Supervivencia de la especie [Shadowpeach]

Capítulo 26: Una visita que nadie esperaba.

Las cosas estaban muy bien, demasiado. Todo gracias al maravilloso trabajo que hacía la pareja de monos y cómo ayudaban los demás. No hacía falta nada, y estaban satisfechos con todo lo que habían logrado hasta ahora. 

Incluso Macaque pudo decorar finalmente la habitación de los niños, aún recordaba aquel día. No es que no tuviese las cosas para decorar la habitación, porque PIF había traído muchas cosas, igual que los niños, quienes decían cosas como pintar fideos en las paredes, gatos, dragones o imágenes del rey mono. No es que sea mala idea, simplemente que Macaque quería algo más especial para sus dos pequeños cachorros.

Solo era por un tiempo, hasta que ambos comiencen a tener sus propios gustos y deseen diferentes cosas. 

Aún recordaba.

Aquel día, Wukong estaba con sus clones cuidando a los niños fuera de la casa, mientras que Macaque estaba en la habitación de los gemelos, observando todo y pensando en las posibles cosas que podría hacer para que la habitación sea maravillosa para ellos. Lo único que tenían eran paredes color azul oscuro como la noche, además de tener en el techo estrellas que brillan en la oscuridad, ese había sido un regalo de MK. 

Macaque había pensado que sería un día solo de él trabajando en pintar la habitación, tenía interés en llenarlo de estrellas, planetas y cosas del universo. Esa era la idea para el techo, luego de eso, las paredes irían a ir en descenso, del cielo hasta la tierra, pues habrían nubes y luego templos, bosques y jardines. 

Era una gran idea, quizás con sus clones pueda terminar rápido. 

Pero antes de que hiciera aparecer a sus clones, pudo escuchar pasos acercarse, demasiados. ¿Eran acaso Wukong y sus clones?

—¿Llegamos a tiempo para pintar?—La voz era de MK. 

Cuando Macaque se giró a verlos, se encontró con MK, Sandy, Pigsy, Tang, Mei, PIF y Red Son. Algunos venían con brochas para pintar, con ropa menos elegante (En el caso de PIF). Tal parece que esta vez el macaco tendría ayuda, así que sonrió al verlos.

—No esperaba visita hoy.—Dijo Macaque.

—Nunca la esperas, ¿O si?—Respondió PIF con una sonrisa. —Si vas a pintar el cuarto de mis sobrinos, obviamente debo venir a ayudar.—

—Algo de ayuda no vendrá mal.—Dijo Tang. 

No iba a negarse a nada de eso, así que Macaque solo soltó una suave risa y comenzó a explicarles lo que harían. O mejor dicho, la idea que tenía para la habitación de los pequeños. Todo aquel día estuvieron trabajando en preparar aquel lugar, y ciertamente quedó maravilloso, no solo con la pintura, también con los muebles que PIF le había traído. 

Definitivamente ese fue un buen día.