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― No es tan mala esta situación ― comenta Tae, mientras caminaban por los vagones buscando sus lugares.

― No, solo nuestros padres nos mandaron con niñera ― dice Jungkook, molesto.

― Oye, no soy niñera. Además, deberías sentirte bien que sus padres se preocupen por ti y tu seguridad ― comenta Jimin, mientras acomoda un poco su cabello.

― ¿Y qué podría hacer tu? ― le pregunta Jungkook, siendo agresivo como siempre.

Jimin ya habia aprendido que Jungkook tenía un mal carácter ese era el mayor problema de todos.

― Por favor, querido, ten más fe en mí ― se burla Jimin, dándole un golpecito con su cadera al pasar hacia sus lugares. Les tocó una cabina solo para ellos. Jimin se adueñó de un lugar junto al pasillo, Jungkook lo miró con extrañes, pensando que quizás tomaría un lugar a un lado de la ventana. Tae se sentó junto a Jimin quedando con la ventana y Jungkook le tocó enfrente de ellos.

― Odio los viajes en tren― comenta Jimin, cerrando la puerta corrediza de su lugar privado.

― También odias los carruajes ― puntualizó Tae, recordando su viaje en carruaje.

― ¿Hay algo que no odies? ― le pregunta Jungkook, exasperado.

Jimin sonrió con malicia.

― Montar, los caballos son rápidos y más cuando están en manos expertas.

― Claro, adoras sentarte de lado y un paseo lento, tan aburrido ― se burla Jungkook, recordando a los tontos omegas que salen a dar un paseo al atardecer y disfrutar de la paz.

― Sinceramente, monto con dos pies a cada lado y hacer un largo recorriendo a paso veloz o como cuando tienes que atrapar a los malhechores y para hacerlo tienes que montar de la forma más fácil y menos incómoda ― comenta Jimin, recordando a su caballo y sus muchas aventuras juntos, esperaba que su amigo Charlie cuidara bien de su semental que ya estaba grande y no pudo traer ―. Es tan vigorizante.

Ambos hermanos se quedaron mirando al omega que parecía tan diferente.

― ¿Listos para un viaje de siete horas? Que bien podrían ser en cuatro a caballo, pero hay muchos bandidos y con el dinero que ustedes llevan, es un poco más seguro ― comenta Jimin, con un suspiro.

Taehyung carraspeo intentando cambiar de tema cuando vio a Jungkook con ganas de pelear con Jimin.

― Y dinos, Jimin ¿Qué era trabajar en el norte?

Jimin se quedó callado, le gustaba su trabajo, pero tampoco le gustaba el sufrimiento.

― Es diferente. La gente es menos refinada y siempre hay alguien intentando aprovecharse de las personas. El norte se divide en dos; las plantaciones y los pueblos. En las plantaciones me llamaban por caprichos de los señores de las plantaciones, eran ridiculeces. A diferencia de los pueblos. El aire es frío, pero todo es seco y con un sol hostigador. Está plagado de robos y personas que se hacen del poder por sus armas. Los encargados de la seguridad aceptaban sobornos, siempre y cuando no robaran en los bancos o sus casas. Era duro para la gente pobre o que iba día a día, no es vida, pero se han acostumbrado a vivir así.

― ¿Y qué hacías tú? ― pregunta Jungkook, siendo cauteloso.

― Me encargaba de los malos.

― ¿Matabas?

Jimin lo volteo a ver a ambos con seriedad.

― Me encargaba de los malos ― repitió Jimin, antes de girar la cabeza hacia el pasillo.   

OOO

― ¿Por qué nos detenemos? ― preguntó Tae, desconcertado mientras bajaba su libro. Jimin estaba leyendo varios periódicos viejos para estar un poco más enterado de la situación en la capital los últimos meses y cuando vio que se detenía el tren bajó un poco el periódico. Jungkook se enderezo soltando un bostezo después de haber estado durmiendo y se estiró.

Tae se levantó y asomo la cabeza para mirar por la puerta, pero Jimin le puso una mano en el pecho, algo que hizo a Jimin ruborizarse al sentir el firme pecho, pero lo empujo para que volviera a su asiento.

― Iré a ver, no se muevan de aquí y no saquen la cabeza ― dice Jimin, parándose.

― Te acompaño ― habla Jungkook.

― No ― responde seguro Jimin, abriendo la puerta y saliendo al pasillo. La gente miraba hacia fuera intentando ver qué pasaba, pero Jimin era el único que caminaba por los pasillos.

Jimin se acero a una ventana y asomo la cabeza, había ganado frente a las vías y eso lo hizo preguntarse ¿Dónde salieron esos animales? Si sus cálculos no le fallaban, estaban lejos de la zona de granjas y ranchos. Decidió volver a la cabina y parecer despreocupado.

― ¿Qué paso? ― pregunta Jungkook, tan pronto vuelve a entrar. Jimin cerró la puerta y volvió a tomar un periódico.

― Solo ganado tapando las vías ― explica Jimin. Los hermanos se quedaron mirando y algo confundidos trataron de convencerse que todo estaba bien. Jimin se acomodó su traje y fajo su camiseta que al parecer se habia salido. Taehyung desvió la mirada, algo avergonzado de quedarse mirando a Jimin arreglándose.

― ¿Por qué pusiste la bolsa arriba? ― le pregunta Taehyung a Jungkook. Jimin alza la mirada para ver la bolsa con monedas arriba en el compartimiento para guardar las cosas.

― Bájala de allí ― le ordeno Jimin.

Jungkook arqueo una ceja y se cruzó de brazos.

― Haber, par de locos, estamos bien. No hay porque alarmarse ¿Quién nos asaltaría? Le dije a madre que seguramente estaban robando nuestros trabajadores el dinero y llegaban diciendo que eran ladrones que los agarraban en el camino ― dice Jungkook, burlón ―. Estamos seguros aquí, tranquilos. Es un tren.

― Tenías que abrir tu bocota ― mascullo Jimin, mirando por la ventana.

Jungkook le chiflo a Jimin quien se voltea a verlo para darse cuenta como lo apuntaban con un dedo.

― Haber, omega, a mí me hablas con respeto. No somos iguales en ningún aspecto ― dice Jungkook.

― ¡Jungkook! ― exclama Taehyung, sorprendido.

Jimin no se iba a dejar.

― Es obvio que no somos iguales. Solo eres un alfa mimado que piensa que con solo chasquear los dedos puede obtener todo. No sabes nada de lo difícil que es conseguir las cosas, pero ¿Qué vas a saber tú? Principito egoísta ― remato Jimin con una sonrisita, antes de ver hacia el frente. Justo en la puerta de su vagón estaba un hombre encapuchado y con su arma en mano.

ALFAS (VKOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora