ALFAS (VKOOKMIN)

14

― Es tan aburrido patrullar.

Jimin solto un suspiro largo y simplemente negó con la cabeza.

― No siempre es así, pero falta como dos horas para que amanezca.

Jungkook y Jimin habían dado vuelta un buen rato y descansaban también un poco en las bancas. Jimin ya estaba acostumbrado a pasar largas horas así, pero Jungkook no. Por eso tuvieron que tomar descansos periódicos, para ese momento, la gente ya estaba durmiendo y todo estaba tan tranquilo. 

― ¿No te estas muriendo de sueño? ― le pregunto Jimin, que miraba a Jungkook más lento y parecía bastante cansado ―. Vamos, te acompaño a tu casa

― No ― solto seco Jungkook, negando con la cabeza.

― Muy bien ― dice Jimin, soltando un largo suspiro ―. Entonces, propongo que sigamos dando vueltas. Aunque a estas horas, ya comienza a tener un poco de actividad la zona rica, debido a que los ladrones adoran estas horas y más los días de lluvia.

Jungkook en verdad estaba aburrido.

― Entonces ¿Esto has hecho todo el tiempo? ― le pregunta Jungkook, aburrido.

― Siendo sincero, es más difícil en el norte. Te acostumbras a su ritmo de vida y lo adoro ― le confiesa Jimin ―. Entonces ¿Tu que has hecho? ¿Ya te acostaste con todas las omegas de la alta sociedad?

Jungkook solo solto una carcajada.

― Para que te miento ― dice Jungkook, sonriendo ―. No he encontrado ningún omega interesante. Todos son aburridos.

― Oh, por favor. Por lo que vemos, tenemos algo en común, porque tampoco me ha interesado un alfa ― le dice Jimin ―, aunque creo que el mayor problema es que en el norte no habían muchos alfas decentes. Y, por otro lado, los de la ciudad son un poco, mimados. Son pocos los caballerosos.

― Bueno, no te recomiendo que te acerques a mis amigos, aún no están pensando en algo serio ¿O esperas a tu destinado? ― le pregunta Jungkook.

― No creo que mi destinado este dispuesto a aceptar a un omega tan distinto como yo ― le responde Jimin, divertido ―. No soy el clásico omega que se deja llevar por las ordenes de los alfas.

Jungkook se gira a ver a Jimin quien también lo ve, mientras siguen caminando por las empedradas calles

Jimin jamás espero tener una conversación tan civilizada con Jungkook.

― No, no lo eres. Pero el alfa que sea tu destinado te amara por ser tú mismo ― le contesta Jungkook ―. Dicen que ese vínculo es magnético, simplemente está allí y lo sientes. Lo veras a los ojos y los del alfa se volverán rojos mientras los del omega se pondrán azules. Sentirás su palpitar, su respiración y te sentirás tan cálido.

Jimin arqueo una de sus cejas mirando de reojo a Jungkook, quedando impresionado por lo profundo que fueron sus palabras.

― Vaya, no creí que pudieras expresarte así. Fue muy dulce ― le dice Jimin ―. Espero a mi destinado, tienes razón y rezo porque me ame por como soy ¿Y tú Jungkook?

Jungkook miro al frente, sintiendo las gotas comenzar a golpear su cabeza.

― También lo espero o la espero ― responde Jungkook.

Jimin iba a seguir hablando cuando vio una sombra. Rápidamente apago su linterna.

― Si vienes, no hables y se silencioso. Si las cosas se ponen feas, aléjate ― le indica Jimin, tan rápido y en un susurro que solo pudo escuchar Jungkook debido a la cercanía.

Jimin rápidamente se alejó corriendo y avanzando por donde vio la sombra desaparecer. Jungkook tardo un segundo en comprender y luego correr detrás de Jimin, quien iba en una persecución de un tipo que al ver a Jimin trato de perderlo.

La lluvia seguía con su constante golpeteo, empapándolos a los tres mientras se deslizaban por las calles oscuras de la ciudad. Jungkook jamás había algo como eso en su vida, ni siquiera cuando era niño, su hermano no podía hacer esas cosas por lo que lo último que quería Jimin era arrastrarlo a todo eso. Por eso fue que nunca habia experimentado ese subidón de adrenalina. Su corazón golpeaba con fuerza contra su pecho, su lobo aullaba excitado por la situación y sentía su respiración agitada, descontrolada.

En un punto el tipo salto una barda, Jimin fue detrás de él, saltando con gran potencia sobre la barba sin ninguna dificultad.

Jungkook abrió la boca sorprendido como fue que saltaron y la verdad, vio la barda y luego se fijó en la altura. Por su cabeza se preguntó cómo le había hecho Jimin, porque no lo haría, se fue por la derecha corriendo y cuando estaba doblando la esquina se golpeó de frente con el tipo.

Ambos cayeron rodando, hasta que en un punto Jungkook quedo debajo del tipo siendo apuntado por un arma. Nunca habia visto un arma tan de cerca, ni sentido el gran temor que sentía. Era realmente aterrador lo que le pasaba.

― Jungkook ― se escuchó el grito de Jimin, quien al ver la situación salto haciendo una pirueta. Tomando con su mano el arma y jalándola con fuerza. El tipo se fue de espaladas con Jimin.

Jimin forcejeo con el alfa que le dio un golpe a la cabeza que lo hizo gruñir, le pego un golpe en la mandíbula al tipo y este le regreso el golpe. Esta vez Jimin ya estaba cabreado, por lo que decidió terminar con todo y empezar con tomar la cabeza del tipo y azotarla contra el suelo. Dejándolo noqueado.

Jimin se levantó sintiendo la sangre gotear de su herida de bala.

Fue un rasguño, le habia pasado por el hombro llevándose un pedazo de su carne, por suerte no era mucho. Solo un rasguño, a diferencia de muchas otras heridas que a tenido.

Iba a girarse para hablar con Jungkook, pero repentinamente se vio embestido por unos brazos poderosos que lo hicieron saltar. Cuando giro su rostro, se encontró chocando con los ojos de Jungkook que estaban tan abiertos. Jimin se quedó congelado debido al aroma de Jungkook que lo golpeo tan repentinamente. Era un aroma a pino fresco. Los ojos de Jungkook eran de un tono esmeralda brillosos.

Jimin nunca se habia fijado en Jungkook y lo hermosos que eran sus ojos.

Por su lado, Jungkook habia tenido un sobresalto, dejándose cegar por su lobo y la situación, corrió hacia Jimin quien lo habia salvado de morir. Por primera vez se topó tan cerca de un aroma enloquecedor, un aroma que lo adora y lo dejo dando tumbos en su cabeza.

Cuando ambos se dieron cuenta ya sus labios se habían fundido y sus ojos se habían cerrado para disfrutar el momento.