•CAPITULO 72• Final

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> NARRA YOONGI

El camino se me hizo eterno. Estaba en esta camioneta de nuevo, como si fuera al ejército.
Observe mis alrededores, los vidrios eran blindados, además de que los asientos delanteros se dividían por un vidrio de los traseros. De verdad eran listos.

No tenía idea de lo que pasaría ahora. ¿Se daría por vencido Alan? Si no lo hacía no podía verme o comunicarse conmigo en prisión.
La camioneta comenzó a disminuir de velocidad después de 3 horas mas o menos, estábamos muy lejos. 3 horas de Seoul... tal vez estábamos en Hanam. Todos me siguieron fuera de la camioneta, nos bajamos.

¿Esto es lo que la gente llama prisión? Una piedra gris y gigante en medio de la nada, sin ventanas, cuanta seguridad... qué hermosa vida.

Me llevaron a la puerta, entré a un pasillo y luego a una habitación, era como en las películas. Me dieron el uniforme, de color asqueroso por cierto, tendría una celda y me limitarían mi tiempo afuera.
Me vestí y me llevaron a una celda, no iba a hablar ni nada, esto era terrible. Caminé yo mismo hacia mi celda, no queria que este tipo me arrastrara como muñeco. Cruzamos por otro edificio, que estaba lleno de adolescentes, supongo que era solo para menores de edad.

Caminé por celdas de jovenes que hicieron cosas asquerosas que yo nunca había hecho. Bueno, mi registro decía que había cometido violación sexual, entonces mejor me quedo callado. Todos esos chicos eran tan... pálidos, drogadictos. Entonces se podían drogar aquí dentro...

Traté de calmarme, todo daba asco. Entonces me llevaron a mi celda en el segundo piso, estaba vacía. Genial, no quería escuchar alguna vida deprimente de un drogadicto o violador. Me pregunté entonces, si tal vez esto no podría ser mejor que mi niñez con mis padres.

Por la tarde bajé hacia el patio donde había un limite de cosas que hacer. El guardia que me acompañaba me dejó caminar solo, camine alrededor e ignoré todas las conversaciones a mi alrededor.

Entonces, encontré algo más interesante, parecia en camara lenta, ví como un prisionero corria hacia aquel otro chico. El estaba de espaldas hacia él cuando derepente lo apuñaló con un... cuchillo. Lo volvió a lastimar de nuevo y después todo fue muy rapido, ví a los guardias correr hacia ellos silbando con sus silbatos y empujando a la gente hacia fuera, tratando de calmar el caos. Los hombres se agarraron a golpes.

Hombres tatuados y perforados se golpeaban y pateaban, se lanzaban unos encima de otros. Me quedé inmóvil y unos guardias me alejaban de ahi, todos los regresaban hacia sus celdas

Qué agradables 3 minutos afuera, comencé a escuchar gritos alrededor de mi. No tenía idea qué estaba pasando ni qué era esto, pero era terrible. He hecho cosas peores, pero todo esto era tan insoportable, me regresaron a mi celda rápidamente en lo que arreglaban la situación.

Me senté y escuché murmuros, me levante y vi a unos presos susurrandose algo a través de sus celdas que estaban cerca. Me recargué para escuchar.

-Guárdalas bien...- Mencionó uno.

Yo me levante y caminé hacia la esquina, de seguro estaban escondiendo drogas. Me senté a un lado de mi cama y mire los ladrillos en la pared.

Supongo que después de todo Alan no puede ayudarme, me pudriré aquí como se suponía tendría que pasar. Me recargué y miré el techo. Qué hermosa vida tenía.

* TRES DÍAS DESPUÉS*

Rebotaba la pelota de tennis que había tomado del patio, la rebotaba contra la pared, la atrapaba y de nuevo la rebotaba. Continué haciendo eso por 20 minutos cuando de repente escuché pasos. Pensé que el guardia pasaría sin ni siquiera mirarme como siempre pero se detuvo en mi celda. Levanté la mirada.

- Min, tienes una visita.- Mencionó. Abrió la puerta y yo me quedé inmóvil. - Vamos, no tengo todo el día.- exclamó.

Me levante y dejé la pelota en la cama, salí de mi celda y el guardia me guiaba a bajar las escaleras. Muchos me miraban sin hablar. Luego me guió al cuarto de visitas, o como lo quieran llamar, había un cristal transparente entre el preso y el visitante y un telefono. Me senté en la silla frente a Alan, se veía cansado y con sueño, me miró asombrado, se quedó quieto. Tomé el telefono y el también lo hizo.

- Yoongi, ¿Cómo estás?.- Me preguntó.

- Estoy bien, tú sabes, disfrutando esta hermosa vida.- Dije con sarcasmo, Alan se limitó a sonreir.

- Ya está todo arreglado, pero deberá haber un intercambio.- Mencionó, sentí una fuerte emoción en mi pecho.

-¿Ya se arregló?.- Pregunté de nuevo, no lo podía creer.

- Si, conseguí una reducción de tu condena por buena conducta... pero... tienes que quedarte por lo menos dos años aquí...- Exclamó Mi estomago se revolvió...-  sólo dos años. Pero después podrás salir.

- Lo sé... es solo que... suena demasiado bien para ser verdad.- Le dije, Alan sonrió.

- Te juro que no sabía que hacer cuando me enteré que estabas aquí. Me tomo por sorpresa, como supongo que a ti también.

- Gracias Alan.

- ¿Creíste que me olvidaría de ti?.- Preguntó. La verdad... si.

- Nah... yo se que soy muy importante.- Le dije. Alan sonrió.

[...]

Después de eso, Yoongi pasó dos años en prisión. No hubo muchas visitas de Alan, era innecesario. A TN nunca la dejaron sola por meses, ella se seguía sintiendo perseguida por los recuerdos de Yoongi. Seguía viéndolo en el rostro de Taehyung y lo imaginaba por todas partes. Las cosas no fueron nada fáciles, para ambos. Pero Yoongi regresará cuando salga de prisión.

Me Enamoré De Un Criminal -Yoongi & TN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora