Adry:
-¿Escuchaste?
-Sí, Dilan, tú céntrate en hacer tu parte -le dije refiriéndome al trabajo de artes
Dilan podía ser muy irresponsable, jamás se lo diría, a pesar de que fuera insoportable, lo quería y me preocupaba por él. Volví mi mirada al trabajo para asegurarme de que no se me había escapado nada, podía ser despistada a veces y eso podría significar una mala calificación, lo que se traduce a peligro
-¿Dónde está Julia? -pregunté buscándola con la mirada
-Salió hace un rato con Jan -me respondió Dilan con un tono de voz severo
-¿Te molesta que se haya ido con él? -cuestioné con cautela
Él me miró entrecerrando los ojos
-¿Por qué me molestaría?
Sonreí por el tono de voz, él no era de hablar mucho, nunca supe por qué, pero su forma de expresar lo que siente es bastante rara, no me quejo, eso jamás me había molestado
-¿Por qué? -volvió a preguntar
-Por nada
-Dime
-Nada
-Dime...
-¡No es nada!
Puso esa cara, ay no... ya se había ofendido.
Puse los ojos en blanco, ya se le pasaría. Nuevamente, volví a leer el tema, lo había leído unas cuantas veces, pero necesitaba estar segura de que no estaba equivocada
sentí una cabeza recostarse a mi hombro, era alejo, últimamente habíamos tenido momentos así, había una cercanía inexplicable, pero no era desagradable, era un chico raro, como todos en el aula, pero era... diferente...
-¿Me prestas la goma? -preguntó Emily mirándome más a mí que a Alejo
pocas personas lo habían notado, pero últimamente ella me trataba de esa forma despectiva, supuse que eran celos, pues no era ningún secreto que le gustaba Alejo, él lo sabía, pero no parecía importarle. Alejo la miró con mala cara y sin despegarse de mi alcanzó su cartuchera y le lanzó la goma, la misma calló en el suelo
-Alejandro -advertí- recógela y dásela en la mano
-No quiero -contestó sin siquiera mirarla
ella sonreía, ¿cómo podía hacerlo con ese gesto? Había una gran diferencia entre Emily y yo, era que yo si sabía poner límites, ella no
-Entonces no voy a hablarte -declaré con firmeza fingiendo centrarme en mis apuntes
Con el rabillo del ojo observé como Alejo suspiraba antes de levantarse para ofrecerle la goma en la mano. No era la primera vez que pasaba, él era un chico callado, poco comunicativo con los demás, pero conmigo era diferente y jamás iba a admitir en voz alta lo mucho que me gustaba esa sensación
-¿Por qué a ella le haces caso y a mí no? -reclamó
Me tensé un poco
-Ya tienes la goma ¿No? Pues termina tu trabajo y déjanos en paz -tajó él
Me sorprendió lo suave que fue
-¿Todo bien? -consultó
asentí y volvió a recostarse en mi
-¿Qué pasó con ella?
-Estoy harto, obsesiva, manipulación psicológica y acoso ¿Quieres que siga?
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Aula 11
Teen FictionSupe, desde el primer momento, que aquello de la perfección era solo una fachada. Sueños, decisiones, sentimientos, errores... y la gran confusión la experimenté con ellos, el Aula 11.