Estaba recostada al hombro de Dylan, dos semanas habíamos estado repasando el plan, algunos profesores tenían golpes, otros se veían intimidados; cada vez que alguien hacía una pregunta sobre algo referente a la directora o a los administrativos se limitaban a poner una mueca y seguir con su clase, por otra parte, las cosas en el aula no habían cambiado mucho a excepción de que ya se acercaban los finales y todos estábamos estresados.
-Ten mucho cuidado -acunó mi rostro en sus manos- llámame si pasa cualquier cosa, aunque con lo cotilla que eres no creo
-Dylan... -advertí con una sonrisa
-Qué asco -interrumpió Adry nuestro beso
-¿Todo listo? -consultó Samuel
-Lo peor que me puede pasar es una expulsión -quería que fuera un chiste, pero solo logré ponerme más nerviosa.
Me despedí de ellos y fui a por mi trabajo. Unos días atrás, los audios que Alex me había enviado se habían "filtrado" tenía la ligera sospecha de que él mismo los había publicado. Como era de esperarse, causó todo un escándalo, los directivos enviaron una nota afirmando que no se trataba de ningún miembro del instituto y que por consiguiente solo era un intento de ensuciar al colegio. Los rumores de que había grandes problemas en el instituto se esparcieron, se reportaron cuatro robos en dos semanas, por supuesto eso no lo decían, solo decían que eran objetos extraviados. Fue tanto que tuvieron que contratar seguridad para el instituto.
Caminé con mucha calma buscando al profesor que nos había advertido semanas atrás, estuve un rato buscándolo hasta que opté por preguntarle a un inspector
-¿El profesor Adames está en clases?
-Ese profesor ya no trabaja aquí, lo despidieron hace unos días
Aquello confirmaba muchas cosas y me llevó a sacar varias conclusiones. La primera: era cierto todo lo que dijo. La segunda: Si pudieron deshacerse de un profesor, no me imagino lo fácil que será deshacerse de un estudiante. La tercera y la más importante: alguien del aula estaba informando a la dirección.
A mí me costaba lo que el profesor había dicho, nuestra aula tenía la confianza de muchos, sobre todo de él, que solía ser reservado.
Ya que el primer plan se derrumbó, estaba vagando por los pasillos, escuché ruidos fuertes desde la sala de reuniones, no dudé mucho en abrir para encontrarme con una escena peculiar: el profesor de artes tomando del cuello a otro de artes, la profesora de geografía halándose del cabello con la de historia, la subdirectora con una mano en el aire lista para dar bofetadas, la directora con un tacón en la mano y en la mesa había dinero repartido. Todo quedó parado por un solo instante
-Mierda -solté y todos volvieron a moverse... pero esta vez hacía mi
Ay no
Salí corriendo lo más rápido que pude, no miré atrás, corrí hasta la parte de atrás del instituto, me detuve cuando no escuché a nadie. Era cierto, tenía suerte para escuchar conversaciones ajenas, le debía una disculpa, porque después de que Alex me dijera eso se llevó unos cuantos insultos.
-Te-tengo Q-u-é ha-cer ejercicio -me dije a mí misma
-Después de la expulsión tendrá bastante tiempo libre
Un inspector estaba sosteniéndome del brazo, incluso, antes de que pudiera reaccionar. Forcejeamos bastante, pero al final él tenía mucha más fuerza que yo, logré zafarme unas cuantas veces, pero ya tenía tres inspectores más flanqueándome, toda una criminal escolar. Entramos a dirección y me obligaron a sentarme en una silla
-Julia, no -preguntó muy calmada la directora
-¿Cómo... ¡Suéltame! -le di un manotazo al hombre que por fin me soltó
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Aula 11
Novela JuvenilSupe, desde el primer momento, que aquello de la perfección era solo una fachada. Sueños, decisiones, sentimientos, errores... y la gran confusión la experimenté con ellos, el Aula 11.