Pasaron otro par de semanas la mar de aburridas, en las que lo único destacable que me ocurrió fue que me las pasé estudiando para los exámenes de mitad de trimestre.
Bueno, a ver, quien dice estudiando, dice viendo TikTok o haciendo galletas.
Al fin, un día llegó un acontecimiento diferente de la rutina a mi vida. Me enteré por parte de Kiyoko que tendríamos un partido amistoso contra el Nekoma al día siguiente, durante el entrenamiento.
—Así es, jugaremos de nuevo contra el Nekoma —afirmó el entrenador para todo el equipo—. Aunque sea uno amistoso, ¡hemos de machacarlos!
—¡SÍ! —Gritaron todos como gorilas sin remedio.
—A las 9 de la mañana vendrá el autobús a recogernos aquí. No lleguéis tarde —prosiguió el entrenador—. Y nada de trasnochar... —Dirigió la mirada especialmente en mi dirección.
Aunque fuese verdad, ¿qué sabría él?
—Anda, hombre...
—¡Que no! Que luego te duermes en el banquillo.
Como era de esperar, hice caso omiso a las amenazas de Ukai. Como consecuencia, llevaba un ratio de sueño de cuatro horas.
Siempre me pasa lo mismo: al principio manifestaba un subidón de adrenalina, como si hubiese estado durmiendo durante diecisiete horas seguidas, y parecía que me sobraba la energía. Pero luego...
Bueno, dejo que lo leáis por vosotros mismos.
Yamaguchi no iba a poder coger el autobús por una razón personal, así que sus padres lo llevarían hasta allí en coche. Por lo que la farola no tenía pareja de autobús y accedió a ponerse conmigo, a regañadientes, mientras que yo no le diese la tabarra.
Me indigné muchísimo. O sea, yo no haría eso jamás.
Pero en cuanto nos subimos al vehículo y este entró en movimiento, ya volvía a sentir esa relajante sensación: el traqueteo del autobús, el silencio sepulcral de las nueve de la mañana, la calefacción... Podía sentir como mis párpados empezaban a pesar, cerrándose solos...
Y sí: esto era lo que me pasaba siempre.
Lo último que alcancé a oír fue un comentario viperino de Tsukishima:
- Supongo que los tontos no entienden las órdenes ni a la de tres...
/Tsukishima/
Esta loca siempre hacía lo mismo. Al menos tendría casi dos horas para dormir. Eso era algo bueno para mí, ya que así no me molestaría en todo el viaje y podría escuchar música tranquilo...
De repente, algo cayó sobre mi hombro. Bueno; más bien, un poco más abajo.
—"Pero ¿qué demonios...?"
Giré mi cabeza y, efectivamente, era lo que me temía; aquel peso que sentí sobre mi hombro izquierdo fue la cabeza de la loca esta. Mierda. Ese contacto me ponía muy nervioso, y no sabía por qué. Y eso me ponía aún más de los nervios.
Entonces, como si el demonio hubiese venido a visitarme, recordé involuntariamente las palabras de mi amigo:
"Todas las personas que piensan eso en un principio terminan... enamorados."
¡Ni de coña! Era una... amiga. Por lo menos admitiría eso si así me dejaba en paz.
Total, esto es mi cabeza, y nadie me puede oír.
Así que simplemente dejaré la cabeza de mi a-mi-ga ahí, y seguiré con mi música.
...
Mierda. No podía.
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Estás loca ☆Tsukishima x tú☆
FanficSegún él estabas loca; así es como explicaba que no odiases su personalidad, que tantos problemas causaba a los demás. Pero ¿por qué ibas a estarlo? Pensabas que más bien eras tú el diablillo de la relación, mientras que Tsukishima era un ángel (aun...