Ella no me entendía

2 0 0
                                    

Al día siguiente la sensación se había ido, me había olvidado ligeramente de eso, hasta que volví a verlos, pero tenía tantas cosas que hacer que ni siquiera le presté atención al asunto, el aula hoy estaba más alterada que de costumbre, el ruido se volvió insoportable, por lo que caminé hacia unas bancas bajo techo que tenía el instituto en la parte trasera, sentí la brisa fría recorrer las partes que dejaba al descubierto mi uniforme, lo bueno de esas bancas es que nunca había nadie o muy poca gente, lo malo era que como el instituto estaba en remodelación en esta parte estaba prohibido el paso por el mal estado de las infraestructuras, a mí no me importaba mucho, era un lugar tranquilo, algunas parejas o amigos venían aquí a hacer cosas más interesantes, realmente y no encontraba interesante besarse a escondidas, quizás la conexión cómplice que se forma entre dos personas que hacen algo "malo" en secreto; afortunadamente esta vez no había nadie. Había pasado las cintas de seguridad sin muchos problemas

-Señorita Sánchez

-Jan -pronuncié el nombre de veintiocho-¿Qué quieres? -consulté de forma suave

Por primera vez me irritó un poco su presencia, no era mi mejor día

-¿Quieres buscar algo conmigo?

Ok, retiro lo de que no era mi mejor día

¿Estaba soñando?

Miré mi reloj, dicen que en los sueños no podemos ver la hora y bueno, eran las 9:40

Asentí

Él sonrió, veintiocho pocas veces tenía su mascarilla puesta, era como si le irritara, jamás pasaba más de una hora con ella.

Seguí sus pasos, cada vez estábamos más adentro de las viejas instalaciones, quería preguntarle a donde íbamos, lastimosamente no me atrevía. Íbamos escaleras arriba, dirigiéndonos a una de las antiguas aulas de lengua, él entró y sacó unas cajetas que también estaban cubiertas con una manta blanca

-¿Qué hay adentro? -pregunté directamente encontrando mi voz

Suspiró

-¿Quieres saberlo?

Asentí

-Tienes que darme algo a cambio -declaró

Tragué con dificultad. Sin darme cuenta había dejado de respirar ¿o respiraba demasiado?

-¿Por qué tendría que darte algo a cambio? -salió brusco, directo y seco

Con ese romanticismo estás a nada de casarte con él

Él se sorprendió un poco.

-Eres rara -mencionó- a veces pareces una chica tímida y otras pareces tan segura de ti misma

-Eso... no tiene nada que ver -comenté con voz suave- ¿Vas a decirme o no?

Sonrió con picardía

Estaba insistiendo bastante, porque ya había visto esa sonrisa y esa mirada en otras personas, no podía ser algo bueno.

-Pareces más interesante de lo que creí -mencionó-, no soy de hacer estas cosas, pero ahora es necesario

¿Por qué se me aceleraba el corazón de esta manera? Parecía que iba a tener una infarto, qué horror

-Si me dejas comparar mis problemas de física con los tuyos te digo que hay en la caja -sonrió como un angelito

Ah, estaba jugando conmigo

-Solo eso... -solté sin poder evitar el tono de decepción

-¿Qué esperabas? -dijo él burlón

Me puse roja y él se rio más fuerte

Aula 11Donde viven las historias. Descúbrelo ahora