Capítulo 7

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Habían pasado dos días y Deán no se había molestado en responder mi menaje, no entiendo que le hice. Que le cuesta responder un simple mensaje y decirme que está ocupado o que no tiene tiempo para salir conmigo.

¿Por qué los hombres son tan complicados?

Debiera ir a su oficina y confrontarlo.

Si eso haré.

Tomé las llaves de mi auto y conduje hasta la empresa de esa idiota, quien se cree que es, cree que puede enviarme obsequios y después olvidarse de mi existencia.

Ya vera cuando lo vea.

-Quiero ver al presidente de la empresa- ordene.

- ¿Tiene cita señorita?

-No.

-Lamento decirle que no puede ver al presidente sin tener una cita.

-No sabe con quién está tratando.

-Lo siento, pero el presidente ordenó no dejarla pasar.

Quede desconcertada- ¿Cómo que ordenó?

-Si... hay un cartel de su rostro que le prohíbe el ingreso- explicó.

-Que pesado e infantil.

-Pero está aquí.

-Sí, señorita, pero...- no la dejé terminar.

Entre a buscarlo por todas las oficinas mientras los guardias de seguridad me seguían junto a la secretaria. Gracias al cielo los perdí cuando tomé el elevador y me perdí al salir no sabía cuál era su oficina, seguí buscando por varios minutos hasta que escuché unos ruidos extraños y me acerqué al lugar de donde provenía aquel ruido abrí la puerta muy despacio para poder ver de quien trataba.

Me quedé rígida y sentí un fuerte golpe en el pecho al ver a Deán y a una mujer en paños menores. Sé que cualquier persona se hubiera ido, pero mis piernas se negaron a retorcer.

-Señor alguien nos está viendo- dice la mujer.

Deán se da vuelta y al verme se aleja de la mujer- Alondra... ¿Por qué estás aquí? –pregunta mientas abrochaba los botones de su camisa.

Entre a la oficina muy segura de mi misma y miré a la mujer frente a mí.

-No te hagas ilusiones solo eres algo del momento, entendido- la miré de pies a cabeza- ahora vete.

-Te escucho- dijo sin mirarme.

- ¿Qué sucede contigo?

-Nada.

-Me envías flores, me invitas a salir, me llamas y me escribes, pero de la noche a la mañana me empiezas a ignorar. ¿Por qué?

Se quedó en silencio por unos minutos- Te vi con él y vi las flores que te envié en el bote de la basura.

Mierda.

Las rosas olvide recogerlas.

Maldición.

-Puedo explicarlo.

-No es necesario lo vi todo aún lo amas y es muy visible... no puedo competir contra él.

-No, no es así... solo viste lo que quisiste ver.

-Fuera, no quiero hablar ahora estoy molesto- ordenó dándome la espalda.

-Date la vuelta y mírame.

-Me niego.

-Oh, vamos que infantil eres.

CORRESPONDIDOS: UN NUEVO INICIO (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora