Un poco avergonzado.

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***
Katsuki caminaba por las calles en busca de una tienda en que hubiera maquillaje que le pudiera servir.

Logró encontrar una tienda que le podía servir.

"¿Tendrán maquillaje para hombres?"

Decidió entrar e investigó el lugar mas no se aclaraba mucho debido a que no estaba acostumbrado a esos lugares.

Una de las dependientas notó que el chico estaba algo perdido, así que se acercó.

—¡Hola! ¿Buscas algo en particular?

Bakugou se volteó y le respondió:

—Sí, yo... Busco maquillaje para hombres, ¿tenéis?

—Sí, tenemos.—Te llevaré al pasillo.

—De acuerdo.

La chica lo guio hasta el pasillo y le mostró el maquillaje.

—¿Qué es lo que quieres exactamente?

—Algo para la cara.

—Muy bien.—Pues aquí tenemos varias marcas que te pueden servir.

Entonces le mostró varias que eran acordes al color de piel de Katsuki y éste se decidió por una en base a las recomendaciones de la dependienta.

Una vez que elegido, fue a la caja para pagarlo y luego se marchó.

"¡Maldito Deku! ¡Lo que me obliga a hacer por el jodido contrato!"

Definitivamente a él no le gustaba aquella parte del contrato y era ese aspecto lo que le hacía desear que todo terminase pronto.

***

Mientras tanto, Izuku les enseñaba a aquellos principiantes unas nociones básicas de cómo ser vampiros.

—Regla número uno: Los vampiros tenemos terminantemente prohibido mezclarnos con humanos, ¿se entiende el por qué? ¿Alguien me lo sabe decir?—Cuestionó Midoriya.

Entonces una vampiresa alzó la mano.

—Adelante, di la respuesta.

—Porque los humanos son problemáticos y, si se enteran de la existencia de nuestro mundo; podrían venir en masa, lo que crearía un gran caos.

—¡Correcto!—Vamos por la siguiente.

En ese momento, uno de los vampiros levantó la mano porque quería hacer una pregunta.

—¿Qué sucede? ¿Tienes alguna duda?

—Sí, quería preguntar: ¿Cuántas normas son exactamente las que nos tenemos que aprender?

—Son ochocientas pero, como solamente os tengo que enseñar lo justo y necesario; serán sólo diez.

Los jóvenes se mostraron conformes y el príncipe de los vampiros continuó, aunque no ininterrumpidamente, ya que hubo momentos en los que algunos de los vampiros tenían dudas.

—Bien. Pues con esto doy mi enseñanza por finalizada.—Ya podéis salir al mundo para comenzar una nueva vida, ¡felicidades a todos!

Los vampiros se quedaron un poco confundidos, ya que creían que la clase iba a ser algo más que aprender normas y unas pocas técnicas para defenderse.

—¿En serio? ¿Eso fue todo?—Cuestionó uno de los chicos antes de irse definitivamente.

—Sí, eso fue todo.—Aseguró con una amplia sonrisa.

—Está bien...—Murmuró dubitativo.

Finalmente, Izuku se quedó solo y dijo para sí mismo:

—Esos chicos van a ser un desastre de vampiros, no sé si todos serán capaces de llegar siquiera a mi edad.

Esa era la sensación que tenía, sin embargo; no podía hacer más por ellos.

—Ojalá tengan suerte...

El pecoso decidió no pensar más y se dirigió a la sala en la que se encontraba su padre junto con otros vampiros de clase alta para discutir temas de suma importancia.

***

Pasaron los días y la dinámica entre el humano y el vampiro no había cambiado, todo seguía igual: El de cabellos verdes explicándole al otro las dudas que tuviera y el contrario quejándose cuando veía la oportunidad.

—Hoy estás siendo demasiado molesto, humano. ¿Qué te pasa?—Cuestionó preocupado.

Katsuki cerró el libro de golpe y lo miró para contestarle:

—¡¿Qué me pasa?!—¡Tú eres el problema! ¡Por tu culpa tengo que maquillarme para disimular las marcas de tus mordiscos!

—Pero... ¿Alguien te ha molestado con eso?

—No directamente pero... ¡Noto que se ríen de mí a mis espaldas!

—¿Estás seguro?—A lo mejor es únicamente imaginación tuya.

—¡No, no lo es!

—Ya... ¿Y qué se supone que debo hacer yo?—No entiendo adónde quieres llegar.

—Pues sí que eres tonto...—Porque está claro qué quiero decir: Que dejes de morderme.

—Sabes que eso no será posible hasta que finalice nuestro contrato.—Lo que sí puedo hacer es morderte en una zona que no sea el cuello y solucionado; ¿no te parece bien eso?

—Sí, está bien.—Más te vale cumplirlo.

—Descuida, los vampiros cumplimos con nuestros contratos.

—De acuerdo, ¿seguimos?—Preguntó Izuku.

—Sí, porque quiero hacerte una pregunta.

—¿Ah, sí? ¿Cuál?

—He estado pensando... ¿Alguien te ha descubierto y sabe que estás viniendo aquí?

La pregunta sorprendió a Midoriya, ¿qué le hacía pensar eso al humano?

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Contrato con un vampiro. (Dekukatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora