Capítulo 6: El pasado.

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Cuando ambos monos terminaron de comer, Wukong llevó a Macaque otra vez a la habitación, seguía siendo igual de grande pero realmente le agregó varias cosas.

Ahora tenía un baño propio, la cama fue movida a otro lado para no estar en todo el medio, se podría decir que aquel gran sitio ahora tiene varias habitaciones, aunque decir "varias" es mucho. Simplemente ahora tenía un cuarto, baño y hasta cocina, pero no había más que un refrigerador y estanterías o cajones, todos llenos de alimentos.

—Puedes quedarte aquí, o puedes quedarte conmigo. —Dijo Wukong al ver a Macaque observar todo.

El mono de seis orejas estaba dispuesto a decirle algún insulto además de negarse a estar con el, pero fue entonces que una idea pasó por su cabeza: No era malo estar con Wukong, significaba más posibilidades de huir.

—...Me quedaré contigo. —

Wukong no se creía lo que escuchaba, ¿Sería verdad? No es que el rey mono sea idiota, sabía que era peligroso que Macaque estuviese fuera, pero ya tenía un par de planes por si trataba de huir.

—¿Enserio? — Preguntó Wukong, solo para estar seguro.

—Seguro es mejor que estar encerrado. —

Wukong estuvo satisfecho con esa respuesta y volvieron hacia su casa, un sitio que tenía suficiente para ofrecer. Esta vez Macaque observó bien el lugar.

Sí... Se sentía tan solitario sin los pequeños monos.

Macaque tomó asiento sobre una roca mientras miraba al cielo, no tenía ganas de estar dentro de la casa, quería aire. Wukong estaba a su lado, recién llegado con un cuenco lleno de mangos para que su pareja pudiese disfrutar como bocadillo.

—¿Quién los mató? —

Aquella pregunta tomó desprevenido al rey mono. No tardó en entender a qué se refería, claro, eran los pequeños, por un segundo había deseado que esos pequeños solo estuviesen en algún lugar.

—Fueron... Una banda de demonios. Buscaban pelea y no me encontraron. Pensaron que, quizás, yo sería uno de ellos. —

Si, Wukong lo descubrió. Fue aquel mismo día que enterró a los pequeños monos. Había terminado eso y luego salió para matar a cualquier demonio que estuviese cerca de su hogar, también escondidos en ciudades cercanas, solo dejó vivos a cualquiera que no presente un peligro (Claro que los dejó bien advertidos).

—¿O sea que fue tu culpa? —

—Puedes culparme si eso te hace sentir mejor. —

Macaque miró al suelo, se sentía frustrado y dolido. Los monos nunca hicieron nada mal, y fueron de los pocos que nunca le trataron diferente, siempre estaban llenos de amor para darle al mono de seis orejas.

Los extrañaba.

—¿Qué pasó con los que lo hicieron? —

—Los maté. —

Sí, eso explicaría la sangre encima de Wukong cuando fue a buscarlo en el desierto. El rey mono estaba loco y Macaque lo sabía, solo estaba confirmando sus dudas.

Wukong no estaba siendo el mismo.

El mono de pelaje oscuro pensaba en eso, hubiese deseado tanto que las cosas cambiaran, y molestaba demasiado a Wukong porque se había "debilitado" y vuelto "patético", hablando de jubilarse, adquiriendo a un sucesor.

Pero ahora realmente quería a ese Wukong a quien podía molestar y burlarse. Y...

El mismo Wukong que hablo para arreglar las cosas y mantener una tregua. Llevar las cosas bien juntos.

Supervivencia de la especie [Shadowpeach]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora