/13/ El plan en marcha

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/Ryoko/

Al fin era viernes. Tsukishima me esperaba abajo, en la puerta, para irnos al cine.

—Por Dios, ¿cuánto te queda? —Preguntó impaciente por teléfono—.Vamos a llegar tarde.

—Ya estoy bajando las escaleras, pesado.

—Estoy por dejarte e irme...

—Pero no lo vas a hacer, porque... —Abrí la puerta de la casa, donde estaba él—.Ya estoy aquí.

Llegamos al cine en diez minutos gracias a un taxi. Los otros dos ya nos esperaban allí. Estaban muy cortados, rojos, nerviosos... de todo. Soy consciente de que las hormonas hacen mucho mal, pero lo de esa pareja era pasarse.

—¿Preparada para tu gran noche? —Le susurré al oído a Reo, y recibí un codazo en respuesta.

Nos sentamos en la penúltima fila, de manera que Yamaguchi estaba a la izquierda del todo; luego estaba Reo, seguidamente yo, y luego Farola-kun.

Hacía mucho que no le llamaba así.

Las luces se apagaron y la sesión comenzó. Miraba de vez en cuando de reojo a los dos tortolitos; estos también se miraban entre ellos, un poco cortados.

—Oye, Farola-kun —le susurré.

—¿Qué quieres?

—Llevamos más de la mitad de la peli y no ha pasado nada entre ellos. ¿Crees que debería... Activar la química un poquito?

—No sé, haz lo que quieras.

Como su opinión nunca sirve de nada, decidí hacer algo por mi cuenta.

¿Os acordáis de lo que les hice en la casa del terror hace unos meses? Pues les pensaba hacer lo mismo, ya que sabía que ambos estaban muertos de miedo. Si les daba un sustito de nada...

—¡WOAAAAH!

—¡Tu puta madre! —Gritó Reo, y por reacción se pegó al cuerpo de Yams.

El pobre parecía que iba a desmayarse ahí mismo, y la otra... También.

Ambos se miraron por unos segundos, sonrieron algo avergonzados y evidentemente sonrojados. A Yamaguchi se le escapó un suspiro.

"Sigo pensando que esta pareja no tiene remedio."

Al final, respiró hondo y dijo:

—E-esto... Puedes quedarte ahí, donde estás, no molestas... Bueno, tú nunca molestas.

Reo me miró. Le hice un gesto de pulgares hacia arriba en señal de ánimo. Se volvió a él, sonrió...

Y madre mía. Lo besó.

Yo no la animaba a besarlo, sino a quedarse allí... Pero oye, ni tan mal. Hasta el rubio estaba sorprendido y todo.

No comentaré mucho más de lo que pasó después entre esos dos. Lo dejaré para ellos, para su intimidad. Y también porque se cambiaron de asientos, a la esquina de la fila de arriba.

Lo que sí comentaría, fue lo que me ocurrió en mitad de la peli. Más bien al final. Era una parte tranquila. Se suponía que el asesino se había fugado... pero al parecer nos había engañado.

—¡Aagh! —Grité del susto que me dio cuando vi aparecer al loco ese en la pantalla gigante, y me agarré de Tsukishima.

No entendía por qué había hecho eso. Lo pillé por sorpresa, eso estaba claro. Sus mejillas se tornaron de rosa, al igual que las mías.

—No estoy acostumbrado a esto de que me abracen por sorpresa, así que te agradecería que no lo hicieses tanto.

—Pero si sabes que te encantan mis abrazos —dije con una sonrisa pícara, y él me propinó un codazo.

Estás loca ☆Tsukishima x tú☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora