Capítulo 1: Punto de quiebre.

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Sun Wukong tenía cosas muy importantes para él, porque si, el gran sabio no era materialista, pero tenía un gran apego a sus personas queridas, entre ellas Macaque, que a pesar de todo lo que había sucedido entre ellos, nunca podría dejar atrás el hecho de que en un pasado fueron una pareja.

Luego de ganarle a LBD las cosas entre ellos mejoraron lo que significaba que era un avance en su relación, todo gracias a MK, quien de vez en cuando veía a Macaque y le daba charlas para reformarlo o cosas así, Wukong no sabía exactamente porque estaba entrenando o de viajes gracias a su jubilación.

El gran sabio siempre tuvo unos cuantos problemas. No cosas tangibles, se trataban de problemas de ira, una de las razones por las cuales terminó matando a su amado Macaque y dañado los años de relación que tenían.

Se supone que ya había mejorado, pero eso era mentira, simplemente el gran sabio era dinamita que solo se encendía con la chispa de sus seres queridos, si alguien lastimaba a su familia o a alguien que le importe, el perdería la cabeza y se dejaría llevar.

Y entre tanta paz, Wukong bajó la guardia.

Muy mala idea.

...

Un día Sun Wukong regresaba de un tranquilo viaje, se sentía de maravilla no tener las labores de antes y tener la libertad de estar donde lo deseara, lastimosamente, no fue tan bueno para todos.

El gran sabio esperaba a los ruidosos pequeños monos saludándole tras no verlo en mucho tiempo, pero ni un solo sonido llegó a sus oídos.

Muy raro. La angustia comenzó a llenar su corazón.

—¿Pequeños? —

Llamó Wukong mientras caminaba por Flower Fruit Mountain. Mientras más avanzaba y menos veía o escuchaba, su miedo aumentaba.

—¡Pequeños! ¡Monitos! —

Seguía llamando, ¿Dónde estaban? ¿Por qué no respondían? Sus queridos compañeros por años desde perder a Macaque, eran lo único que quedaba de su pasado que pudo cuidar y no perder, realmente no le gustaba la idea de no verlos, ¿Dónde estaban? ¿Dónde? ¿Dónde?

Entonces arrugó la nariz ante un horrible olor, un olor que conocía muy bien: Sangre. Mucha sangre.

El miedo aumentó y fue rápidamente a donde venia el olor, encontrándose finalmente a todos los monitos o lo que quedaba de ellos en el suelo de una parte del bosque.

Miró con tanto terror aquella escena, sintiendo todo su cuerpo temblar y su cabeza queriendo estallar.

Allí estaban, su preciada familia, lo que quedaba de su pasado.

Se habían ido.

Alguien los había matado.

Wukong cayó de rodillas al suelo, llevándose las manos a la cabeza y gritando.

Le habían arrebatado a su familia.

Ya no tenía nada, a nadie.

Los pequeños monos, quienes nunca hicieron nada malo. Seguro fueron a buscar a Wukong y terminaron matándolos a ellos.

Solo pensar en eso le mataba la conciencia.

Los monitos eran lo único que quedaba en Flower Fruit Mountain que deseaba tener de su amado pasado con Macaque.

Los mataron, a todos.

No pudo salvarlos. 

El dolor de su corazón aumentó, gritó nuevamente, desesperado, estaba perdiendo la cabeza, quería arrancársela a ver si todo se callaba.

Supervivencia de la especie [Shadowpeach]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora