Un libro inusual.

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***
Era un día más en la monótona vida de Katsuki Bakugou, un universitario de 20 años que está en su tercer año de la carrera de diseño gráfico.

Su vida es plena, saca buenas notas y tiene amigos. Además tiene unos padres que lo quieren y lo apoyan.

Todo suena muy bien y muy idílico pero hay un problema: Katsuki siente que su vida es demasiado aburrida.

Este sentimiento lo acompaña desde que entró en la universidad pero intenta no pensar demasiado en ello y continuar con sus estudios, pues es lo correcto, ¿cierto?

—Tchs, maldita sea.—Maldijo vistiéndose a toda prisa.

El rubio cenizo se había despertado un poco más tarde de lo habitual aquel día, así que ahora le tocaba hacer todo deprisa y corriendo.

>¡Bakugou! ¡¿Estás listo?!

Era su amigo Kirishima, con quién compartía piso y además iba a la misma facultad que él.

—¡Ya salgo!

Segundos después, salió de su cuarto y se fue con Eijirou en el coche de éste.

—¿Qué te ha pasado hoy? ¿Se te pegaron las sábanas?—Se burló Kirishima.

—¡No se me pegaron las sábanas, idiota!—Es que no me sonó la alarma.

—¿Y cómo es que no te sonó?

—Ni idea, voy a comprobarlo ahora.

Se metió en la aplicación de la alarma y pudo ver el problema: La alarma estaba programada para sonar en dos horas.

—¡¿Qué mierda...?!

El pelirrojo desvió su mirada por unos segundos y le preguntó:

—¿Qué sucede? ¿Has descubierto el problema?

—Sí, al parecer la alarma está programada para sonar en dos horas pero no entiendo por qué. Yo no modifiqué nada.

—Qué raro.

Desde luego era raro pero Bakugou no quiso darle mayor importancia y simplemente cambió la hora.

***
Más tarde, el rubio cenizo decidió ir a la biblioteca de la facultad en busca de algún libro que leer durante el descanso, pues sus amigos habían salido a un recado al cual él no había querido ir.

"Me pregunto si habrá algo interesante para leer hoy."—Pensó recorriendo una de las secciones de la biblioteca.

Ahora se encontraba en la parte del género histórico mas, por el momento; no veía nada interesante.

De hecho, estuvo apunto de alejarse de la zona cuando vio un libro inusual que estaba medio escondido bajo la estantería.

"¿De qué será?"

Tenía mucha curiosidad, así que no dudó en agacharse para agarrarlo y llevárselo consigo a una de las mesas.

—Ugh, tiene demasiado polvo.—Comentó asqueado sacando una toallita húmeda para limpiar el libro.

Una vez limpio, abrió el libro y notó que tenía extraños dibujos. Además estaba escrito en un idioma extraño.

"No entiendo nada, ¿de qué es este libro?"

Katsuki continuó revisando el libro, descubriendo dibujos de más criaturas mágicas como vampiros, hombres lobo, hadas... Pero siguió sin entender nada.

—Tengo que averiguar qué dice este libro. Tal vez orejas pueda ayudarme.

Entonces decidió alquilar el libro, sin embargo, al hablar con el librero, le dijo:

—Este libro... ¿lo has encontrado aquí?

—Sí, ¿no sabes los libros que tienes aquí?

—Sé los que tengo, por eso te pregunto. Porque yo no había visto antes este libro, tal vez se le haya caído a alguien.—Te sugiero que pongas un anuncio en el tablón por si alguien lo estuviera buscando.

—De acuerdo, eso haré.

Para Bakugou era un alivio que el libro no fuera de la biblioteca pues, de esta manera, podría tenerlo el tiempo que quisiera para averiguar qué decía el libro.

***
Entre tanto, en el mundo de los vampiros; Izuku buscaba desesperado el libro.

—¡No está! ¡¿Por qué no está?!—Se preguntaba en voz alta revolviendo los libros de su biblioteca personal.

Llevaba horas buscando el libro y lo no hallaba.

—¡No lo voy a encontrar nunca! ¡Sólo puedo recurrir a Uraraka, es mi única esperanza!

A Midoriya no le gustaba la idea de recurrir a ella, pues eso significaba deberle un favor, lo cual era peligroso.

"Espero que luego no me pida algo demasiado difícil."

Seguidamente se convirtió en murciélago y salió por la ventana de la biblioteca para buscar a la bruja. Ya que era un libro muy urgente que contenía secretos sobre las criaturas mágicas que los humanos no debían conocer.

Voló tan rápido como pudo, tal vez llegó al hogar de su amiga en tiempo récord mas eso no importaba. Tenía que actuar.

—Buenas noches, Deku-kun. ¿Qué te trae por aquí?—Preguntó sin verlo.

El pecoso volvió a su forma original y dijo:

—Es algo urgente: Tengo que encontrar el libro de las criaturas mágicas del reino y las leyes.

Ochako se volteó y, sorprendida, preguntó:

—¡¿Lo has perdido?! ¡¿Cómo?!

—¡No sé cómo lo perdí pero eso no importa! ¡Debes ayudarme a buscarlo ya mismo!

—¡Eres un desastre, Deku-kun!—Exclamó yendo a por una de sus bolas de cristal.

La joven se sentó a una de las sillas y se concentró en visualizar el libro en su mente.

"¿Tardará mucho?"—Pensó el vampiro viendo que la otra estaba muy concentrada.

Los minutos pasaron y Midoriya se desesperaba cada vez más.

—¡Lo tengo! ¡Me debes un favor!

La escucharla, Izuku se acercó a toda prisa para ver lo que mostraba la bola.

Y lo que vieron no les gustó nada. Pues un humano lo había encontrado.

—La has cagado, Deku-kun.

—¡Mierda! ¡Ahora tengo que lidiar con un estúpido humano, genial!

—Haber sido más cuidadoso.

—No hace falta que lo digas.—Bueno, muéstrame la ubicación para pasar por el portal que unen los dos mundos.

Uraraka no replicó y le mostró la ruta a seguir.

En cuanto Izuku tuvo claro el camino, pasó por el portal hacia el mundo humano.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Contrato con un vampiro. (Dekukatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora