No tenía ganas de ir a la escuela, de hecho, no tenía ganas de nada; lo único que había comido eran unas papitas y chucherías que tenía en la mochila, no salí de mi cuarto hasta estar segura de qué mamá se había ido. En mi celular tenía varios mensajes que decidí ignorar, eran las 2 de la tarde y yo seguía en pijama sin intención de cambiarme, para mi desgracia alguien llamó a la puerta, con pesadez fui a abrir sin importarme mucho quien era
Adry y Samuel
Ninguno preguntó nada, solo me abrazaron y volví a llorar. Ambos intentaban animarme, me contaron cosas, me hicieron reír, eran justo lo que necesitaba. Al día siguiente fui al instituto, me encontraba mejor
-¿Cómo estás? -fue la primera pregunta que hizo Dilan al verme llegar
-He estado mejor
Él entrecerró los ojos
-¿Me estás cambiando por alguien? -preguntó serio- Mira, Julia, donde estés peleando con otro vamos a tener problemas
Sonreí
-No, Dilin, yo jamás te haría eso -dramaticé
Él sonrió
-Eso está mejor -me guiñó un ojo y salió de mi campo de visión. La profesora había llegado y no le presté atención hasta que hizo una pregunta especifica a dos personas
-¿Y ustedes son novios? -consultó la profesora a Lucy y Jan
Ella de inmediato saltó sorprendida con un gran y alto
-No
Analicé la cara de Jan, los de su grupo se quedaron un momento en silencio luego de tantas risas, sobre todo 23, quien parecía ser la más comprensible. El rostro de Jan se contrajo ligeramente, pero de inmediato se relajó, seguía serio, pero no parecía herido o realmente molesto, me sentí mal por él ¿Ella estaría jugando con sus sentimientos? Había rumores de que le había sido infiel a su novio, además de que siempre estaba cerca de dos chicos más; si fuera otra situación le tendría hasta envidia por tener la atención de tantos, no obstante, esta vez era diferente porque incluía a Jan
Un rato después le dejé de prestar atención; la clase de física como siempre no era fácil, por lo que necesitaba tener mis seis sentidos en los problemas de aplicación que explicaban o exponían en el tablero, tenías que habilitar un sexto sentido para que no se te escapara nada, no estaba entendiendo mucho por lo que me levanté y fui donde estaban Facundo y Jan resolviendo el problema en la pizarra. En ese momento Lucy se acercó
-¿Qué no entiendes, amor? -la recibió Jan amablemente
Ella señaló la parte del problema y él amablemente accedió a explicarle todo, yo me sentí de violinista y no es lindo ser la violinista del chico que te gusta
Me moví al otro pizarrón en donde Adry, me ayudó con lo que necesitaba
-¿Y samuel? -pregunté al no verlo en su asiento.
Samuel
Kaan seguía junto a mí, solía ser callado, pero hoy parecía haberse olvidado de eso, estaba riendo con sus amigos, de vez en cuando me incluía en la conversación. Todos me caían bien, pero no me interesaba la charla que estaban teniendo, desde hace días tenía una sola cosa en la cabeza, quería volver a un solo momento con él.
En lo que pareció una eternidad nos quedamos solos, decidimos pasear un poco por el instituto; no era mi lugar favorito, sin embargo, era el único lugar en el que podríamos vernos
-¿Qué tal tu día?- rompió el silencio, sin mirarme
-Bastante tranquilo, aunque esa palabra no la usaría mucho
-Tu aula es todo menos eso, escuché que iban a ficharlos
Eso último me dejó pensando ¿Aún lo estaban considerando? Las cosas en cuanto a Hali se habían calmado, pero entre eso y la queja con los profesores era probable que no fueran solo rumores, quizás había pasado alg...
-Samuel -la voz de Kaan me trajo de vuelta -¿No lo sabías?
-¿Quién no lo sabe? -bromee
Hali y yo éramos amigos desde hace tiempo, pero las actitudes que tomaba no eran buenas, sobre todo después de haber terminado con Facundo, yo era quien tenía que pagar su molestia, yo, Adry y Julia, puesto que de pronto era muy amiga de Emili
Me quedé mirando a una chica con mascarilla, lentes y gorra, tenía un exacto en su mano e iba corriendo con dos mochilas, el exacto parecía tener mancha...
Kan me golpeó ligeramente para que lo siguiera, lo seguí sin saber a dónde, hasta que vi que íbamos a una zona apartada del instituto, había unos bancos vacíos, ambos tomamos asiento; a pesar de estar un poco apartados el lugar no estaba completamente vacíos, había una cuantas personas, el aura entre nosotros cambió un poco, ignoré aquello, se veía tan bien... su físico no era mi parte favorita de él, pero tenía ese algo en sus ojos oscuros, algo que hacía que con solo mirarme como lo estaba haciendo me ponía un poco nervioso, ajá, yo nervioso, era raro.
No resistí más, en cuestión de segundo me acerqué, cerrando los ojos por unos instantes, esperando el cálido contacto que tanto había extrañado; al no sentir nada mi mente despertó. Lo noté incómodo, pero no por mí, si no, por las personas que estaban allí. Se había apartado, incluso, tenía una mano en mi pecho, deteniéndome, Kaan no dejaba de mirar a las pocas personas que nos rodeaban
Permanecí en silencio. Siempre era la misma situación ¿Tenía vergüenza? ¿De mí? ¿De él? El ego que tan alto se había mantenido todo este tiempo había caído en picada, en ese momento entendí aquello que Julia decía, sobre el poder que les otorgamos a otros por tener sentimientos hacia ellos
-Samu... -parecía apenado, incluso había enrojecido un poco
-No voy a ser tu secreto, Kaan -mi voz salió más decepcionada de lo que esperaba
-No es eso Samuel, es...
-¿Qué es? -lo corté- dime
-Soy yo, no... es... ah -se llevó las manos a la cara, lo hacía cada vez que estaba frustrado
-Dijiste que no te importaba lo que dijeran los demás, pero tomas estas actitudes
Se quedó en silencio, al parecer ambos estábamos reflexionando, intentó tomar mi mano, sin embargo, la aparté, miré a mi alrededor, las personas ya no estaban, justo como imaginaba
-Me costó mucho aceptarme como para ahora pensar en la vergüenza que te da estar con otro hombre -pausé, no quería lastimarlo, pero tenía que decirlo- si tú no te aceptas, no puedo hacerlo yo. Por más que te quie... Aprecie, no puedo, Kaan.
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Aula 11
Teen FictionSupe, desde el primer momento, que aquello de la perfección era solo una fachada. Sueños, decisiones, sentimientos, errores... y la gran confusión la experimenté con ellos, el Aula 11.