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Su cuerpo estaba sobre el inodoro, su cabeza recostada a la pared detrás de esta, lo primero que hice fue moverla, su cuerpo ardía, sus labios estaban resecos y su rostro tan rojo como un tomate, de inmediato abrí la puerta y escuché los gritos ahogados de Dieciséis y de Ana

-¿Qué tiene en la nariz? -Ana hizo que me fijará en su nariz y en la mascarilla negra que tenía guindando de una oreja

Polvo blanco

Ambas atamos cabos y llegamos a la misma conclusión

-No podemos llevarla así -comentó dieciseis alterada- tenemos que quitarle eso de la nariz

-Busca agua -le pedí mientras ponía a Hali en una mejor posición

Las chicas trajeron una botella de agua fría y un pequeño recipiente con alcohol, limpiamos su nariz y su ropa, le colocamos alcohol en la nariz para intentar despertarla

-Hali... Vamos...

-Tenemos que llevarla a enfermería -dije aterrada

Recordaba la situación, estar tan mareada que incluso me costaba respirar

-H-hay que lle-varla -perdí toda calma que había mantenido hasta el momento

-NO, no podemos

-Está muy mal -la señalé- pudo a ver sido sobre dosis

-¡Que no, Julia! -me regañó Ana- está respirando, si la llevamos así, todos estaremos en problemas, no solo ella.

La toz de Hali resonó por todo el baño, había despertado, parecía muy débil, apenas podía abrir los ojos, cuando lo hizo pude ver sus pupilas dilatadas, como la había visto aquel día, está vez se acentuaba mucho más, no era necesario ser un buen observador para darse cuenta

-¿Todos? -repetí ante la pregunta que hizo hace unos minutos

-Sí, es probable que manden a investigar el aula, eso quiere decir que estaremos fichados -me respondió Ana

-Estaríamos todos expulsados, sin derecho a nada -pensé en voz alta

-Exacto

No era justo, pero eran las reglas. Entendí que no era bueno para nadie llevarla, ¿era lo correcto?, sí, pero ¿nos convenía? No.

-Voy por Samuel -dije, saliendo del baño.

Ambos estábamos caminando, pensé que entraría en crisis cuando le dije lo del polvo blanco, pero no, solo suspiró. Aunque era el baño de mujeres él entró para hablar con ella, al principio parecía preocupado, pero luego cambió su expresión a una cansada

-Si quieres irte voy a llevarte a dirección -ofreció con calma-, levántate de ahí, Hali, ya estás mejor

Le ayudó a levantarse

Me quedé en el marco de la puerta observando la escena, él estaba tan calmado y yo a punto del colapso, además, manejó todo de una forma tan simple que con pocas palabras lo solucionó. Kaan tenía mucha suerte de tener la atención de Samuel

-¿Mejor? -preguntó dieciséis

-Sí -había comenzado a llorar, por lo que pasaba su mano constantemente por sus ojos ya irritados

Ellos hablaron un rato y decidieron salir, me dio la sensación de que era inservible, no era capaz de ayudar a alguien, eso me provocó la sensación de ser inservible, duró unos pocos minutos, sin embargo, fue desagradable.

Cuando volvimos al aula, Hali estaba hablando con número tres, ella tenía una expresión que pude interpretar como un ¿Enserio?. Yo estaba bastante pendiente de veintitrés, observándola bastante, me sorprendió cuando la vi sentada junto a su novio, bien, o lo que se puede decir bien, ya no estaba llorando, tenía una sonrisa ligera en su rostro. Los del ala oeste estaban hablando con ella tranquilamente

Aula 11Donde viven las historias. Descúbrelo ahora