hay nada que temer —le respondió Inosuke mientras se señalaba con su puño en el pecho.

—No sé si alegrarme o asustarme —habló Zenitsu ofendiendo a Inosuke que lo golpeó en el hombro. Ocasionando una pequeña pelea.

—Vámonos ya, hay que llegar a la finca mariposa si no ya no nos dejarán entrar —habló Tanjiro en un tono preocupado, sus amigos asintieron y empezaron a caminar, pero aún así entre empujones y susurros se traían el rubio y el mitad jabalí.

—¿Oigan _____-chan sigue adentro con Tomioka-san, no? —preguntó Zenitsu mientras se alejaba un poco de su amigo y se acercaba más a Tanjiro, dirigiendo camino hacía a la finca mariposa.

—Si, me despedí de ellos al salir, parece que aún seguían cenando—habló Tanjiro mientras caminaba juntos sus amigos.

—¿Ahí estaba _____-san? —preguntó Inosuke por lo que sus amigos lo miraron raro ya que el mismo la había saludado y había gritado su nombre frente a todo el restaurante—. ¿Qué?.

Tks... pinche cerdo loco —susurró Zenitsu con una expresión de fastidio rechinando los dientes, mientras iban hacia la finca mariposa junto sus amigos, bromeando y peleándose entre ellos en el camino.

...

Ahh~ pero que llena quedé —exclamaste mientras te recostabas en la silla levemente y acariciabas tu estómago haciendo un leve puchero—. Siento que acabo de subir unos tres kilos ahorita.

Bromeaste mientras soltabas una risa al final bajando la mirada, como si de cierta forma hablaras en serio. Giyuu no sabía si reír o preocuparse (okno).

El ojiazul rio a tu comentario bromista mientras negaba divertido. Pasar tiempo contigo era el mejor regalo del mundo.

—¿Eso crees? —preguntó, tú asentiste aún cabizbaja—. Pues yo te sigo viendo de la misma forma de siempre... hermosa y perfecta—respondió con una sonrisa que a los segundos borró con su rostro rojo, lleno de nervios y vergüenza, llevando su mano a su rostro con tal de tapar su sonrojo.

—Ay, Giyuu te adoro demasiadoo —susurraste mientras lo veías con una sonrisa y algo nerviosa de igual forma.

—Yo más —respondió con una sonrisa—. Estoy planeando traerte aquí a desayunar mañana temprano —dijo observándote con una sonrisa juguetona mientras se recargaba más hacia la mesa estando un poco más cerca tuyo y posaba su rostro en sus manos entrelazadas.

Solo Mía~ -Giyuu Tomioka +18 HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora