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― Debes volver, Jimin.

Jimin dejo sus cosas escondidas en los arbustos, se quito su abrigo y luego se preparo poniéndose la mascara junto con el pañuelo cubriendo su boca. Estaba en mejores condiciones para infiltrarse aquí que en el norte, sin embargo, aquí era muchísimo más seguro que en el norte. Porque los guardias estaban vigilando todas y cada una de las entradas. Debía tener cuidado de no toparse con alguien.

Sus armas están escondidas bien y lo único que tiene a la mano es un reloj para ir checando los tiempos.

Entrar no era el problema, el peor problema era salir de ahí porque en cuanto se den cuenta que se habían escapado irían por ellos. Entonces debían ser rápidos.

Agradecía mucho a Yoongi porque le explico como debía entrar y donde estaban los mejores puntos para infiltrarse. Por eso se fue caminando lentamente por los costados de la gran muralla que mantenía protegido el palacio.

Se adentro siendo rápido y ágil para despistar a los guardias o escabullirse por las puertas, no podía dejárselo todo a la suerte. Debía seguir avanzando y llegar hasta donde tenían a Hoseok.

La parte de entrar al calabozo fue la más difícil ya que tuvo que atacar a dos guardias y esconderlos, luego cerro y fue buscando celda por celda hasta encontrar a su amigo.

         ― ¡Jimin! ― exclamo Hoseok y Jimin bufeo.

Agachándose para probar la llave para abrir la puerta.

         ― ¿No podías gritarlo más fuerte? Los guardias no te oyeron bien, tal vez si gritas más nos atrapen juntos ― indica Jimin sonriendo. Hoseok se tapo la boca.

Jimin abrió la celda y se agacho para poder quitarle las cadenas, fue lento el proceso hasta soltar las piernas de Hoseok quien soltó un jadeo.

         ― Tienes que transformarte, no aguantaras con esas dos piernas lastimadas ― le dice Jimin a Hoseok. 

Hoseok asiente antes de transformarse en un lobo café y seguir a Jimin fuera de la celda.

         ― Hoseok, necesito que vayas a la mansión de los Jeon y busques a la omega Suni ― dice Jimin agachándose ―. Vas a llevar contigo al príncipe Namjoon y su esposo embarazado. Esto no solo era tu propio rescate, sino que también debemos sacarlos a ellos. Dile a la omega Suni que tienen que irse. Esta noche. Yo los distraeré y les daré tiempo. Debo completar la misión. Mianji debe morir esta noche y yo lo voy a matar. No me sigas Hoseok, porque tengo un plan y nadie puede interferir o esto no saldrá como lo planeo.

El alfa Hoseok gruño.

         ― Hoseok, tienes que proteger a los Jeon y a Yoongi quien esta embarazado. Sabes que se me cuidar y no importa que tan arriesgado sea, siempre logro salirme con la mía ― le dice Jimin ―. Los alcanzare, pero necesito que te vayas con los príncipes cuando te diga ¿Comprendes? Salgan por la parte este, deje un caballo y capaz oscuras a unos pocos metros. Vayan con los Jeon y salgan de la ciudad, estarán todos ocupados pensando en mí. Sigue el olor al chocolate.

Hoseok gruño una vez antes de asentir.

Jimin se asomo otra vez mirando a los lados del pasillo. Luego comenzó a caminar siendo seguido por Hoseok. Fueron directo al ala norte donde estaban las recamaras.

         ― Encargate de los de la izquierda y yo de la derecha ― le pide Jimin, mirando a los guardias más allá. Hoseok asiente. Jimin camina despacio con Hoseok a su lado, los guardias los voltean a ver ―. Buenas noches, caballeros.

Esa fue la señal para que ambos se lanzaran sobre los guardias. Eran tres para Jimin y dos para Hoseok, los atacaron. Jimin se defendió con su espada bloqueando los ataques y golpeándolos. Los tres quedaron inconscientes. Hoseok también había noqueado a sus propios guardias. Una cabeza se asomo de la puerta y Jimin les sonríe a Jin y Namjoon quienes están enfundados en capas.

         ― Vámonos ― dice Jimin ―. Hoseok, llévatelos. Yo debo llamar la atención de todos aquí.

Hoseok se paso por las piernas de Jimin restregando su olor. Jimin le acaricio la cabeza antes de dirigirlos. Los guio hasta la primera planta y luego los dejo escondidos, mientras camina por el pateo este, cuando vio a los guardias en las rejas supo que era su oportunidad.

         ― ¡Oigan! ― les llamo saludando con su mano ― ¿Su trabajo no era cuidar este lugar?

Luego Jimin salió corriendo, los guardias corrieron llamándolo para que se detuviera mientras Jimin corría hacia el lado norte del palacio. Más guardias comenzaron a aparecer y unos aullidos de lobos comenzaron a dar la alarma de que había un intruso dirigiéndose por el lado norte del palacio y quería escapar por esas puertas. Jimin se mantuvo en su forma humana mientras corría con su espada en mano y esquivaba a cada guardia. Los lobos empezaron a acercárseles, por lo que Jimin anduvo más rápido hasta poder llegar a las puertas del palacio norte que estaban tapadas. Jimin sabía que eso pasaría por lo que giro al oeste corriendo por una sala, subió las escaleras y se adentro a un cuarto cerrando con un perchero la puerta. Empujo un escritorio para bloquear la puerta.

La puerta se sacudió debido a los golpes que los guardias daban. Jimin fue hasta el balcón donde había dejado una cuerda para bajar.

         ― ¡Oye, Park! No te puedes esconder ― le grito el príncipe Mianji. Jimin contaba con que el príncipe lo descubriera, sabia que era la única persona audaz para meterse en el palacio.

         ― ¡Alcánzame si puedes! ― respondió Jimin antes de descender por la cuerda. Corrió por el patio hacia el caballo que lo esperaba del otro lado del mundo. Se había subido a él cuando Mianji grito su apellido desde el balcón. Jimin lo saludo con la mano para después salir a todo galope.

Los lobos se escucharon aullando cada vez más cerca mientras Jimin siguió cabalgando en dirección a la mansión Park. Esta estaba vacía y seria un excelente lugar para que pudiera tomar venganza por la muerte de sus padres.

Tenía a muchísimos guardias detrás suyo y sabia que nadie estaba preocupado por la desaparición de Namjoon y Jin, y mucho menos por la desaparición de un prisionero. Todos estaban enfocados en él. Jimin les enseñaría con quien se habían metido y no descansaría hasta acabar con todos.

El caballo anduvo entre las frías y solitarias calles hasta llegar a la mansión Park. Jimin salto del caballo y luego le dio un golpe en el trasero para que echara a correr mientras Jimin corría a la entrada.

Abrio de par en par las puertas, se agacho a tomar el quinque que había dejado encendido junto a la puerta y lo levanto. Se giro quedando debajo del marco de la puerta. Los lobos se acercaron a las rejas y varios hombres se transformaron. Jimin vio como empezaban a entrar abarcando el jardín. Jimin mantuvo el quinque en alto y espero.

Mianji apareció entre sus hombres y camino con una sonrisa engreída hasta quedar a unos pasos de Jimin.

         ― Te atrape ― le dice Mianji a Jimin.

La cabeza de Jimin se ladeo con una sonrisa tétrica.

         ― No sabes nada, Mianji ― comenta Jimin divertido ―. Te has arrastrado a mis pies, donde te quería.

LuegoJimin dejo caer con fuerza el quinque al suelo, rompiéndose en el proceso ytocando la mecha de la dinamita.

ALFAS (VKOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora