Pensamientos.

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***
Midoriya se había alejado de los hermanos Todoroki rápidamente y fue cuando estuvo solo de nuevo, que se alteró al reflexionar y darse cuenta de que sus enemigos sabían de la existencia de Katsuki.

"Kacchan está en peligro ahora. Tengo que hallar una forma de protegerlo."—Pensó asustado yendo a su casa tan rápido como le era posible.

El vampiro llegó al castillo rápidamente y se introdujo por la ventana de la biblioteca para buscar su libro de hechizos de protección. 

"Si hay algo que pueda hacer por Kacchan, aquí estará la respuesta."

Revisó cuidadosamente el índice del libro y encontró un apartado que le interesó. 

Entonces buscó la página y comenzó a leer cuidadosamente.

Hechizo de protección contra vampiros enemigos

Es muy habitual entre la nobleza tener enemigos, por ello los nobles suelen usar este hechizo para evitar daño físico o incluso  un intento de asesinato.

El objetivo de este hechizo es el de invisibilizar la presencia y rastro para no poder ser localizado.

Los pasos a seguir para realizar este hechizo correctamente:

-Lo primero de todo es buscar las siguientes plantas: Nikosha, perlasna, Kiriny y Mané.

-A continuación, machacarlas e introducirlas en una pequeña bolsa o cualquier otro objeto en el que sea posible meter la mezcla.

-Luego sumergir la bolsa/objeto en esencia de Lirhy y dejar reposar 15 minutos.

-Finalmente, sacar  lo sumergido y dejar que sea absorbido por el objeto conteniente. Una vez se ha realizado el ritual descrito, se debe llevar siempre consigo. La duración del efecto protector es de seis meses. Pasado este tiempo, se ha de volver a repetir si se continúa en peligro.

Advertencias: Este hechizo no servirá para otras criaturas que no sean vampiros. 

—Bien. Hoy buscaré todo lo necesario.—Dijo Izuku comenzando a apuntar todo para poder encontrarlo todo y que saliera bien el hechizo.

***

Entre tanto, Katsuki acababa de salir de la ducha y se disponía a ponerse el pijama cuando su compañero de piso llegó del gimnasio.

—¡Hola, Bakugou!—¡Ya he vuelto!—Anunció al entrar.

—Hola, Kirishima.—Lo saludó cuando salía del baño para ponerse el pijama.

—Bakugou, ¿has podido avanzar algo con tu parte del trabajo?

—Sí, tengo mi parte casi terminada.

—¡Eso es genial!—Yo también tengo casi todo hecho, aunque avanzaré un poco después de cenar.

—Está bien.—Yo voy a hacer la cena, ¿hay algo en especial que quieras para hoy?

—La verdad es que me apetece un sándwich de jamón y queso.

—Suena bien, voy a encender la sandwichera.

—¡De acuerdo!—Iré a darme una ducha.

El pelirrojo se dirigió al baño y el rubio cenizo fue a ponerse el pijama para luego ir a la cocina a preparar la cena.

A parte de los sándwiches, Katsuki decidió abrir una bolsa de patatas fritas y poner cierta cantidad en un plato para su amigo y él.

"A ver si se apura ese idiota y viene a cenar."—Pensó.

Por suerte solamente tuvo que esperar unos pocos minutos y pudieron cenar juntos.

—¡Está delicioso!—Hacía tiempo que no comía un sándwich.—Comentó el de dientes afilados.

—Yo igual.—Por cierto, ¿has visto al raro ese que te gusta?

Kirishima se sonrojó y de poco se atraganta con el bocado de sándwich que devoraba.

—¡B-Bakugou! ¡No lo digas tan de repente!

—¿Ah? ¿Acaso eres un niño para avergonzarte por eso?

—Claro que no pero no esperaba esa pregunta de ti.—Dijo limpiándose la boca con una servilleta.—Pero, respondiendo a tu pregunta; hace días que no lo veo. Ni siquiera me escribe o me responde. Creo que no tengo posibilidad alguna con él.—Dijo un poco triste.

—Pues si ese idiota no te aprecia, no merece la pena.—Tal vez debas fijarte en alguien mejor.

—Sí...—Por ejemplo en ti.—Bromeó.

—¡Ni de broma!

—Jajaja.—Tranquilo, yo también bromeaba.

—Más te vale.

Eijirou se quedó mirándolo y, tras unos segundos; decidió preguntarle:

—Oye, ¿tú no tienes a nadie que te guste?

Al preguntarle eso, Katsuki pensó automáticamente en Izuku, mas se sintió ridículo aquel pensamiento y sacudió su cabeza de derecha a izquierda.

—No. Yo no tengo tiempo ni ganas para esas tonterías.

—¿No?—Bueno, si cambias de opinión; podría presentarte a alguien en un futuro.

—No quiero citas a ciegas, gracias.—Prefiero estar solo.

—Como quieras.—Dijo Kirishima para continuar con su cena junto a su mejor amigo.

Ambos dejaron el tema de parejas a un lado y conversaron de otros temas como la universidad, los trabajos, los amigos...

Su noche fue bastante tranquila hasta que Bakugou se ofreció a lavar los platos.

—¿En serio no te importa?—Puedo hacerlo si quieres.

—No, esta noche yo.—Mañana puedes hacerlo tú.

—Está bien.—Yo me iré al salón a ver una película, puedes unirte si quieres.

—Vale, tal vez vaya luego.

Seguidamente, Eijirou salió de la cocina dejando solo al rubio cenizo, el cual estuvo enfocado en lavar los platos hasta que sintió una mirada clavarse en su espalda.

—Kirishima, no bromees.—Dijo sin mirar, asumiendo que era su compañero.

A pesar de su advertencia, aquella sensación no desaparecía.

—Kirishima, en serio, ¡para!—Exclamó volteándose para darse cuenta de que el pelirrojo no se encontraba allí.—¿Qué mierda...?

Entonces unos pasos rápidos de aproximaron a la cocina y el de dientes afilados apareció.

—¿Me has llamado, Bakugou?

—No, es sólo que... Sentí que alguien me estaba mirando y pensé que serías tú.

—¿Sabes? Creo que estás estresado, ¿quieres ver una película conmigo?

—Sí, voy contigo.

Terminó de secar los platos y se fue junto con su mejor amigo.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Contrato con un vampiro. (Dekukatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora