Capítulo 2: Destinados a estar juntos.

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Macaque quería mucho a los pequeños monos de Flower Fruit Mountain, también fueron su familia y parte de su pasado, ¡Creció con ellos! Claro que los extrañaba, se sentía mal y triste, sería muy complicado ver a Flower Fruit Mountain tan desierto, porque ellos le daban la vida al lugar.

Se supone que era su paraíso, y nadie llegó nunca a tocar su paraíso, eso fue hasta que en el pasado Wukong fue a entrenar con sus amigos. Ahora, nuevamente todo era culpa de Wukong, o al menos si Macaque lo pensaba así dolía menos.

Dirigir la rabia hacia alguien más siempre sonaba mejor opción a tener que enfrentar la realidad.

El día anterior Wukong lo había dejado encerrado, y realmente que trató de buscar otra salida, pero no tenía fuerza ni poderes, a estas alturas sentía que golpearse contra la pared por mil años al menos podría servir rompiéndola de a poco.

De verdad que no le gustaba sentirse atrapado, él era un espíritu libre, por decirlo así.

Terminó resignándose y comiendo de los mangos que le fueron entregados, después de todo le gustaban y tenía hambre, maldito Wukong.

Al día siguiente seguía encerrado, abriendo los ojos al escuchar algo. Tomó asiento en la cama mientras despertaba y miró hacia el techo. La habitación podía estar perfectamente cerrada y lo más insonoro posible, pero no podían ganarle al increíble don de audición de Macaque por sus seis orejas, al menos podía escuchar algunas cosas.

Había escuchado golpes.

¿Habría una pelea afuera?


...


—Esto fue todo, chico. — Dijo Wukong.

—Bien, ¿Mañana seguiremos entrenando? —Preguntó MK, era muy raro que Wukong terminara un entrenamiento, habitualmente era el mismo humano quien se escapaba.

—No. —Wukong negó rápidamente. —De hecho, no habrá entrenamiento en un tiempo. —

Okay, el día se tornaba aún más raro para MK. Primero no había visto a Macaque esta semana, luego los monos de Flower Fruit Mountain han desaparecido y ahora Monkey King decía que no habría entrenamientos, realmente sentía que las cosas iban MUY raras.

—¿Qué quieres decir? ¡Siempre entrenamos! —

—No esta vez, chico. Tómalo como vacaciones, tengo que encargarme de ciertas cosas. —

—Bueno, en ese caso... ¿Cuándo volverán los entrenamientos? —

—Probablemente en un año. —

Aquella respuesta fue demasiado para MK. Wukong había calculado un poco el tiempo que tomaría poder "volver todo a la normalidad", pero eso solo era un aproximado, igual sería más tiempo.

—¡¿UN AÑO?! —

—Bien, quizás menos, de cualquier manera, yo iré a buscarte, ¿Bien? Igual y seguiremos los entrenamientos... Pero no aquí. —

Sun Wukong no podía arriesgarse a que MK descubriese todo lo que sucedía. Sentía que debía cuidarlo y que no tenía que ver con él. Aun así no podía dejar de entrenarlo porque debía de enseñarle a protegerse solo, confiaba en eso y siempre lo vigilaría para evitar perderlo, pero no habría problemas, porque entre las cosas que haría era exterminar demonios, nadie dañaría a un ser amado del rey mono nunca más.

—Está bien, entonces... Ya me voy. —

—No, no, no, no...— Murmuró Macaque. Suponía que si los escuchaba arriba se encontraba bajo aquel estúpido templo del rey mono, y la única persona que iba hasta allá era MK, quien no aparecería en un año, ¡UN JODIDO AÑO! No, no podía perder a la única persona capaz de ayudarle a salir.

Supervivencia de la especie [Shadowpeach]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora