Capítulo 11

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Él suspiró- Lo siento.

Oh, sabe pedir disculpas.

-También lo siento... no debí hablarle así a la niña.

Él se acercó a mí y sonrió.

Aquella aurora fría había desaparecido y ahora era cálida.

-Está bien... es mi culpa que reaccionarás así.

- ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué no recuerdo nada? ¿Qué me paso?

-Tuviste un accidente automóvilistico en el que perdiste la memoria, pero quiero que entiendas que no te estoy mintiendo al decirte que esa pequeña tan hermosa es nuestra hija... por favor no la rechaces a ella... a ella no por favor.

No pude evitar derramar lágrimas- Lo siento.

Él no dijo nada y solo me abrazó- No llores... no me gusta verte llorar.

-Estoy asustada- lo alejé - de verdad lo siento, pero necesito tiempo... todo es demasiado abrumador para mí.

Él limpia las lágrimas que recorren mis mejillas- Esta bien... no voy a presionarte hacer algo no quieres. Tomate el tiempo que quieras... nosotros te esperamos cuando estés lista para volver.

-Nosotros nos amamos... necesito saberlo- lo miré fijamente a los ojos- ¿Nos casamos porque realmente nos amamos? ¿tú me amas?

Él tomó mi rostro con ambas manos- Quiero que descanses... y cuando sea momento te lo contaré todo.

Dos días después y me dieron de alta del hospital, quise quedarme con mi padre hasta saber que querría hacer. Cuando aquella mansión desconocida sentí una calidez que no había sentido desde que desperté, en la sala nos esperaba una mujer que resulto ser la esposa de mi padre y también un pequeño niño que era mi medio hermano, Alan. Todos fueron muy ambles y gentiles conmigo, pero aun así seguían siendo unos extraños.

Me retiré por un momento y caminé hacia el balcón la noche era una muy fría y el cielo era iluminado luna y estrellas, me hacía sentir melancólica e incompleta.

-Hermana.

Miré hacia atrás- Sí.

- ¿Puedo hablar contigo? -pregunta tímidamente.

Sonreí -Claro que sí.

Él se acerca a mí y ambos nos ambos nos mantuvimos unos minutos en silencio mientras apreciábamos la hermosa luna.

-Estoy muy feliz de hayas regresado- me dice sin mirarme.

-A pesar de no recuerdo nada me hace sentí feliz que tengo no pequeño hermano.

-No vuelvas a irte nunca más... necesito una hermana que me cuide, me aconseje, me cubra cuando me convierta en un adolecente y me escapes a fiestas.

Lo miré impresionada y ambos reímos -No me volveré a ir de acuerdo y en cuanto escaparte... eh, yo soy o fui revoltosa.

-Eh, no lo sé... pero sí sé que papá siempre era llamado por el rector del instituto por tu mal comportamiento.

Me quedo boquiabierta - Soy una mala influencia.

Él se encogió de hombros -Pues dice que Alaia se parece mucho- suspiró- puedes ella convenció a mi madre para que me inscriban en una academia de arte solo porque no quería estar sola.

- ¿Cuéntame más de ella?

-No es tan mala... es dulce cuando quiere, es buena pintando, ama los animales, es una consentida, es muy lista, inteligentes, es amable cuando quiere algo y para zafarse de todo siempre dice que solo es una niña de seis años.

CORRESPONDIDOS: UN NUEVO INICIO (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora