Capítulo 17: Perdonado.

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La pareja de monos seguía sanando heridas, siendo más agradable entre ellos. Oh, y de hecho, un día hubo más avance, aquella noche donde el rey mono se estaba acomodando en el sofá, pudo escuchar la puerta del cuarto de Macaque abrirse.

—Peach. —Llamó suavemente Macaque desde el marco de la puerta, mirando con atención a su pareja.

—¿Si, Moonlight? — Preguntó Wukong para luego girar a verlo.

—¿Ya... Vas a dormir? —

—Si, ¿Querías que te prepare algo? —

—No, yo...— Macaque dudó con nerviosismo, mirando a otro lado. —Solo me preguntaba si... Me podrías acompañar. —

Aquella propuesta fue una sorpresa para el rey mono, quien solo sintió felicidad, una calidez en su corazón, ¿Cómo decirle que no a su amado Macaque? En especial cuando se veía tan lindo ahora mismo.

—¿Me permitirías dormir en tu nido? — Preguntó Wukong, no quería incomodar a su pareja.

—Siento que podría aceptarlo. Digo... Has mejorado mucho. Y... Hace bastante frio. —

Wukong sonrió.

—En ese caso, lo haré. —

El mono dorado se levanto para seguir a su pareja al cuarto. Hace mucho que Wukong no veía el nido de Macaque, en especial porque el rey mono le daba su privacidad. De verdad que era un cambio de ambiente, Wukong sintió el olor a mangos en gran intensidad, era muy delicioso, tan relajante. Macaque le tomó de la mano y le guio hasta la cama, donde finalmente ambos se acomodaron de manera que el mono de pelaje oscuro puso su rostro en el pecho de su pareja, sus colas estaban entrelazadas, sintiendo la presencia del otro, sintiéndose ambos tan acompañados, completos.

Ese fue un precioso gran paso, pero aún quedaban cosas pendientes, y unos 4 días luego Macaque habló de ello con Wukong mientras desayudaban, pero sería mañana donde finalmente darían ese paso.

Ese fue un precioso gran paso, pero aún quedaban cosas pendientes, y unos 4 días luego Macaque habló de ello con Wukong mientras desayudaban, pero sería mañana donde finalmente darían ese paso

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—¿Crees poder hacerlo? — Preguntó con dulzura Macaque.

—Yo... No lo sé. —Respondió Wukong.

Ambos estaban fuera de su casa aquella mañana, mirándose mientras se tomaban de las manos. Ese día llegaría MK y Tang, les debían respuestas y, sobre todo, una disculpa. En cualquier momento iban a llegar, Wukong se sentía ansioso, tenía miedo de hacer algo mal, de perder la cabeza, de hacerles daño... Pero sintió como Macaque agarró su mano con más fuerza, logrando llamar la atención del mono dorado, calmando el miedo, oliendo nuevamente ese calmante olor a mango.

—Gracias. —Susurró con una sonrisa Wukong.

Macaque le sonrió devuelta, y antes de que hubiera otra interacción entre ellos, ambos se soltaron las manos, el mono de seis orejas consideraba que podría ayudar a Wukong, pero el rey debía aprender a hacerlo solo. Aún así, ambos entrelazaron sus colas mientras miraban al frente, ya los escuchaban, habían llegado.

Supervivencia de la especie [Shadowpeach]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora