Capítulo 23

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El verano termino dándole inicio al otoño, un otoño donde se suele asociar a la melancolía y a la reflexión. Es una estación en la que comienzan los cambios. Aparece poco a poco el frío, se caen las hojas de los árboles, te cambia el humor sintientes tristeza, soledad y los días se vuelven lentos y depresivos.

El campamento había terminado y Alaia había regresado a casa, pero fue extraño porque pensó que sus padres la irían a recoger al aeropuerto, pero solo fue el conductor de la familia a recogerla para luego llevarla a casa de sus abuelos y ver a su madre esperándola en la entrada.

Alaia corre felizmente a los brazos de su madre- Mamá, te extrañe mucho.

Celeste la abrazó fuerza y se quedó unos largos minutos sin poder soltarla.

-Mamá no puedo respirar.

Finalmente, Celeste la suelta- Lo siento... has crecido mucho en este último tiempo.

-Ya casi soy toda una adulta, mami.

-No, eres una bebé.

- ¡Tengo que contarte todo lo que hice! - exclamó emocionada – pero –miró hacia todos lados- ¿Dónde está papá?

-Tuvo asuntos que atender...- dijo tratando de mantener una sonrisa- debo contarte algo, pero será después de que desempaques y comer algo.

Alaia asintió y ambas entraron a la casa.

Para Celeste al recuperar sus recuerdos era como si solo hubieran pasados horas cuando vio a su bebé nacer. Pero habían pasado seis años y ahora su bebé era una hermosa, después de desempacar, comer y que Alaia le contara todo lo que hizo en el campamento Celeste la llevo al jardín y se acostaron en césped con la mirada hacia el cielo.

-Mamá... ¿Qué querías decirme?

-Cariño, mamá y papá no volverán a vivir juntos.

Alaia se levantó y miró a su mamá confundida- ¿Por qué?

-Aún eres muy pequeña para entendernos, pero a veces las relaciones no funcionan y tu padre y yo no funcionamos juntos – Celeste se levantó y se acercó a su hija tomando sus manos- y a pesar de nuestra separación ambos siempre vamos estar para ti.

- ¿Ya no amas a papá? –preguntó con tristeza.

-Eres muy pequeña para entender mi niña.

-Pensé que seriamos una familia.

-Y lo somos, pero de una forma distinta.

-Pensé que papá y tú se amaban- dijo con la mirada baja.

-Mamá, recordó todo.

Alaia levantó la mirada – Es porque recordaste ya no quieres a mi mamá

-No es así.

-Si pierdes nuevamente tus recuerdos volverás amar a mi papá.

-Una semana entras a clases así que deberíamos encargarnos de ir de compras – comentó.

Al siguiente día Celeste llevo a Alaia con Liam y Amelia, aún existía un poco de incomodidad, pero para todos el bienestar de la pequeña Alaia era lo más importante que sus problemas amorosos.

-Papi, papi – Alaia corrió hacia los brazos de Liam- volví.

-Bienvenida mi princesa – Liam la recibió con un cálido abrazo.

-Papá – Alaia sonrió a labios cerrados – mi amigo Harry te manda muchos saludos.

Liam arrugo la frente -Ese mocoso atrevido.

CORRESPONDIDOS: UN NUEVO INICIO (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora